Capitulo 12:

15 5 1
                                    

Llegué a la primera planta, y la castaña estaba sentada sobre el escritorio de Carla. Fruncí el ceño ante eso, me acerqué, provocando que la menor se bajara.

— Te acomodas muy rápido. — le dije, y ella solo sonrió.

Le puse la montaña de papeles que tenía a un lado del escritorio, Carla no dudó en arquear las cejas con indignación.

— Y tú también. Piensas dejarme tu papeleo?— preguntó.

Sonreí inocente.

— Noo, ¿Cómo crees? Esperaba que consiguieras a alguien quien me cubriera — sus negras cejas se alcanzaron por encima de sus lentes.

— Bien, y si el señor pregunta?—

— Le dejé una nota, pero por si las moscas, salí a comer— respondí.

— Esta bien.—

— ¡Gracias, Carla! — chillé de emoción. June no perdió tiempo y me agarró de la mano, para arrastrarme fuera de la empresa.

Quise partir en llanto cuando vi mi motora parqueada frente a la empresa. Era una deportiva color negra con los aros de igual color.

— ¡Me trajiste a mi bebé!— chillé de emoción, abrazando a mi medio de transporte.

— Si, también te traje ropa pero esa está en mi casa. ¡Oh! Casi lo olvido, tú móvil — me extendió un iPhone, cosa que me provocó fruncir el ceño.

— Ese no es mi móvil. —

— Es tu nuevo móvil. Seren me contó que Kaesar te vió, así que no nos arriesgaremos a nada, te conseguí uno nuevo y pasé tus contactos— respondió con una sonrisa.

Sorprendida, acepté el móvil, viendo que era de un color azul claro opaco. Me recordó a cierto tipo.

— Azul?—

— ¿No te gusta?— pregunta algo indignada.

— Acaso el tuyo es azul?— respondí con otra pregunta, cruzándome de brazos.

— Si, igual que el de Seren. No querías hacer matching?—

Olvidaba que June sigue siendo una niña aunque poco no lo parezca. Ahora mismo iba vestida con una camisa de Hello Kitty color blanca algo corta y shorts grises con zapatos rosados.

— Gracias, es bonito.— agradecí. Lo guardé en mi bolsillo, ya que por primera vez venía vestida con pantalones de bolsillo para el trabajo. Estoy casi vestida cómo los guardias que habían en su casa.

Me monté en mi bebé, quitando la palanquilla y dejando mis pies al suelo para que no caer. Lo encendí.

— Vienes o te invito a subir?— pregunté burlona. Ella sonrió ladina e no dudó en poner su mano en mi cintura y sentarse detrás de mi, bastante pegada a mi espalda.

Moví mis manos, acelerando mi motora para de una vez arrancar.

— Cómo encontrarás la información que buscas en esas direcciones?—

La castaña apoyó su cabeza en mi hombro.

— Sospecho que Deivitrich también busca a Sage y si tiene alguna información la robaré. Sobre Zeku, es evidente que tendrá algo, así por fin sabremos quién es — respondió.

Asentí, deteniendo mi vehículo cuando la luz se tornó roja.

— ¿Y a donde voy?—

— Las direcciones la envié a tu móvil. —

Contrato con cadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora