Bajo la misma Luna 🌙

"Papá" - Extra 1

*Este es un bonus fic realizado para el evento "25 canciones para escribir".

. • ° • . . . • ° • . . . . .

Yuuji estaba preparando el biberón para su pequeña, cuando de pronto oyó su dulce risa en la sala, lo cual le pareció curioso, pues la había dejado dormida en su mecedora.

Se asomó despacito para ver, descubriendo al Alfa albino, quien le estaba haciendo mimos en su pancita, provocando su risa.

Era una escena tan hermosa, ver al padre jugando con su pequeña, la sonrisa de ambos idéntica porque, como era de esperarse, la pequeña Mizuki nació siendo el vivo retrato de su padre. Incluso más allá de eso, pues la pequeña también tenía el carácter dócil y juguetón de Satoru.

Yuuji lo recuerda como si hubiese sido ayer, cuando Satoru era un cachorro que apenas podía hablar y él con seis años intentaba enseñarle.

Si bien, la infancia de ambos no fue la mejor, el pelirrosa prefiere atesorar los momentos felices compartidos con el que sería su futuro esposo y padre de su hija.

Envuelto en los recuerdos, no se da cuenta que su pequeña reparó en su presencia, extendiendo sus manitas hacia él. El albino lo nota y se gira para encontrarse a su bello Omega, observándolos.

- ¡Yuuji! - exclama con alegría el Alfa - ¿Cuánto tiempo llevas ahí parado?

- ¡Ah! Sí... - se sobresalta, saliendo de sus pensamientos - Yo también me pregunto cuánto tiempo llevas ahí con la bebé ¿No se supone que deberías estar en el trabajo, señor gerente?

- Oh, sí, eso... - dice el albino rascando su nuca, mientras busca una excusa convincente.

- Satoru...

- No te preocupes, Suguru se está encargando en mi ausencia - toma en brazos a su pequeña y la sienta en sus piernas - Todos mis pendientes están hechos. Así que no vi nada de malo en querer pasar tiempo con ustedes.

- Satoru...

- No pasa nada, cariño. Todo está cubierto.

El Omega se sentó junto a su Alfa, recostándose en su hombro. El albino liberó sus feromonas, relajando a su esposo y a su pequeña, quien se acurrucó en el pecho de su padre.

Para Satoru, su pequeño hogar era su paraíso. Tenía a las dos personas que más amaba en el mundo y el universo entero. No podía estar más agradecido con el destino.

- Toru, te amo mi amor, pero debes dejar de holgazanear.

- Ya te dije que quería pasar tiempo con ustedes...

- Estás buscando que Mizuki diga su primera palabra ¿Cierto?

- Sí.

- Lo sabía - dijo Yuuji soltando una risita, para luego acercarse al rostro de su amado y llenarlo de suaves besos - Te conozco muy bien. Pero ya que estás aquí, voy a aprovecharme de ti un poco...

Satoru abrió por completo sus ojos, observando la pícara sonrisa de su pelirrosa. Aclaró su garganta y usando su voz "sensual", preguntó.

- ¿Acaso mi travieso Yuuji quiere darle un hermanito a nuestra pequeña Mizuki?

- ¡Tonto Toru! - dice el pelirrosa sonrojando por completo - Quería pedirte que cuidaras a Mizuki mientras voy a hacer compras.

- En todo caso vamos juntos ¿No crees?

- Me encantaría, pero ¿No crees que es la oportunidad perfecta para que tú y Mizuki tengan tiempo de calidad como padre e hija? Y quién sabe, quizá hasta logres que diga su primera palabra...