Ante la inminente guerra entre la oscuridad y la luz, el Sacerdote Fushiguro Megumi se enfrentará a la tentación más grande de todas... El Rey de los Demonios.
«Así que en su afán de controlar cada detalle, se olvidó de lo sagrado en la imperfecció...
Me quedo petrificado, sin saber qué hacer. Su mirada lee cada rincón de mi ser. Intento apartarme, pero una de sus piernas se cuela entre las mías.
—¿Y si te dijera que el deseo es la fuerza motriz que impulsa a la humanidad?—dice con una risa siniestra—. ¿No te tienta explorar tus deseos más profundos?
—Busco la verdad y la bondad. No permitiré que las tentaciones de la oscuridad me desvíen—respondo con determinación.
Sukuna se ríe, acercándose. —Oh, eres un sacerdote valiente. Pero la valentía no siempre basta para resistir la tentación. ¿Qué te impide ceder al placer prohibido?
Siento su muslo rozar mi entrepierna y suelto un ligero gemido. Me tapo la boca, horrorizado.
—Los deseos sexuales son solo una de las maneras en que los humanos expresan su naturaleza primal—alega, mientras me provoca.
—Para, déjame ir—susurro.
—No parece que lo quieras—dice, sonriendo mientras sigo rozando contra él.
"Tengo que correr de aquí, antes de que sea tarde."
— Puedo ayudarte a correrte, no a correr—, dice juguetón, soltando una carcajada de lo más contagiosa.
Lo miro sorprendido.
— Si, puedo leer tus pensamientos, Megumi. —, Me vuelvo a estremecer, sus labios pronunciando mi nombre despiertan cosas en mi.
— E-espera, ha-ay muchos transeúntes aa-quí, nos verán —, dije desesperado por la situación.
De un chasquido Sukuna nos envolvió en una cortina transparente que separaba dos dimensiones.
— Ahora nadie nos interrumpirá—, dijo con una sonrisa, mientras desabotonada y se colaba suavemente entre mis pantalones, llegando a mi erección. Lleva su mano a la punta de mi erección y hace movimientos circulares.
No lo puedo evitar mis gemidos inundan el lugar, mientras siento su excitante toque. El vaivén de su mano se acelera mientras me recuesto sobre el árbol.
— Más.—, digo por inercia, perdido en el mar de sensaciones.
—Lo que quieras, pequeño. —, su mirada se vuelve más lasciva, aumentando la velocidad.
Me arqueo recostandome sobre el árbol y siento un estremecimiento caliente de pies a cabeza, llegando a la eyaculación.
Me siento desfallecer pero Sukuna me agarra antes que caiga. El pone mis pantalones en su lugar, colocándolos nuevamente. Observó de reojo su atuendo manchado de mi esencia, salpicando incluso en su bello rostro.
— Lo siento. — dije apenado.
— No me molesta, es más, tus gemidos son música para mi. —, dice depositando un suave y dulce beso en mi mejilla.
Tratándome como lo más delicado del mundo.
— Esto está mal, no debería ser así. —, digo angustiado. Dándome cuenta que caí en los encantos del demonio. ¿Cómo pude fallar de esa manera?
— Las reglas están para romperse. Además este mundo es cruel y desolado. —, dice sacando un cigarrillo y prendiéndolo.
— No deberías fumar. —, dije serio— dañará tu salud.
Sukuna sonríe ampliamente con aires de superioridad.
— ¿Así que te preocupas por un demonio como yo?—, dice entre sorprendido y sarcástico. — Eso sí es interesante.
Lo miro serio, sin un rastro de gracia.
— Está bien, humano—, dice levantando las manos en símbolo de rendición, apagando el cigarrillo y tirándolo a la basura— Y para que te conste, el cigarrillo no puede hacerme daño, soy un ser inmortal.
Miro a otro lado, no contestándole, tratando de alejarme de él.
— ¿Me vuelves a ignorar? ¿He? Incluso después de lo que hicimos. —, lo ignoro nuevamente.— Ok. Se cuando no me quieren aquí ¿Pero ni siquiera un beso de despedida? —, dice fingiendo lástima, pero en su rostro no se borra su sonrisa irónica.
Me dirijo a la salida del bosque lo más rápido posible.
— ¿Así tratas a tu novio?
Lo miró expectante pero no logro responder ya que deposita un casto y rápido beso sobre mis labios. Un beso muy sutil y efímero.
Él sonríe triunfante y feliz.
— No pued... —, no alcanzo a terminar ya que Sukuna desaparece en una niebla oscura rápidamente, dejándome solo en el bosque.
¿Qué acaba de pasar?
¿Qué he hecho? ¿Cómo he podido caer en la tentación de pecar con un ser tan oscuro y corrupto como un demonio?
Me siento sucio y avergonzado por haberme entregado a algo tan maligno y peligroso.
Sin vuelta atrás, al juego del destino que recién empezaba...
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N/T:
¡¡Bienvenidos a esta nueva novela!! Agradezco mucho su apoyo :3 Subiré los capítulos a medida que pueda.
Los quiero <3
Expansión de dominio: Yaoi de riko.
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