Narra Kagome:
Me encontraba en la habitación con Shippo mientras ambos acomodabamos el lugar antes de irnos, ya nos habíamos puesto nuestras ropas con las que habíamos llegado, y yo ya me había comunicado con mi manager para pedirle las llaves de la casa de Grecia a lo que el accedió sin preguntarme nada, también había hablado por teléfono con mi madre la cual se encontraba preocupada por Shippo y por mi, lastimosamente le tuve que mentir diciéndole que habia salido de emergencia, y ella parq no incomodarme aceptó mi vaga explicación confiando en mi.
Al terminar alguien toco la puerta por lo que me acerque sabiendo que de seguro ya venían a decirme que me fuera.
Al abrir la puerta ví a aioros y a un hombre rubio de cabello largo y ojos cerrados por alguna extraña razón, parecía ser más joven que aioros, pero no le tome mucha importancia y sonríe.
Aioros: Buenas tardes señorita— Sonrió aunque a se podía notar que era falsa.
Por algún motivo parecía estar triste.
Kagome: Buenas tardes Aioros— Le devolví el saludo con una reverencia como es común en Japón y sonreí —Sucede algo.
Sabía que venía a decirme que me fuera.
Aioros: Vera es algo difícil de explicar... Pero usted...
Iba a seguir hablando hasta que el rubio lo interrumpió.
???: Usted ya no vivirá aquí— Dijo con tono serio —Lamentamos el malentendido Pero tendrá que irse.
Al parecer tenia prisa porque me fuera, eso me hizo sentir triste por alguna razón, como si me estuvieran corriendo de un lugar muy importante para mí.
Pero decidí esconder esos sentimientos y al parecer logré engañarlos a la perfección.
Kagome: ¿Ah? Eso era todo— Finjo estar bien y sonrió amable —Esta bien— Asiento con una sonrisa y ellos parecen estar sorprendidos y confundidos por mi respuesta —Me ire cuando empaque mis cosas.
Sabía que esto tarde o temprano ocurriría, era demasiado obvio, Inuyasha tenía razón soy demasiado débil para ser alguien fuerte, lo único que me hace especial es ser la reencarnación de kikyo. Tal vez haya perdonado a Inuyasha cuando me ofreció una disculpa por esos comentarios hacia mi, pero yo nunca olvidaré sus palabras que muy en el fondo son ciertas a mi parecer.
Entre y observé a Shippo sabía que había escuchado todo.
El me vio y se acercó a mi sabiendo que me sentía triste, y me abrazo, yo inmediatamente correspodí y sin percatarme una lágrima cayó de mi ojo derecho.
Shippo: No te preocupes, no necesitas a nadie por qué me tienes a mi y yo sé que eres muy fuerte— Me consuela.
A veces siento que el me conoce más de lo que yo misma lo hago.
Al salir de la habitación, Shippo y yo nos encontramos con Aioros, el cual nos veía con tristeza, Shippo decidió ignorarlo y yo me acerque.
Kagome: ¿Sucede algo aioros?— Le preguntó.
Aioros: No, no pasa nada, le pedí permiso al patriarca para acompañarlos a la salida del santuario— Trataba de sonar normal Pero aún así lograba escuchar un tono triste de su parte el cual decidí ignorar —Permitame ayudarla— Tomo mi mochila.
Kagome: No hace falta, yo puedo llevarla— Dije amable.
A lo que el se negó.
Al caminar pude escuchar varios comentarios de los caballeros y amazonas.
“Ya se va la usurpadora”
“Que bueno que se va”
“Sabia que no era ella”
“Se ve demasiado debil”
Me sentí ligeramente herida pero decidí ignorarlos.
También note a varios caballeros reunidos hablando, ¿Me preguntó si Seiya y los chicos sabrán de esto?. El resto del camino nos mantuvimos en silencio hasta que llegamos a la salida.
Aioros: Llegamos si necesitas algo no dudes en venir a buscarme estaré aquí, yo estaré aquí para usted— Me entrego mi mochila.
Tome mi mochila no sin antes despedirme de Aioros al igual que Shippo lo hizo.
Kagome: Gracias aioros, espero que nos volvamos a ver pronto— Sonríe no sin antes abrazar al caballero provocándole un sonrojo por esa acción tan inesperada para poco tiempo después corresponderle.
Shippo solo vio esto con sospecha, el pudo apreciar el tinte rojo que tiñó las mejillas y los latidos acelerados del corazón de el caballero de sagitario.
El Kitsune era consciente del efecto que tenía su madre adoptiva en las personas y más ahora que era mundialmente conocida, el también se unió al abrazo y aioros no dudo en responder el gesto del menor con sumo cariño.
El castaño se retiró, mientras Kagome y Shippo caminaban hacia el pueblo tomados de la mano.
Días atrás Seiya y los chicos me habían informado que tatsumi no vendría a Grecia porque se había enfermado y mi manager no podría venir ya que tenía asuntos que atender sobre futuras presentaciones del grupo y no quise molestar a las chicas que en esos momentos podían estar con sus familias.
Kagome: Tenía tiempo que no veníamos— Suspiré exhausta.
Shippo: Tienes razón, pero a mí me gusta mucho es un lugar muy tranquilo y bonito— Observa el lugar.
Una vez llegamos a la casa que teníamos en Grecia justo a las afueras de rodorio cerca del bosque, Shippo se fue a bañar y yo me dirigía a mi habitación, dejando la maleta a un lado y tirandome a la cama.
Kagome: Estoy aburrida— Se sienta y hace un ligero puchero— Ya se— Se le ocurre una idea y sale a rápidamente de la casa no sin antes avisarle a Shippo que saldría.
Me trae buenos recuerdos el estar aquí, este bosque era donde venía de pequeña con mi padre y aquí conocí un gran amigo al que no he visto en años y espero volver a ver algún día.
Pero había un lugar en específico y es a donde me dirigía.
Kagome: La vista sigue siendo igual de hermosa— Observa el atardecer con tranquilidad —Extrañaba está sensación— Cierra sus ojos y respira profundamente —¿Cómo estarán?— Por alguna extraña razón la sonrisa que tenía se borró de sus labios al pensar en los chicos.
???: ¿Porque tan sola diosa athena?— Me congelé ante esa palabra —¿No vas a saludar athena?— Pregunta la voz burlonamente.
Kagome: Podré ser athena pero tengo nombre y es Kagome— Voltea hacia donde provenía la voz —¿Quien eres?.
Por alguna extraña razón no le daba buena espina el aura de esa persona, era oscura y le daba miedo.
???: Que modales los míos— Un peliplata con una armadura negra sale de las sombras mientras tenía una sonrisa arrogante —Soy minos de grifo, uno de los jueces del Inframundo.
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I'M YOURS → Kagome harem saint seiya
Fanfiction→Eres tan bonito que duele Bebé, soy tuya ¿Que pasaría si un día te enteras de que eres la reencarnación de una antigua diosa griega? Pues esa es la historia de kagome higurashi que pasó de ser la reencarnación de una sacerdotisa a ser la reencarna...