Capítulo 4. Temporada 1.

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Era la tarde en la aldea de la hoja, y con un bello plano del cielo aún azul, a la aldea llegaban de nuevo tres de sus ninjas que habían salido a una misión...

Naruto bostezo con la boca muy abierta para molestar a su hermana, que se tapó la nariz quejándose de su aliento horrible, mientras el rubio le sacaba la lengua. Anko estaba ignorando eso ya que estaba pensando en cosas más importantes, habían vuelto recién de una misión de rango B. La misión había consistido de escoltar al Daimyo y a su hija durante una junta que habían tenido estos mismos líderes feudales, había sido extremadamente aburrido, aunque Naruto casi estropea todo queriendo transformarse en Speedster, siendo que en su lugar se había transformado en Inferno, casi comenzando un incendio en todo el jardín favorito del Daimyo del país de la Nube.

- Eres un genio idiota, no puedo creer que casi nos hayas matado en el país de la Nube. - Dijo válidamente enojada. - A papá no le gustará esto y lo sabes, así que déjate de bromas infantiles. -

El rubio se sintió algo mal por eso, sabia que tenía la culpa al haberse comportado de manera infantil durante la misión, así que salió corriendo en dirección al centro de la aldea.

- ¡Naruto espera! - Exclamó Anko a su alumno.

Las dos mujeres se vieron y suspiraron, siguiendo su camino hacia la torre del Hokage. Por otro lado Naruto continúo corriendo hasta que llegó al único local de ramen que le gustaba, Ichiraku Ramen; ese pequeño local era llevado por un simpático señor llamado Teuchi y su hija Ayame, los dos tenían como clientes recurrentes a sus hermanos y sus padres, así que lo conocían bastante bien.

Naruto se sentó y pidió un ramen de miso, tenía su cara larga y parecía estar de mal humor, cosa que el hombre notó.

- ¿Qué pasa Naruto? - Preguntó con una sonrisa.

- Hice algo malo en una misión... Y estoy... Frustrado. - Dijo echándose sobre el mostrador.

El hombre lo miro sereno y le respondió:

- Ah pero no te preocupes Naruto, los errores los comete cualquiera, si aprendes de ellos e intentas no cometerlos de nuevo significa que valieron la pena. - El hombre motivó al chico, que lo miro con los ojos iluminados. - ...También puedes hacer más feliz a un viejo probando mis exquisitos ramen especiales. ¿Que te parece? -

Naruto acepto, comería uno de sus ramen especiales luego de terminar el de miso que la joven Ayame le dejó frente suyo. Luego de que el rubio disfrutase de su plato, Teuchi se encargó de hacer el próximo.

El viejo habrá tardado por lo menos una hora y media en hacer el platillo, cosa que al joven lo sorprendió ya que todos los ramen los solía hacer en menos de una hora.

- Prepárate para la mejor mezcla de sabores que tendrás la oportunidad de comer joven Naruto. - Dijo llevando de espaldas el plato, para finalmente poner en frente del rubio...

Naruto quedó con la cara en pausa, ¿Que carajo era eso? Juraría que ni siquiera un calamar tiene esos tentáculos tan gruesos y rosados, y por Kami, qué se suponía que era ese líquido que hacía de sopa

- La casa invita Naruto, espero que lo disfrutes. - El hombre se cruzó de brazos, esperando a ver cómo comía.

El joven le dedicó una sonrisa nerviosa muy grande, uso sus palillos para tomar uno de los tentáculos, que incluso se estaba moviendo un poco, al levantarlo Teuchi le asintió a la vez que Naruto lo metía en su boca para intentar masticarlo, no quería que el viejo se sintiese atacado después de más de una hora de cocinar.

Naruto 10: ¡Hora de ser héroe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora