𝐔𝐧 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐮𝐧𝐨 𝐦𝐢𝐬𝐦𝐨 (𝐑𝐚𝐲𝐧𝐞𝐱𝐦𝐚𝐬𝐡)

─⋆☾𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐡𝐢𝐬𝐩𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐨𝐬𝐜𝐮𝐫𝐢𝐝𝐚𝐝 ࣪ ˖─

El momento tierno e íntimo que se había formado entre los dos se sintió extrañamente agridulce, pareció durar demasiado tiempo, ya que el mayor había comenzado a darse cuenta de que Mash iba a llegar tarde a sus clases.

-Mash....-Rayne siseó suavemente , se tomó su tiempo para observar al pelinegro , mientras avanzaba lentamente hacia él..-Vas a llegar tarde a tus clases.

-Eh, todavía tengo algo de tiempo.-dijo el menor todavía observando a rayne con una mirada directa.

-Aun así, deberías irte, no quiero que llegues tarde.-respondió rayne con cierto tono de amabilidad.

Por extraño que parezca, Rayne comenzó a sentirse cómodo y a disfrutar de toda la atención
del otro y mirarlo. El de pelo de bicolor al estar cerca del menor, levanto Su mano, acarició y rozó ligeramente el cabello del menor, mientras sus dedos jugaban con el pelito de mash.

-Nos vemos al rato mash.-finalmente rayne se alejo lentamente, dejando a mash solo en los pasillos del instituto.

Mash simplemente suspiró mientras sentía que sus mejillas se calentaban con un calor sutil, se encontraba mirando a Rayne mientras el mayor se despedía, como si fuera la cosa más casual que podría pasar. Luego de eso el pelinegro simplemente se dirigió a su respectiva aula.

Deseaba pasar más tiempo con él. Estar cerca de su presencia me trajo una oleada de consuelo y calidez, ya que ni siquiera mis tendencias impulsivas ya estaban siendo cuestionadas por mi. Parecía como si poco a poco estuviera llegando a aceptar la realidad de lo que Realmente siento por Mash, se estaba convirtiendo en algo más que un simple amigo para mí. pensó rayne en sus pensamientos luego de dejar a mash solo.

rayne quería distraerse un poco su mente antes de festival y conocía un sitio ideal que iba a menudo cuando se sentía mal o estresado, sabia exactamente el lugar adecuando.

asi es, el corral donde tenia sus apreciados conejitos un perfecto santuario y una soledad de tranquilidad que tanto necesitaba el.

Después de que el mayor saliera por un momento de la academia para visitar a sus lindos conejitos, se percato de un pequeños quejidos proviniendo de los Arbustos , Curioso Rayne se acercó al arbusto y quedó desconcertado por el inesperado descubrimiento de un adorable conejito negro de ojos amarillos que parece cojear, estaba herido en su diminuta patita.

Rayne no pudo resistir la abrumadora compasión y simpatía que se agitaron en su corazón al ver al pobre y pequeño conejito con la pierna herida, mientras agarraba suavemente a la pequeña criatura, teniendo cuidado de no causarle más dolor. Luego llevó al pequeño animal a su corral, para tener una mejor oportunidad de examinar su herida y tratarla con delicadeza.

-Hmm, veamos... Cielos, tienes una herida bastante profunda.-Rayne pronunció suavemente y con calma, mientras colocaba al conejito sobre una pequeña mesa y aprovechaba la oportunidad para examinar la herida en sí, ya que notó que parecía ser mucho más profunda de lo que inicialmente pensó que podría ser.

Rayne se encargó de limpiar y curar la herida del animalito de una manera delicada y gentil, el conejito parecía bastante tranquilo y relajado, solo exhibía ocasionales gemidos de malestar y dolor en ciertos puntos donde la herida parecía causar más malestar, pero aparte de eso, parecía relativamente bien portado.

-Listo pequeño.- dijo rayne en tono suave mientras acariciaba al conejito con suavidad, el animal curioso da un pequeño brinco hacia las piernas de rayne olfateando su capa, rayne se da cuenta de esto y sabia exactamente lo que queria el conejito.

-Ah, ¿entonces quieres esto?.- Rayne concluyó con una suave sonrisa, al darse cuenta de que el conejito en realidad estaba buscando las sobras de aquel panecillo de crema que había guardado de la última vez que él y Mash estuvieron juntos en la cocina.