Capitulo 1:

46 11 8
                                    

Aparqué mi motora en un espacio libre cerca del lugar dónde mi mejor amiga dijo que quedáramos. Quité mi casco dejando que esa fría brisa golpeara mi rostro a la par soltaba un suspiro.

— ¡Vera!— sentí unos brazos rodearme el cuerpo. Tuve que hacer presión en mi pierna izquierda para que ambas no cayéramos y mi bebe sufriera las consecuencias(mi motora)

— Hola Ivy. — emití con una pequeña sonrisa.

— ¡Hasta que por fin veo tú hermosa y negra cara!— remarcó mirándome con reproche. Apagué la moto, e baje la palanquita al costado de abajo para que la misma se sostuviera.

— Lo sé. Y lo siento, he estado ocupada con muchas cosas de la empresa. — admití encogiéndome de hombros. Mi trabajo se a puesto el doble de duro que antes gracias a que mi jefe está detrás de un culo, en vez de estar pendiente a su empresa de pacotilla.

El desconsiderado se va en medio de reuniones dejándome a mí suerte, pidiéndole disculpas a las personas mientras me miraban con desaprobación cómo si yo fuera la que salió en medio de su charla para follar en los baños. Me deja todo un papeleo y una infinidad de quehaceres.

Le estoy empezando a coger manía.

— Te noto distraída, pasó algo con tú noviecito rico con apellido de mafioso?— indagó burlona.

— Ja ja, eres tan chistosa. Pero no es así, es todo lo opuesto, es mi jefe. — susurré frunciendo las cejas.

— Tu jefe? Ya entiendo, piensas en otro hombre mientras estás con tu novio!— dijo, negué rotundamente. Casi con una mueca en asco.

Pensar en mi jefe mientras estoy con Kaesar? Es la última persona en la que pienso.

Es la última persona en la cual quiero pensar cuando estoy fuera del trabajo.

— Claro que no.

— Ah.. Bueno. Y por qué?—

Me bajé de mi bebe, parándome junto a mi amiga. Sonreí con algo de cansancio.

— No quiero hablar del trabajo cuando estoy fuera de el. —

— Lo comprendo, algo aparte dé?— interroga, rodeando nuestros brazos para encaminarnos hacia Dios sabe dónde.

— Bueno, también si estoy teniendo problemas con mi 'noviecito' — admití rendida. — Está raro, no hemos hablado mucho y las veces que lo hicimos él se comportó extraño. Era mi escape y mi máquina para desestresarme tres mil. Pero últimamente no es nada de eso.

— Eso yo no lo quería saber — objetó frunciendo sus cejas. Negó rápidamente con su cabeza para cuando nos detuvimos, di vueltas en mi cabeza de en dónde nos encontrábamos.

— ¿Que hacemos aquí? Este es uno de los bares más caros de la ciudad. — admití. — Yo no tengo tanto dinero para entrar, y es con reservas —

— Descuida bebé, ai gat shu- me guiñó un ojo e cuando estuvimos frente a la puerta, sacó dos tickets dorados y se los enseñó al guardia de seguridad. Mismo que no se inmutó, quitó la línea roja que nos impedía la entrada y nos deseó disfrute para esta noche.

— Ivy, a quien rayos le robaste esas entradas?!— pregunté atónita

Unos hombres vestidos con trajes de gala negro, se acercaron a nosotras, y nos quitaron los abrigos, dejando expuesta mi camisa blanca de manga corta y mi falda negra.

Yo no estaba vestida para esta ocasión, acababa de salir de mi trabajo y decidí que necesitaba un momento divertido. Pero no pensé que Ivy me traería a un bar lujoso.

Contrato con cadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora