Supo que había sido una pésima idea en cuánto el humor de su padre parecía cambiar drásticamente.
Ahora, que creía que Blas tenía novia, comenzó a tratarlo bien, sin dejar de recalcar cada vez que podía que aquello con el "villero" no había sido más que una etapa, que era bueno olvidar.
Blas se sentía sucio, parecía que no podía dejar de mentir y hacer las cosas mal, estaba engañando a sus padres, usaba a Flor que era su única amiga, y lo peor de todo, le estaba fallando a Felipe.
Felipe, por otro lado y ajeno a todo lo que pasaba, se sentía cada vez más enamorado.
había tenido sus conflictos con esto de tener un novio, pero le gustaba, le gustaba lo que Blas y él tenían, y ya no quería ocultarse, estaba dispuesto a mostrarse con él incluso en la escuela, incluso en las fiestas ridículas que organizaban sus compañeros para el viaje a Bariloche.
No entendía muy bien porque los alumnos ricos necesitaban juntar plata, pero ahí estaba ese sábado, junto a Blas, en el baile de invierno.
Todo el gimnasio estaba detalladamente decorado con globos, bolas de espejo y esas cosas típicas que a juzgar por Pipe, eran ridículas, era claro que todos se creían en una pelicula yankee.
Había incluso mesas con ponche y un dj pasando música como si fuera ese el mejor festival del mundo.
Todos estaban allí cuándo ellos llegaron juntos, incluida Flor que en verdad se estaba cansando de ver a Blas con ese tipo.
Ignorando aquélla odiosa mirada, Pipe tomó de la mano a su chico y se sentaron en una mesa, tomando las bebidas que ofrecían...un poco alteradas
-¡Pipe! ¡guarda eso! te llegan a ver con alcohol...
-¿y que van a hacer?-preguntó él burlón mientras mezclaba la bebida con la botella de vodka que había metido
Poco después le invitó a bailar, Blas sabía que a él no le gustaba hacerlo pero estaba decidido a hacerle pasar una noche perfecta.
Bajo una gran bola de espejos y luces suaves se sentía el chico más feliz del mundo, no le importaba si alguien los estaba viendo, de hacerlo seguramente los envidiaria, con sus manos en su cintura y las suyas en sus hombros no existía más que ellos dos.
-¿estás bien?-le preguntó al oído
-si, todo bien
-¿estás nervioso? ¿te da miedo? podemos irnos si queres
-estoy bien amor, siempre quise esto
-¿bailar conmigo bajo una bola de espejos barata en el gimnasio de la escuela?
-con vos, haciendo lo que sea,pero con vos
él sonrío y le besó,Blas le abrazó y cerró los ojos, quería capturar ese momento para siempre.
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Después de mucho tiempo de estar así decidió que el baile les estaba quedando corto, necesitan algo más para tener una noche ideal.
-¿nos vamos?- le preguntó mirandolo a los ojos, todavía no era bueno para hacerse entender
-¿queres ir a sentarte?
-...no, me refiero a...irnos
-¿te llevo a tu casa? todavía es temprano
-no...quiero ir al auto, es...una linda noche
Pipe había aprendido a manejar hacía poco y en cuánto tuvo dieciocho había conseguido su permiso.
el padre se negaba a prestarle el auto, pero entendía que aquella era una ocasión especial, asi que lo había hecho.
