Capitulo 3:

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Llegué hasta el último piso, donde se encontraba la oficina del jefe y la mía. Justo cuando las puertas del elevador se abrieron, me encontré con este.

— Llegas tarde. — dice serio.

— Claro que no.

— Estabas supuesta a venir a las siete, no a las ocho. — obvia entrando. Me quedé mirándolo mal.

— A dónde vas?— pregunté.

Acomodó los botones de sus mangas sin contestar.

— Tengo cosas importantes que hacer. —

Fruncí el ceño. ¿Cosas importantes en donde? Me pidió algo y que viniera a primera hora para irse?

— Tengo que hablar contigo. — dije, pero él me ignoró, y presionó el primer botón. — Es sobre la misión.

— Es imposible que hayas encontrado la información que requiero en menos de veinticuatro horas. — respondió, mirándome por fin.

Molesta, presione el botón del último piso nuevamente. Para que el elevador no se moviera, y él sea incapaz de irse.

— Tendrás que escucharme.

                               ♗

Saqué mi móvil, lo encendí, desbloqueándolo. Fui a contactos, y busqué uno en específico.

"Mi amor ♡"

Ya me da hasta cringe tenerlo así.
Le marqué, esperando a que contestara. Y lo hizo.

Hola?

— Estoy sola en la oficina de mi jefe, tengo la computadora. — dije. Mirando un punto en específico de la oficina. El escritorio con la computadora. — Está bloqueada. —

Bien. El USB tiene pegado otro dispositivo más pequeño. ¿Lo ves? Bien. Solo lo tienes que conectar justo al lado donde pones el USB, al hacerlo, se desbloqueará solo.

Hice lo que me dijo, no tarde en ver cómo la pantalla se ponía en negro y parecía resetearse por completo.

— ¿Cómo?..

Ya dije que prometía explicarte. Pero ahora necesito que descargues todos los archivos que encuentres.

Solté un suspiro. Conecté el USB, , y comencé a descargar todos los archivos que habían disponibles cómo me había dicho el peli-rubio. Entraba, presionaba la descarga y me salía al siguiente archivo, seguí haciendo esto hasta que quedé con uno que captó mi atención.

Kaesar Deivitrich, hijo mayor de la familia Deivitrich. Él también ha estado investigando a mi rubio. Fruncí el ceño y sentí una incomodidad en mi pecho al ver a este junto a una morena agarrados de la mano.

Sentí cómo mi corazón se detuvo, si eso era posible, pasó en este instante. Ellos.. se estaban besando en una foto, en otra sonreirán, habían tantas fotos de esos dos juntos.

Mis ojos me comenzaron a picar. Mi garganta se puso seca, y no tardé en sentir un dolor en mi pecho.

Amor? ¿Estás ahí? — escuché su voz, y maldecí por querer que me llamara amor otra vez. Por querer que me diga que es mentira, y me abrace hasta que olvidé que me estuvo siendo infiel. Hasta que olvide que acabo de ver estas fotos.

— Si..

Limpié las lágrimas que se escaparon de mis ojos. Tapé mi boca para que de ella no salieran sollozos, no puedo llorar ahora. Escuché pasos aproximarse,  y estoy casi segura de que son provenientes de mi jefe. Saqué el USB, cerré los archivos, apagué la computadora poniéndola justo cómo estaba antes. Intentando hacer ruido para que él lo pudiera escuchar. La puerta fue abierta, y mi corazón dio un vuelcón.

Contrato con cadenasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora