I'M YOURS → Kagome harem saint seiya

4. El Santuario.

Era un día normal como cualquier otro en el santuario de Athena o al menos eso es lo que se creía.

Pero en la oficina del patriarca se encontraba este mismo dando vueltas por el lugar sumamente nervioso y preocupado.

Shion: ¿Y si no despierta?— Se preguntaba mientras caminaba de un lado a otro —¿Que tal si la hirieron gravemente?.

Tras el pequeño ataque que sufrieron kagome y shippo ambos fueron llevados al santuario por el caballero dorado; aioros de sagitario quien le explicó al patriarca lo ocurrido y también el por qué llevaba a shippo con el.

Hasta el momento shippo no se había despegado de kagome desde que los llevaron al santuario negándose a salir de la habitación de la azabache y también a hablar con los demás, el pequeño se encontraba asustado y preocupado por el estado de la mayor.

Ya había pasado un día completo y kagome no había dado señales de despertar, al parecer el golpe había sido demasiado fuerte.

Unos ligeros golpes en la puerta del patriarca fueron los que le llamaron su atención.

Shion: Adelante— Dijo dejando de dar vueltas por el lugar.

Una doncella ingreso y realizo una reverencia.

Doncella: Patriarca, la señorita Athena ha despertado— Le comunicó.

Shion rápidamente salió de la oficina hacia la habitación donde se encontraba la joven con el niño siendo seguido por la doncella.

Shion: Podrías avisarle al caballero de sagitario que necesito de su presencia— Le ordenó a la doncella quien solo asintió y se retiró.

Mientras tanto en la habitación

-Unos minutos antes-

Los rayos del sol se filtraban por un balcón hacia adentro dando directamente en una joven y un niño ambos profundamente dormidos en la única cama que había en la gran habitación.

La primera en despertar fue la de cabellos azabaches que se movía con cuidado para no despertar al pequeño que dormía a su lado.

Kagome: Está no es mi habitación— Dijo en voz baja mientras observaba el lugar con cierto pánico —¿Dónde estamos?.

Shippo al sentir que algo se movía a su lado despertó.

Shippo: ¡Mamá!— Gritó con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos mientras la abrazaba —P-pense que no despertarás y me dejarías solito— Dijo entre sollozos.

La joven al verlo en ese estado lo tomo y lo puso en su regazo para abrazarlo y tranquilizarlo.

Kagome: Ya tranquilo, estoy bien— Le dijo mientras acariciaba cariñosamente su cabeza —¿Pero tu como estas? ¿No te hicieron daño?.

El menor negó mientras trataba de calmarse.

Sentada en la gran cama con Shippo en su regazo observo todo con cautela, la habitación era muy lujosa.

Kagome: Shippo— Llamo al pequeño que solo la volteo a verla —¿Dónde estamos?.

Shippo al ver la cara confundida de su madre le explicó todo lo que había pasado desde que ella se había desmayado como la aparición de un caballero de dorado que los había salvado.

Kagome un poco confundida lo escuchaba mientras varias preguntas rondaban en su mente.

¿Porque un caballero al servicio de la diosa Athena la había ido a buscar específicamente a ella?