Después de terminar una relación con uno de sus amigos, Aphelios decide acompañar a Xayah a un bar.
El mismo bar que sus amigos insistieron que viniera con ellos alguna vez, el mismo bar que Alune le dijo que no se metiera con él. Con el Jefe, el d...
Advertencias; acercamiento hostigoso. Si alguien se acerca a ti como Sett a Aphelios en un lugar, pide ayuda. En lo personal, si hubiera sido Aphelios le hubiera dado un golpe, pero bueno, esto es solo ficción. No romantizo la acción de invadir el espacio personal de nadie.
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Nos acercamos al grupo de hombres e intenté no mirar a nadie más de un segundo por si se lo tomaban a mal. Todos eran altos e intimidantes, y seguían mirándonos mientras pasábamos junto a ellos, pero a Xayah parecía no importarle.
Xayah me arrastró hasta los dos hombres que estaban más a la izquierda del resto. Los dos hombres más intimidantes del grupo y uno de ellos era el hombre que Alune me dijo que no miré fijamente, pero maldita sea, ese hombre era aún más perfecto de cerca.
Este bar era conocido por muchas cosas, una de ellas, eran las peleas clandestinas en la parte de atrás, también estaba la sala donde podías ir a divertirte con una chica o un chico, depende de lo que quieras. Realmente tenía todo este maldito lugar. Era mi primera vez viniendo.
Alune, mi hermana, por otro lado ya había venido muchas veces y me había contado de un hombre en particular, le llamaban "el jefe" y es qué aparte de ser endemoniadamente el atractivo jefe del lugar, nadie más lo había vencido dentro y fuera del bar.
Ahora había llegado a este lugar gracias a Xayah, una de mis amigas vastayas para presentarme a su prometido. Llevábamos siendo amigos muy poco tiempo, pero sabía que podía confiar en ella lo suficiente para venir a este lugar como punto de encuentro. Aparte tenía rato sin salir de mi casa por culpa de estar deprimido por mi antigua relación. Digo, ya lo había superado pero aún así tenía mucho tiempo sin salir.
Más que nada, no había superado el motivo por el cual habíamos terminado... Pero ya no importa, ya había pasado tiempo y me sentía con ganas de salir de mi cueva.
Todo iba bien, llevábamos 20 minutos en el lugar, lo veía tranquilo. Todavía no iba al lugar de las peleas, pero me había topado con algunas caras conocidas de amigos. No salude porque ni siquiera me habían notado. Estaba muy diferente con la ropa que suelo usar.
Me había puesto una camisa verde azulado abierta enseñando gran parte de mi pecho, estaba metida en mis usuales ajustados pantalones negros. Yo era más un chico de sudaderas grandes cubriendo todo el cuerpo. Pero la verdad es que hoy me sentía sexy.
Pero aquí estaba, yendo hacía donde estaba "El Jefe".
Por alguna razón, me ponía nervioso acercarme a él mientras sus ojos me seguían. Mi corazón empezó a latir un poco más rápido ante la intensidad de su mirada. Ni siquiera intentó ocultarlo mientras me observaba descaradamente, lo que me produjo sentimientos encontrados. Desvié la mirada hacia el hombre que estaba a su lado. Era de menor tamaño qué el pelirrojo musculoso a su lado.
— Aphelios, te presento a mi prometido, Rakan —. Señaló al hombre "pájaro". De hecho, era bastante guapo, con su cabello rubio y mechón rojo, ojos azules, una mandíbula fuerte y una ligera barba incipiente. Y muy alto. Un vastaya completo.
