𝟬𝟬𝟮

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— T-Tzuyu~ ah m-más, Tzuyu — gemía al placer dado por su polla enterrada en mí, intentando moverme para sentir más aquello.

— R-Ruega, Sana — dijo entrecortadamente sin moverse y deteniendo mis movimientos de caderas con sus manos. Joder, solo quería que me rompiera.

— P-Por favor más, T-Tzuyu... Follame hasta que o-olvide si quiera quien s-soy, Tzuyu -— intentaba moverme pero no podía, ella seguía agarrando mis caderas firmemente para que no pudiera darme placer. Maldita sea su fuerza mayor que la mía.

Ella estaba sentada en la cama conmigo sentada en su regazo haciendo que su polla entre en mí, yo dandole la espalda haciendo que sus considerables pechos choquen con mi espalda, sus manos firmes en mi cintura y mis manos atadas detrás de mi espalda. Mis muñecas dolian pero es poco precio por lo que mi parte baja siente.

Estaba como ella quería. Siendo excitante para las dos la posición pero sería mucho mejor si pudiera moverme para saltar en su polla y darle placer tanto a mi cuerpo como al de ella.

— Por favor, h-haz algo para complacerte y complacerme, Alfa — seguía con la manos en mis caderas pero la diferencia es que ahora las tenía ayudándome a saltar. Ya había podido convencerla.

— Llámame m-más de esa forma, Alfa — me posicionó en forma de que mi trasero esté elevado para ella y mi rostro en el colchón, mis manos fueron desatadas para que solo apretaran el colchon por el inmenso placer que sentía. Mis muñecas estaban teniendo un picor pero no era como si con una polla dentro pudiera darle atención a eso.

Tzuyu se movía constantemente con su entrepierna contra mi trasero. Hace ya mucho había dejado de sentir el dolor inicial por ser penetrada desde allí. Siendo Tzuyu, el dolor es bueno igual.

Una pequeña mano se escabulló por mi abdomen. Bajando hasta llegar a mi miembro para después apretarlo levemente y masajear de arriba abajo la extensión completa. Se sentía jodidamente bien.

Yo no podía decir nada realmente coherente, solo gemía el nombre de Tzuyu o su apodo 'Alfa' y soltaba jadeos mientras apretaba las sábanas. Tzuyu era, seguramente, mi perdición.

Desperte sobresaltada soltando jadeos, sentía mi entrepierna realmente mojada por el más excitante sueño que pude tener. ¡Maldita sea el maldito sol que me dio en los malditos ojos y tuve que despertar de mi maldito sueño.

Pude ver que el sol apenas salía dando un paso para que sea de día.

Incomoda por mi erección caminé hacia el baño para hacerme cargo ahí sin que ahora mi madre entre de nuevo.

Esto es el colmo.

Maldita Tzuyu y su caliente cuerpo. Malditos apodos. Maldito apodo de "Alfa". Maldita voz extremadamente sexi. Maldigo su perfecta existencia.

Cuando salí de casa y me la encontré con una gran sonrisa que siempre me espera. Casi quise darle un golpe por provocarme.

— ¿Por qué tan malhumorada, cariño? Estas con una cara como de querer matarme — y la idiota todavía me pregunta.

— Siempre tengo esa cara contigo.

— Sip, pero hoy es más dura. ¿Pasó algo? — aunque lo decía casualmente, parecía tener preocupación en su voz y casi la golpeo por eso mismo, por preocuparse por mí, por simplemente no ignorarme. Aunque se sintió lindo.

— Nada que te importe — me crucé de brazos y me encaminé a la institución donde ambas íbamos a clases. En la maldita institución donde la conocí.

— Si me tratas así, claro que me importa, Jagi — su voz dulce me causó un revoloteo en el estomago y mis ganas de golpearla aumentaron. Como que quiero o golpearla o besarla... ¿Piedra, papel o tijera? No, mejor la misma respuesta de siempre.

— Deja de llamarme así — repuse en tono molesto que a veces me molestan incluso a mí. Sus apodos un día de estos hará que la estampe contra la pared de cualquier callejón y la haga callar de un beso, mala idea, no es.

— ¿Cómo, Jagi? — sabía que me estaba provocando y esta vez no voy a dejar que me gane. En nombre Minatozaki Sana no se deja ganar por una idiota Alfa provocadora pero es tan tierna que casi no puedo hacer nada.

— Si no te callas, yo te callare, Chou.

— Oh, ¿sí? ¿Y cómo? — parecía retarme y eso si no iba a dejarlo. Tzuyu se acercó más casi teniéndome en centimetros del rostro.

— Juegas con fuego, Chou.

— Pues quemame, Minatozaki — si me lo dice así, como no hacerle caso.

Tzuyu no tardó en sentir mis labios con los suyos en una fracción de segundo, obvio no se lo esperaba y solo pudo poner sus manos en mi cintura. Se siente tan bien su toque aunque sea solo un roce.

Es que, sus palabras, su cuerpo, su voz, su tan linda ternura... todo en ella está por volverme loca. Si no la iba a besar hoy, no iba a soportar otro día.

Sus labios eran tan suaves y cálidos junto a los míos. No quiero separarme de ellos y al parecer ella tampoco.

...

Narrador omnisciente

Tzuyu tardó segundos en recomponerse de la sorpresa y movió sus labios al ritmo de la Japonesa. No esperaba nada de eso, pero si es la oportunidad que quería, no la desaprovecharía.

Tanto deseo de probar esos labios y ahora Sana se lo concedió sin pedirlo. Sin siquiera darle.

Su primer beso con la chica que lleva cortejando hace tiempo. Un sueño hecho realidad y sería mejor.

Sentía el zoológico completo en su cuerpo, no solo en su estómago, en su cuerpo entero. Sentía sus manos hormigear y sudar por tenerlas en la cintura de la japonesa.

Sana no estaba diferente. Era más afectada por ello.

Su impulso sobre la menor la tenía hecha un desastre y no podía resistirse más.

Sus manos sudaban en la nuca de Tzuyu, su cuerpo temblaba y encontró su actividad favorita, besar a Tzuyu sin duda lo era.

Parecía no importarles las miradas indiscretas de personas que pasaban y Sana no se había sentido tan feliz de hacer lo que le gustó.

Se separaron con pesar por aire faltante. ¿Por qué tenemos que respirar? Fue lo que vino a la mente de las dos y jadearon por la perdida de contacto.

Los ojos de ambas brillaban, Tzuyu no creía que Sana la haya besado y Sana no creía que había besado a Tzuyu. No se arrepentía claramente pero si se avergonzaba por darle la cara ahora.

— S-Si así... — Sana esperó lo que sea que dijera Tzuyu — Si así me callaras pues no dejaré de hablar para que me calles siempre, cariño — Sana ahora no podía ocultar el sonrojo por estar cara a cara de la menor.

— Pues no me molestaría callarte — susurró apenas y junto sus labios antes que la menor dijera algo más, no quería avergonzarse mas. Tzuyu le siguió con gusto.

Tzuyu pudo sentir como es ser correspondida un poco. Siente esa inquietud pero luego preguntara, ahora disfrutará del hermoso toque de los belfos húmedos y suaves de la mayor junto a los de ella en una hermosa danza.

Tal vez este día su cortejo barato funcionó por lo menos un poco, aunque un beso para ella es mucho. Un beso para ella es menos dolor en su lobo interior.

Porque ese beso es proveniente de Minatozaki Sana.

Su Alfa y persona especial.




Mañana chaquetón JAJDJAKDJAK
solo por q me acusan de pajera actualize ahí tienes SATZUmisMOMMYS 😭

¿𝑨𝒍𝒇𝒂?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora