- Lo siento, lo intenté, pero no aguanto más. Voy a entrar.
Sukuna y Suguru se encargan de tomar de ambos brazos al desesperado albino. Su madre lo abraza por la espalda y libera sus feromonas para calmarlo, pero es inútil. Su enlace le pide a gritos ir con su Omega.
- ¡Sueltenme! - forcejea descontrolado - ¡Voy a entrar! ¡Yuuji me necesita! ¡Puedo sentir su dolor! ¡Debo estar con él!
- ¡Tranquilízate, Satoru! - le reprende su padre - En lugar de ponerte nervioso, debes mantenerte fuerte y calmado para transmitirle confianza y fortaleza a Yuuji a través del enlace.
Satoru tomó aire, y poco a poco se fue calmando. Cerró los ojos para poder sentir con más claridad a Yuuji, y sintió como el dolor en su marca se relajaba.
La primera vez que Yuuji lo marcó, fue con una mordida leve, pero a medida que aumentaron sus encuentros, al igual que la pasión, las mordidas aumentaron su nivel. Así una noche, el Omega terminaría dejándole una marca permanente a su Alfa. Ahora ambos compartían enlace en la misma medida, compartiendo sus sentimientos y emociones de manera más amplia que una pareja normal.
Es por eso que Satoru incluso podía sentir el dolor físico, pero al ser tan joven no podía diferir entre la alerta de una amenaza y el dolor propio del parto. Esa fue la causa de su descontrol. Por suerte, tenía al lado al menos dos alfas experimentados en el tema.
- Créeme, cuñado, yo entiendo muy bien que se siente estar en tu posición - le dijo Sukuna tratando de darle apoyo - ¡Ya lo he vivido dos veces! Y es desesperante, pero si te mantienes sereno, todo pasa más rápido de lo que crees.
De pronto, Satoru sintió una calidez en su pecho, junto con la sensación de alegría desbordante. Eso solo significaba una cosa.
- Señor Gojo - dijo el doctor que acababa de salir de la sala de parto - ¡Felicitaciones! Acaba de pasar a la fila de los padres. Acompáñeme, debe estar ansioso por ver a su esposo y su cachorro.
Todos en la sala de espera celebraron, abrazando y dándole palmaditas en la espalda rápidamente, pues el albino fue tras el doctor para encontrarse con su amado Omega y su cachorro.
Al llegar a la habitación, pudo captar el dulce aroma de vainilla y durazno, con un toque dulzón, esparciendose en el aire. Al abrir, se encontró con la escena más hermosa que habían visto sus ojos azul cielo hasta ahora:
Su amado Omega cargaba en brazos a su pequeño cachorro, el cual resultó ser su viva imagen.
- Yuuji... - al oír su voz, el pelirrosa levantó la mirada y extendió su mano para que el albino se acercara y éste corrió hacía ellos, abrazándolos amorosamente. El cachorro empezó a moverse, haciendo un puchero para empezar a llorar.
- Libera tu aroma - dijo el pelirrosa con suavidad - Así podrá reconocerte.
El pelirrosa le entregó al bebé para que lo cargara. El alfa liberó de inmediato sus feromonas con aroma a cedro y menta, las cuales se sentían tan frescas, haciendo que el cachorro se relaje y esbozara una pequeña sonrisa, reconociendo a su padre.
- Es hermoso, Yuuji...
- Querrás decir "hermosa" - el albino lo miró sorprendido - Su primer género es femenino, es una niña, Satoru.
El albino no podía con tanta felicidad en su pecho. Besó a su esposo y luego a su hija. La admiró por un buen rato, hasta que sus ojos se iluminaron y le dijo a su Omega:
- Tengo el nombre perfecto: Mizuki.
- "Hermosa Luna"... - dijo Yuuji con el rostro iluminado - Sí, es perfecto.
- Mizuki, Mizuki... Aquí estamos para tí. Puedes confiar en que tus padres vamos a cuidarte, protegerte y brindarte absolutamente todo nuestro amor. Desde ahora en adelante, serás nuestro más grande tesoro. Te amamos, Mi Hermosa Luna.
El Alfa volvió a besar a su Omega, le entregó a la bebé y nuevamente los envolvió con un abrazo.
- Los amo demasiado - dijo escondiendo el rostro en el cuello de su amado - Ustedes son el regalo más grande que pudo darme la vida.
- Y nosotros te amamos a tí, Satoru - dijo el pelirrosa besando su cabellera blanca - Te amo, Mi Satoru.
- Y yo te amo, Mi Yuuji - dejó un tierno beso en los labios de su esposo, y luego uno en la frente de su pequeña - También a tí, Mizuki
Fin.
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Bajo la misma Luna 🌙
FanficUnidos por la tragedia, dos cachorros indefensos tendrán que luchar para salir adelante y mantenerse juntos. Lo que ellos no saben, es que el destino está dispuesto a ponerlos a prueba. Pero aún queda una promesa: "No importa la distancia, ni el lu...