ℍ𝕒𝕣𝕣𝕪 ℙ𝕠𝕥𝕥𝕖𝕣 - 𝕆𝕟𝕖 𝕊𝕙𝕠𝕥𝕤

Draco Malfoy

𝐓í𝐭𝐮𝐥𝐨: 𝐋𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐟𝐮𝐞 

𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: 𝐓𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞

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La Segunda Guerra Mágica había cambiado el mundo de la hechicería por completo y con este a Draco Malfoy, El rubio ya no era aquel arrogante y altivo joven. La guerra lo había dejado roto y este en busca de redención decidió volver a Hogwarts para completar su ultimo año.

Draco caminaba entre los escombros de los pasillos que estaban siendo reconstruidos para ir de camino a la biblioteca en busca de un libro de pociones avanzadas. Pero el libro al parecer ya no estaba disponible. Lo supo en cuanto vió a una chica con el libro en manos leyéndolo atentamente.

Era una chica de Revenclaw morena de ojos verdes profundos que parecían estar tristes, como si estos cargaran con un dolor que nadie más entendía. El rubio vió como los finos dedos de la chica daban vuelta a la página con total delicadeza. 

Draco no podía negarlo aquella chica era hermosa, tomó las pocas fuerzas que tenía y se acercó a ella

— Hola — Dijo Draco timidamente intentando no asustarla

— Mmm hola Malfoy — Saludó ella con cierta molestia — Supongo que quieres el libro — Dijo la morena resignandose, ella sabía como era el comportamiento de Malfoy y lo que menos le venía bien era meterse en problemas 

— Bueno, de hecho sí...— La Revenclaw se levantó de su asiento y le djó el libro a Draco sobre la mesa — Dejame terminar — Dijo Draco haciendo que el paso de la morena parara 

— Quiero saber tu nombre — 

— Mi nombre es Erica, Erica Marshall ¿Ahora puedo irme? — Dijo ella cruzando sus brazos y desviando su mirada

— Oye, no te voy a molestar ¿De acuerdo? Solo quería preguntarte si podiamos compartir el libro —

— Mmh, está bien... — Dijo ella un poco dudosa

Durante su estadía en la biblioteca hablaron de pociones, luego de la guerra, y finalmente de sus sueños y miedos. Pronto, sus encuentros en la biblioteca se volvieron rutinarios, y una inesperada amistad comenzó a florecer.

— ¿Y como ha sido eso? — Preguntó Erica refiendose a su vida luego de la guerra

— Pues ya sabes, nunca tuve la mejor reputación del mundo. Por ahora solo quiero graduarme y tal vez me vaya a vivir a otro lugar — Respondió Draco

— ¿Y adonde te gustaría vivir? —

— Tal vez a Francia —

Draco se sentía atraído por Erica, no solo por su belleza sino por su alma comprensiva. Ella lo escuchaba sin juzgar, y él se sentía seguro con ella. De alguna manera se sentía aceptado por primera vez en su vida. Draco temía por hacerle daño de alguna manera, así que decidió mantener sus sentimientos en secreto. 

Los meses pasaron y por meses Draco escuchó a Erica hablar sobre sus amores imposibles y sobre lo guapos que eran algunos de sus compañeros. Sin embargo, siempre había una barrera invisible entre ellos, un secreto que Erica no compartía.