39.- Howgarts

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Era un día nublado en howgarts y hoy dos alumnos de howgarts tenían castigo, Lyra Black y Harry Potter, los dos habían peleado por un torneo que hubo un día anterior, ya que ambos siguiendo los pasos de sus padres entraron al equipo de quidditch como buscadores, el problema era que no sabían cual de los dos había atrapado la snitch dorada, haciendo que el partido quedara en empate y con los primos peleando.

Acto seguido estaban McGonagall y Snape dándoles castigo a cada uno, limpiar las mesas del gran comedor sin magia...

-Apúrate Harry que ya me quiero ir

Harry volteo la cabeza hacia con su prima y soltó un suspiro

-Tu aún no acabas tus dos mesas así que no me estés apurando quieres

-Potter tenías que ser

-Te recuerdo que llevas el apellido Potter en la sangre

Lyra le lanzó un pedazo de comida a su primo y lo que era su castigo se convirtió en una guerra de comida, o de sobras de comida mejor dicho.

Harry agarró un plato lleno de caldo y dispuesto a lanzar lo hacía Lyra comenzó a perseguirla, llegando así hasta el patio principal de howgarts donde todos los veían, alumnos y algunos profesores.

Entre esos profesor estaba McGonagall viendo como Harry corría tras su prima, y después una empapada Lyra corria tras Harry, haciendo que la piel de la profesora se pusiera como de gallina mientras recordaba algo hace unos años atrás...

-¡James Potter!

Gritaba Stella Potter por los pasillos de howgarts mientras llevaba una toalla en la cabeza aventando a cualquiera que se le atravesara en la búsqueda de su hermano.

Llego al gran comedor y ahí lo vio, sentado junto a sus tres amigos riendo sin darse cuenta de lo enojada que estaba su hermana

-Wingardium leviosa - Grito Stella y acto seguido estaba James volando por el gran comedor mientras McGonagall le ordenaba bajarlo

-No, no lo haré, mire, mire lo que me hizo- Stella se quito aquella toalla dejando ver un cabello verde opaco

-¡Y no me arrepiento! Se te ve genial ese tono hermanita- Grito James Potter desde el techo

McGonagall lanzó un hechizo y logró que James bajara, mientras tomaba a ambos Potter de sus brazos y los jalaba fuera del comedor para decirles el merecido castigo que tendrían los dos.

-Profesora...

Hablo Hermione Granger haciendo que McGonagall saliera de sus pensamientos y la volteara a ver mientras limpiaba unas lágrimas que se habían quedado atoradas en sus ojos

-¿Se encuentra bien?

-Oh si señorita Granger, solo que ver así a la joven Black y su amigo Harry me hace recordar a cuando sus padres cursaban sus años de colegio aquí en Howgarts, antes de que se pelearan, tenían una pequeña guerra de bromas entre ellos

-Stella no nos dijo que se llevaran tan bien

-Oh si, lo hacían, eran mejores amigos, se protegían entre ellos, eran inseparables, hasta que Sirius llegó y a una le ganaron los celos y al otro el orgullo

McGonagall río y le dedico una pequeña sonrisa a Hermione pata después atravesar el patio y llegar junto a los primos Potter y jalarlos de los brazos como había hecho en el pasado con sus padres.

-Sigan limpiando mientras yo hablo a tu madre y a tu padrino- dijo mientras los dejaba en el comedor y apuntaba a cada uno.

A la mañana siguiente como McGonagall había dicho Stella Black y Sirius Black estaban en la oficina de McGonagall con Harry y Lyra ahí.

-Hace poco hubo un partido de quidditch y ambos atraparon la snitch al mismo tiempo, acto seguido teníamos a los dos rodando por el piso peleando, Snape y yo decidimos castigarlos pero parece ser que les dijimos que hicieran una guerra de comida, es por eso que están aquí

Stella soltó una pequeña carcajada y rápido llevo su mano a su boca para tratar de ocultarlo

-Perdón, profesora

McGonagall miro a Stella y suspiro

-Ya esta grande señorita Stella, debe saber comportarse

-¿Grande? Que dice Minnie, ¿entonces yo estoy anciano? No no, Stella es una bebé

-Lo dices solo porque te conviene, anciano- le dijo Stella a Sirius

-Amargada

-Perdedor

-Roba herencia

-Insoportable

Insultos tras insultos salían de la boca de ambos dejando a las otras tres personas presentes confundidas

-Bueno basta, ¿ya se dijeron todo lo que se tenían que decir hace años?

Hablo la profesora mientras se ponía de pie dejando callados a Stella y Sirius

-No los cité para que sigan con su absurda pelea de hace años, ya crecieron, una tuvo hijos, el otro es padrino, deben saber olvidar y perdonar, los cité porque Lyra y Harry serán suspendidos por una semana

Dicho eso McGonagall salió del salón dejando a los cuatro presentes boqui-abiertos

-Vayan por sus cosas, niños

Ordenó Stella y ambos chicos fueron por sus pertenecias que ocuparían en esa semana de castigo

-McGonagall tiene razón... yo te quiero pedir perdón ya que nunca lo hice, Stella

-Lo veo y no lo creo, Sirius Black pidiendo perdón

-Bueno pero si no quieres esta bien he, tampoco estas obligada

Sirius rodó los ojos y comenzó a andar, para después parar en seco al oír a Stella hablar

-Sirius para... yo te perdonó, y también te pido perdón por todo lo que hice

Sirius dio media vuelta con una sonrisa en la cara mientras estiraba sus brazos y Stella se acercaba a él para aceptar ese abrazo.

Cuando Stella llego a Sirius y correspondió el abrazo, Sirius dejó un beso sobre la cabeza de Stella

-Siempre fuiste como mi hermanita menor, aunque tu no me quisieras, y ahora que llevas mi apellido y de mi hermano eres un poco más mi hermana

Sirius alcanzó a oír a Stella absorber su nariz y la soltó mientras reía para levantar su cara y poder verla mejor

-¿Estas llorando?

-Cállate, es que, aún extraño a Regulus

Sirius sonrió y le dio un corto abrazo a quien era como su pequeña hermana y después asintió

-Yo también lo extraño, dejo una huella en todos, y ¿sabes? El te quería mucho.

Después de aquella reconciliación Stella, Lyra, Sirius y Harry estuvieron juntos toda la semana de suspensión pues querían evitar que Lyra y Harry cometieran los mismos errores de ellos.

¿Potter o Black?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora