𖹭 . 𝖼𝗂𝗇𝖼𝗈

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A Sunoo le sudaban tanto las manos que comenzaba a preocuparse, pero agradecía estar empapado, de esa forma lo disimulaba mejor. Es que ese atractivo hombre no dejaba de hacerlo sentir nervioso. Olía jodidamente bien, su altura no era una broma y lo mejor de todo, subió el volumen de la radio cuando comenzó a sonar una canción de Taylor Swift ¿qué mejor hombre que de ese tipo? Volteaba cada tanto a mirar si estaba bien, ofreciéndole pañuelos para que limpie su rostro, diciéndole que fuera cuidadoso con lastimarse aún más. Creyó que estaba siendo algo incómodo para el mayor así que, en un semáforo habló.

"There I was again tonight
Forcing laughter, faking smiles
Same old tired, lonely place..."

—Hyung, lamento estar mojando su auto...—Su voz salió tan débil que quiso golpearse tanto como Eric lo hizo ¿Que tan idiota podía ser?— Y-yo lo voy a secar.— Trató de sonreír para mirarlo luego. Dios, que alguien sostenga a Sunoo porque el hombre tamborileaba sus dedos en el volante al comenzar otra canción de Taylor Swift.

"Walls of insincerity, shifting eyes and vacancy
Vanished when I saw your face
All I can say is, it was enchanting to meet you..."

—No te preocupes, amiguito. No es la gran cosa.— Sonrió mirando al frente aún.— Una vez, mi colega derramó tanta salsa en mi auto, que casi lloré al verlo. Luego de eso, no creo que haya algo... peor...—Riki iba a seguir hablando, pero al girar se encontró con el rostro de Sunoo sonrojado por la calefacción, el pelo mojado y con heridas que aún amenazaban con sangrar, pero lo que más descolocó su habladuría, fue que el menor lo observaba con una sonrisa algo tímida, sin mostrar las blancas perlas que tenía en la boca. Bonito. Pero no. Riki debía estar afectado porque no comía hace bastante. Sí. Sunoo era un niño de, no más de 15 años. Debía parar.

"Your eyes whispered, "Have we met?"
'Cross the room your silhouette
Starts to make its way to me..."

—Oh no, ya veo...— Quiso reír Sun, pero su labio dolía mucho. Riki lo miraba atento, eso lo puso algo nervioso así que desvió su mirada.—Hyung, el semáforo.— Anunció y continuó mientras el vehículo se ponía en marcha.— Mi mamá no me deja comer o llevar líquidos en el auto. Porque una vez me quedé dormido y tiré un batido en el piso. Al principio fue gracioso, hasta que tuve que sacar la mancha. Hyung, fue como una misión imposible, tuve que llamar a mi prima para que me ayude— Contaba algo más animado, sin modular demasiado, pues su rostro ardía.

"The playful conversation starts
Counter all your quick remarks
Like passing notes in secrecy..."

Cuando llegaron, se permitió mirar el lugar por fuera; Quizás lo conocía, pues era realmente fanático de merendar en cafeterías, probablemente gastaba gran parte de su mesada en ello. Al ver sólo la fachada, supo que estaban en la cafetería de sus sueños, la más famosa de la ciudad quizás y la más cara. Se sintió intimidado, no traía ni para pagar un vaso de agua de ese bendito lugar, pero claro, el señor Riki conocía esta cafetería. Seguro que sí. Podía decir que era un hombre adinerado por el vehículo, teléfono y traje que portaba dicho hombre. Se sintió en apuros, de golpe no quería bajar. 

—Muy bien, dame un momento.— El mayor dijo esto, tomó dos paraguas y se bajó del coche al abrir uno de ellos. Lo vio dar la vuelta frente al coche y cuando abrió el otro paraguas, Sunoo hizo lo mismo con la puerta. Se paró frente a Riki para poder cubrirse, al ver como el hombre se tensó, creyó que la cercanía lo había puesto incómodo, entonces levantó la vista un poco atemorizado.

 "And it was enchanting to meet you
All I can say is, I was enchanted to meet you..."

El hombre lo observaba atento, pudo sentir como sus ojos viajaron por todo su rostro y, agradecía disimular su sonrojo con la reciente calefacción del auto. Riki sólo no entendió la estúpida reacción de su cuerpo. Debía actuar de forma controlada. Dios, era un niño, pero la última frase que escuchó de la canción antes de bajar del auto, sonaba en su cabeza una y otra vez. Debía dejar de escuchar la radio.

──    𝗌𝗎𝗇!!!   ୨୧   𝘀𝘂𝗻𝗸𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora