El novio.

11 0 0
                                    

Ea, hemos vuelto. Espero que os guste jajaja~~

A la hora el jardín estaba lleno de hombres que decían ser pretendientes.

-¿Pero que les ha dado contigo Mira?-Pregunto la mas callada de las pelinegras, Alektra.

-Ah, es que todos me conocen de una manera u otra. O de mesera o de compañera de lucha...-

-Increíble, ¿los conoces a todos?-

-Bueno, a lo mejor a un par no, pero a casi todos.-

-Tienes muchos...amiguitos, ¿no?-La princesa intentó molestar a la albina.

-Oh, nooo, en eso se equivoca mi querida princesa. Una cosa son amigos y otra pretendientes.-

-Ah, gracias por la explicación, asi que amiguitos no tienes.-

-Mire, para que se quede tranquila le digo que por ejemplo Hibiki es un amiguito.-

-Agh, eres tediosa. No comprendo porque Hibiki querría ser amigo tuyo.-

-Bueno, es simple Jenny-chan, Mira es la alegría y la belleza hecha mujer, y también la aliada más fiel que podrás tener a tu lado. Además, hace el mejor pastel que he probado en mi vida.-En el cuarto irrumpió un hombre de cabello dorado.

-Oh, Hibiki-kun, ¿qué haces aquí?-La albina sonrió.

-Siento llegar tarde, claro esta que fue la señorita Clive quien me avisó; y tranquila, se que no quieres que se entere nadie más, comprendido amiga mía. ¿Quieres que demos un paseo y me explicas?-

-No, prefiero no dar explicaciones, perdí la confianza de pegasus Hibiki y lo comprendo, pero en ese sentido yo también perdí la confianza.-

-¿Eso significa que no tengo oportunidad de unir tu vida a la mía como mi esposa?-

-Eso significa más que no querer unir mi vida a la tuya, ara, ara, y me molesta que Cana vaya hablando de lo que no debería.-La albina se equivocaba de tema.

-La señorita Clive solo me dijo que estabas herida y que necesitabas muchos mimitos. Comprendo que no quieres que se entere tu familia, pero puedes contarme que pasó.-Miradas asesinas se lanzaron como puñales hacia la albina.

-Haber empezado por ahí, simplemente fui yo misma.-

-Entonces en vez de herirte deberían haberte hecho un altar, no hay diosa más hermosa y perfecta que usted mi reina.-Cogió la mano de Mirajane y ante la atenta mirada de los presentes deposito un cálido beso en ella.

-¿Sabes que es la bastarda de mi tio Kazou?-Intervino molesta la rubia y Mira sintió su sangre bullir.

-Hib voy a salir un rato, necesito aire fresco o estrangular a alguien. Quedate con la princesa para que se quede tranquila.-

-Voy contigo, me interesa más conversar con quien no suelta veneno en sus palabras que con quien aprovecha para hacerlo y denigrar a otros.-

-Yo no...¡Hibiki!Agh...-

Un príncipe entró en la sala viendo como la albina y el pelidorado se marchaban.

-Hacen linda pareja, ¿tu crees que Hibiki-chan quiera casarse con ella? Se que tiene mayores pretendientes pero con ninguno parece llevarse taaan bien.-Dos miradas oscurecidas se posaron en Alice que estaba hablando con su hermana mayor.

-Pues no se, pero si yo fuera ella me casaría con él o con el príncipe Orga. Ambos se ven interesados en ella, pero tengo una ligera sospecha de que ella no se casara con ninguno.-

-¿Por qué dices eso?-

-Porque no parece la clase de chica que se quedaría quieta sin hacer nada. Algo tiene planeado nuestra hermanita y sin duda la apoyo.-

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tu falsa sonrisa...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora