3

175 16 5
                                    


MINHO

Me lleva unos segundos parpadear a TaeMin para comprender que realmente está ahí de pie. Para ser justos, me he tomado un par de copas y se supone que está en una cita.

—¿Qué haces aquí?

Se queda mirando, y me pregunto si ha olvidado, por un momento, que se supone que está con Jinki.

—¿Amigo? ¿Estás bien?

—¿Cuándo fue la última vez que te acostaste con alguien? —, pregunta apresurado.

Sonrío. —Hace dos días.

Su cara cae. —Oh.

—¿No deberías saberlo? Estabas allí. —Lo miro, tratando de entender qué le pasa. Está más pálido que de costumbre y parece confundido—. ¿Estás borracho?

—De acuerdo, ¿Cuándo fue la última vez que te enrollaste con alguien que no era yo?

Mi boca se cierra de golpe. Decirle o no decirle... aunque, con la forma en que me está mirando ahora, tengo el furtivo presentimiento de que podría saberlo. —Ha, ah, pasado un tiempo.

—¿Ha habido alguien más desde que nos acostamos?

Dejo escapar un largo suspiro. —El último tipo fue justo después de tu divorcio.

—¿Dos años? — Se le quiebra la voz—. ¿Por qué?

Gruño y me doy la vuelta para volver a entrar. Seguro que puede entender el porqué, sin que yo tenga que explicárselo. La puerta se cierra con un chasquido y siento, más que oigo, que TaeMin se mueve detrás de mí.

Una bocanada de cálido aliento me llega al cuello. —Dime que he sido un idiota. Dime que esto es lo que creo que es.

Me giro para mirarlo. Su mirada es firme pero incierta. Puedo leer en su rostro el dolor, la esperanza y una especie de desesperación que me llega al corazón. —¿Qué crees que es esto?

—Algo más.

—¿Más qué? — Intento no emocionarme demasiado, pero TaeMin no vacila.

—Más que encuentros sexuales. Más que amigos. Más que sentimientos y tonterías. Yo...— Traga. En voz alta. La forma familiar que me indica que está nervioso, y espero a que encuentre las palabras—. Creo que estoy enamorado de ti.

—Mierda.

—Dime que sientes lo mismo.

Y el hecho de que aún no lo sepa demuestra que mi mejor amigo es el hombre más bello y discreto del mundo. —Lo eres todo para mí. El amor no es una palabra lo suficientemente grande.

Sus manos agarran mi camisa y me atrae hacia él, con su boca encontrándose con la mía.

Le devuelvo el abrazo a TaeMin con la misma fuerza, preocupado por si me lo estoy imaginando o estoy más borracho de lo que pensaba, pero es cálido y huele tan perfectamente igual que no hay forma de que mi mente pueda fabricar todo esto. TaeMin se derrite en mi regazo, volviéndose tan magníficamente flexible solo para mí, y lo único en lo que puedo pensar es en llevarlo a la cama y encima de mí.

Pero, antes de que pueda dar un paso, se retira para pasar su boca por mi cuello. —No quiero salir con nadie. Nunca he querido salir con nadie. Todo lo que quiero eres tú.

Lo aprieto con fuerza, la voz sale tensa. —Entonces eso es exactamente lo que tendrás.

Nos tambaleamos hacia el dormitorio, con un desorden de ropa desechada, chocando con las paredes y casi tropezando, pero sin querer soltar al otro ni un segundo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora