SINTONÍA PELIGROSA - ALASTOR Y TÚ (+18) | PAUSADA‼️

Chapter 8

Deseo más de ti

Narras tú

Mierda, sé que esto está jodidamente mal, pero cada vez que Alastor me mira con esa sonrisa, siento que algo se enciende dentro de mí. Mis resistencias son una farsa cuando sus ojos ardientes me queman la piel.

No puedo evitar la maldita lujuria que se apodera de mí, como una corriente eléctrica que recorre cada maldito centímetro de mi cuerpo. Sus palabras son una condena que me arrastra hacia el abismo del deseo, y sé que estoy a punto de caer en esa trampa infernal.

Cada toque suyo es una maldita provocación que enciende un fuego dentro de mí, un fuego que arde con una urgencia que no puedo controlar. Es como si estuviera siendo arrastrada por una corriente, y aunque sé que me estoy hundiendo, no puedo dejar de nadar hacia él.

Mis pensamientos se nublan con la obscenidad de la situación, pero diablos, quiero experimentar esta lujuria prohibida. Es como si estuviera a punto de abrir la puerta a un infierno de placer del que no hay vuelta atrás, pero carajo, necesito sentirlo. La razón se desvanece ante la inminencia de lo desconocido, y estoy lista para dejarme consumir por la maldita vorágine de nuestros deseos entrelazados.

- Después de hacerle sexo oral a Alastor, tú tenías ganas de más, aquella sensación te había dejado tan mojada que ahora, debido a la locura del placer, estarías dispuesta a entregarte a él.

Alastor... ¿Podemos? - empezaste a tocar su pecho por encima del traje

Uh? ¿Qué estás- fue interrumpido por ti al juntar sus labios

- Sus labios jugaban entre sí, para dar paso a sus lenguas, ambos se besaban ferozmente, como si estuvieran al límite del placer.

Te encontrabas encima de Alastor, llevando ahora tú el control, tus brazos entrelazaban su cuello y el te sujetaba de la cintura. Al separarse por falta de aire, miraste aquellos ojos carmesí que se te hacían tan atractivos. Tocaste el rostro de este sin dejar de mirarlo, se quedaron unos segundos mirándose el uno al otro.

Deseo que me cojas ahora mismo, Alastor - Dijiste firmemente mirándole a los ojos

- Alastor no respondió nada, pero de un movimiento te tumbó a la cama y ahora el estaba encima tuyo. Observó detalladamente la figura de tu cuerpo, empezando a tocar tus pechos y a manosearlos, le fascinaba sentirlos nuevamente, y de un tirón te arrancó la blusa que traías puesta, ahora el podía observarte mejor.

Te ves jodidamente atractiva así, querida - dijo Alastor

- Alastor ahora se apresuró a quitarte la ropa de abajo, incluyendo tus bragas, aquellas prendas solo le estorbaba, ahora sí dejando al descubierto tu intimidad, estabas completamente desnuda y vulnerable ante él. Alastor con sus dedos abrió tus labios vaginales para ver tu entrada.

Que delicioso se ve aquí, dulzura - exclamó de forma seductora

-Alastor se posicionó bajando su cabeza hacia tu intimidad, acercó su boca y empezó a lamer allí abajo. De lo mojada que estabas, ahora está acción te hacía retorcer del placer, era la primera vez que experimentabas esta sensación.

Al-Alastor... mghm...! S-se siente bien - dijiste aferrándote a las sábanas de la cama

- Alastor al escuchar esto, empezó a chupar y succionar tu intimidad, provocando más gemidos por parte tuya.

Por instinto, sujetaste la cabeza de Alastor, hundiendolo más hacia tu intimidad, con los movimientos que hacía Alastor en ti, tuviste tu primer orgasmo.

Tus piernas temblaban, después de ello. Pero aún así querías más, querías hacerlo, un deseo de placer inundaba tu mente, los deseos carnales que tenías escondidos salían a la luz ¿es acaso que él logró su objetivo?

Alastor se posicionó entre tus piernas, sus intimidades rozaban, ambos se encontraban envueltos por la lujuria y el placer del momento.

¿No me habías dicho que no era tu primera vez? - dijo Alastor en tono burlón

¿C-cómo lo- fuiste interrumpida

Tenía mis sospechas desde un principio, pero desde que lo vi, me di cuenta que eran ciertas ‐ Alastor soltó una sonrisa

-No respondiste nada, te había descubierto, estabas muy avergonzada ante tal comentario, que solo optaste por mirar hacia otra dirección.

Alastor al darse cuenta de que no lo mirabas, te tomó fuertemente del mentón dirigiendo tu cabeza hacia el.

Si vamos a coger, entonces quiero que me mires mientras lo hacemos - exclamó en un tono dominante

- Alastor devolvió la sonrisa, se acomodó aún más, sujetando su miembro para presionarlo en tu entrada.

Al-Alastor... es muy grande eso no- nuevamente fuiste interrumpida

No soy un monstruo querida, haré que también lo disfrutes - exclamó Alastor

-Alastor te alzó un poco la cadera, y empezó a entrar dentro de ti. Era una sensación extraña para tu cuerpo, sentías que su miembro con cada segundo que pasaba entraba más en tu interior.

Pequeñas lágrimas salieron de tus ojos, eran por parte del dolor de ser penetrada por primera vez. Una vez que tuviste todo el miembro de Alastor dentro, te tomó unos largos segundos acostumbrarte.

Alastor empezó a moverse, eran movimientos lentos y gentiles.

M-mierda... estás jodidamente apretada - dijo Alastor sin dejar de moverse

- Aquellos movimientos lentos e interminables que al principio dolían ahora se sentían mejor, debido a ello, de tu boca salieron gemidos de placer ante lo que Alastor hacía contigo.

Por ello, Alastor aumentó la velocidad de sus estocadas, había aumentado la velocidad de sus caderas, te estaba follando de una forma en que tus gemidos ahora eran más audibles que antes.

Ah~ Alastor, se siente tan bien, uhg..! No pares p-por favor... - tus brazos y tus piernas se enredaban en Alastor

Si sigues apretando así... dulzura, harás que acabe pronto - dijo Alastor con dificultad

- En un descuido besaste a Alastor de forma apasionada mientras este no paraba de embestirte. El sonido de sus pelvis chocando no se hizo de esperar.

Gemidos, suspiros, y sonidos de sus cuerpos chocando se escuchaban en la habitación, ambos eran los únicos testigos y protagonistas de lo que sucedía.

Estoy en mi límite, voy a- fue interrumpido

- Ante la baja fuerza que tenía Alastor, con el peso de tu cuerpo lograste voltearlo. Ahora tú quedando arriba de él.

Ambos se miraban con un rubor notorio en las mejillas, manteniéndose cara a cara. Alastor estaba claramente sorprendido, este cambio de posición y de rol, no se lo esperaba para nada.

Deseo hacerte acabar, Alastor.