── 𝗌𝗎𝗇!!! ୨୧ 𝘀𝘂𝗻𝗸𝗶

𖹭 . 𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾

—S-señora... ¿Necesita ayuda con eso?— No era la intención de Eric, pero estaba siendo tan bien tratado y recibía tantos cumplidos que quería sentir sólo un poco más de aquella sensación tan extraña para él. Al llegar, Sunoo no hizo preguntas ni comentarios sobre su estado, sólo le entregó una sudadera amarilla, para cubrir sus heridas nuevas en los brazos. Quiso insultarlo y decirle cuanto detestaba que fuera un maldito entrometido, pero sus ojos lo traicionaron llenándose de lágrimas. "Si sueltas solo una lágrima, voy a grabarte y te sobornaré con eso.", dijo Sunoo, lo que lo hizo insultarle entre murmuros mientras el menor reía.

—Por supuesto, cielo. Luego de poner esta bandeja en la mesa, siéntate ¿si?— Asintió esforzándose por hacer una expresión amable. No había estado en una situación como esta muchas veces. Siempre fue tratado como un "caso perdido", así que estuvo a la defensiva la mayor parte de su vida. Hizo caso y tomó asiento, sacó su celular y estaba a punto de abrir una app de juegos cuando escuchó la risa de los pequeños primos de Sunoo, quienes vitoreaban ante la historia que les contaba aquel hombre. Era claro que ni Sun, ni ese señor habían contado a su familia porqué el castaño tenía costras en la nariz y una rosada cicatriz en en pómulo izquierdo. De lo contrario, no lo hubieran recibido así de bien. ¿Será tío de su compañero?

—¿Son molestos?...— Sunoo traía tazas y cucharas que faltaban mientras todos comenzaban a tomar asiento. El menor se sentó a su lado izquierdo, con una expresión desinteresada. Era la primera vez que estaban tan cerca y se sentía igual de molesto a como lo imaginó. Su estómago se revolvía y tenía ganas de sonreír como un tonto. —Mis tíos y tías aman a los varones. La mayoría de mis familiares son niñas, solo somos seis niños y bueno, casi quince chicas. Por eso te amaron...— Dientes demasiado parejos y pequeños se mostraban entre los labios de Sun. Mala idea.

—No están mal. Aunque sí son demasiado parecidos todos.— Era como la cuarta vez desde que trataron de hacer una tregua que se hablaban sin sarcasmo o insultos.— Recuérdame asesinarte luego, pero también me cayó bien el señor Yixing y me dio varios consejos para esculpir más prolijamente...— Los padres de Sunoo, como el menor ya había aclarado, no le guardaron ningún tipo de rencor luego de años de peleas con su hijo, pero tenía algo de presión por verse más cercano a Sunoo, pues podía sentir una ardiente mirada sobre ellos y creía que se trataba de alguno de sus padres.— Ví que tu padre tiene la misma...— Sun se vio confundido, sí se parecían mucho pero no sabía a qué se refería con exactitud.

—¿Uh?— En otra situación, hubiera alejado la mano de Eric con un manotazo, pero estaba su familia alrededor, aunque en sus asuntos, y no quería pelear con él luego de que se haya librado de una fea situación en casa. Así que no movió su mano cuando Eric la tomó y la elevó, enseñándole su marca de nacimiento. —Oh, sí, la marc...— Una mano pesada cayó sobre el hombro del rubio y ambos se exaltaron un poco, pero al ver que sólo se trataba del señor Riki, quien volvía de hablar con su tía Yuqi, le sonrió. Riki no le devolvió la sonrisa y aquello le pareció extraño, ¿habrá discutido con Yuqi?

—Sun. ¿Puedo hablar un momento con tu amigo?— Riki ya le había comentado que se quería disculpar con el joven, así que se sintió feliz de que fuera a hacerlo para que Eric no esté tan tenso. Asintió feliz, pero Eric lo miró un poco alarmado. Sunoo no tuvo tiempo de decirle que no había de qué preocuparse, pues Riki casi lo arrastró con su agarre, haciendo así que Eric soltase su mano. Ah, así que seguían tomadas, ni siquiera lo había notado.

En cuanto salieron al jardín de la bonita casa, pudieron sentir el sol a sus costados, estaba ocultándose, así que el cielo se veía un poco anaranjado. Eric no quería que una tarde tan bonita se arruinase por su culpa, si Riki se mostraba molesto por su presencia, así que se preparó mentalmente para responder con respeto si el adulto le pedía que se retirase.