Fem|Wonki:#1

De repente

Luego de que Jungwon pasará vergüenza al ver que había formulado mal la pregunta acordaron hacer el trabajo juntos al día siguiente–ya que era sábado–en la casa del mayor.

Cuando el timbre sonó Jungwon corrió a la planta baja y le abrió la puerta al rubio,ambos dirigiéndose a su habitación.

Él tomo su computadora mientras Niki investigaba un poco en su teléfono para luego unir las partes.

—Oye,mira esta parte,se ve bien fundamentada—le tocó el hombro y el rubio volteo la mirada hacia el aparato.

Lo vio fruncir el ceño y se acomodo en el suelo a su lado.

—No wonnie,mira aquí en la parte del fondo anuncia que es parte de una página de chismes,son puras suposiciones—se inclino cerca del coreanito poniendo una mano en el muslo de este para explicarle.

—Oh! Tienes razón—le dice.

El más alto sonríe y asiente,se aleja considerablemente de su rostro y lo ve seguir buscando sin apartar su mano.

Allí es cuando Jungwon se da cuenta de algo,no se había quitado la falda y el menor lo había visto con ella.

—Dios! La falda!—dio un pequeño brinquito e hizo el amago de levantarse pero la mano que permanecía acariciando su pierna se apretó ejerciendo presión hacia abajo.

—Dejatela—solto el rubio.

—Nonono,como es que no me habías dicho—dijo tapando sus mejillas.

—Por qué habría de decirte algo?—pregunto—en todo caso que quieras que te diga algo,se te ve jodidamente preciosa.

El mayorr soltó un pequeño chillido y sintió como unas largas manos tomaban sus muñecas destapando su rostro.

—Realmente te queda bonita,y si me preguntas por las medias—se acercó de a poco al rostro del menor—se te ven malditamente sexys.

Le dió un suave roce de labios y sonrió ladino.

—No sabes cuántas cosas me imagino haciéndote con ellas.

Niki junto sus labios llevando una mano a la cintura del más bajo mientras acariciaba la pierna de este.

El mayor soltó un jadeo cuando el japonés se encargó de amasar sus piernas a su antojo, él movió sus manos a la nuca de este jalandolo para que pegarán más sus cuerpos a lo que este no puso queja suavemente recostandose sobre el chico.

Sus labios no se apartaron en ningún momento y sus manos exploraban cada vez más.

Y justo cuando sus cuerpos pidieron por aire.

Jungwon despertó.