2

166 16 1
                                    

TAEMIN

—¿Qué has hecho? — De alguna manera me las arreglo para mantener la molestia fuera de mi voz. Lo último que esperaba, cuando me presenté al trabajo esta mañana, era descubrir que MinHo me había organizado no una, sino dos citas como si estuviéramos de nuevo en el instituto.

—Dijiste que te costaba encontrar chicos en tu misma línea, así que me encontré con JongHyun, que también se ha divorciado, y luego me puse en contacto con Jinki.

Me encojo y alineo los recuerdos en la pared trasera de las estanterías. MinHo y yo entramos en el negocio juntos hace años, y nunca hemos mirado atrás. Tener una prisión abandonada como la Penitenciaría de Ongjin-gun como nuestro local, abre un mundo de posibilidades de trabajo. Diseñamos y fabricamos gran parte de nuestros artículos nosotros mismos, lo que mantiene los costos bajos y los beneficios altos.

Nunca imaginé que mi licenciatura en artes se destinaría a algo así.

—No es que no lo aprecie—, digo. JongHyun y Jinki son dos tipos guapos y parecen geniales por lo que sé de ellos, así que definitivamente podría haberlo hecho peor. El hecho de que MinHo me organice citas hace que me preocupe que mi plan para forzar su mano sea contraproducente. Le dije que un novio significaba no tener más citas, y aquí está ayudando a que eso ocurra—. No sé si JongHyun o Jinki encajan bien.

—¿Por qué?

—Bueno, JongHyun es...

—¿Caliente, rico, divertido?

Resoplé. —Así que sales con él.

—Te olvidas de que no salgo con nadie.

Esa ha sido mi única gracia salvadora este último año. Con quien sea que se enganche nunca se ha quedado, así que jamás he tenido que lidiar con ver a ninguno de ellos. —Y Jinki me asusta de forma discreta.

—Jinki es un buen tipo.

Estoy seguro de que lo es.

Estoy seguro de que ambos lo son.

Atractivo y agradable y probablemente dinamita en la cama.

Pero ninguno de ellos es MinHo.

Duele considerar la posibilidad muy real de que jamás ocurra. Nunca debí haber abierto la boca. Tampoco haberlo puesto a prueba para ver si lucharía por nosotros. Es mi maldita culpa por no ser feliz con lo que tenía, pero las cosas se están mezclando demasiado entre nosotros ahora como para seguir fingiendo que esto no es nada.

Me quedé en mi matrimonio más tiempo del que debía. Se acabó durante un buen año, más o menos, antes de que ambos pudiéramos admitir que era mejor alejarse, así que aunque me estoy pateando por haber empujado este asunto con MinHo, también sé que a largo plazo, dar el primer paso será mejor.

Estoy listo para ser feliz de nuevo.

Incluso si eso significa que no es con MinHo, tengo que intentarlo, maldita sea.

Puede que a él no le vayan los novios, pero a mí sí, y quiero que me vuelvan a querer. Lo extraño. Lo necesito.

—¿Estás bien? —, me pregunta.

No es hasta que habla que me doy cuenta de que he estado allí sosteniendo un gato de peluche, mi agarre se hace cada vez más fuerte. Tengo que recomponerme. Si voy soltando sentimientos y MinHo no siente lo mismo, se acabó la amistad. Sé cómo es él. Sé lo que la culpa le haría.

Y me niego a perderlo como amigo por algo tan simple y ridículo como los sentimientos. Así que, en vez de eso, le tiro el animal de peluche a la cabeza.

AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora