La verdad como ya se habrán dado cuenta soy la persona menos constante en actualizaciones, pero quiero que sepan que no e dejado de lado este fanfic y ninguno si no que los dejo reposar hasta que llegue la inspiración y las ideas a mi.
Al día siguiente como Spreen lo prometió fue su chófer a recogerlo, el estaba feliz con salir lo más rápido posible de la casa, entre más lejos este de Luzu y Quackity mejor.
Al llegar espero encontrarse con Missa llorando a todo pulmón, mientras las sirvientas tratan de tranquilizarlo, su sorpresa fue cuando le abrieron la puerta y se encontró a Spreen con Missa en brazos mientras el bebé soltaba carcajadas al ser elevado por los brazos de su padre.
No pudo evitar quedarse pasmado no solo por la vista de ese feliz bebé, si no por lo relajado y feliz que se veía Spreen, no parecía el hombre duro con el que se topo las veces anteriores .
—hola Roier—
Roier solo asintió todavía sorprendido, estirando los brazos para que Missa extienda los suyos y poder cargarlo, el cual lo hizo sin dudarlo, Roier lo pego a su pecho donde el bebé se acurrucó felizmente, aunque está vez de forma disimulada para la perspectiva de Spreen empezó a apretar los pezones de Roier en busca de sacar leche, inmediatamente Roier se puso tenso aunque lo supo disimular, mientras de forma discreta trataba de empujar las manitas del bebé lejos de su pecho, Missa se empezó a mover incómodo al verse cohibido de su tarea que era apretar los pezones de Roier.
—que raro es verlo por aquí—
—si supongo— dijo sin dejar de ver cómo su bebé insistía, hasta el se sintió mal por el chico— si quieres podrías pasármelo para que te deje en paz un rato—
Roier no se negó y le pasó a Missa, no iba a negar que sentía irritados ya sus pechos desde que despertó y la insistencia de Missa solo le provocaba el dolor suficiente para que sus ojos se aguaden.
Al separar a Missa de Roier el empezó a llorar y por primera vez para Spreen empezó a patalear para alejarse de el repitiendo una y otra vez "doied", algo más fuerte que el malestar de Roier se apoderó de él y arrebato sin querer a Missa de los brazos de Spreen.
Una vez que lo volvió a tener en su pecho fue como salir del shock al mirar a Spreen el cual tenía una ceja levantada y una mueca de condición.
—perdon no quise arrebatarte al niño—
—no pasa nada, estaba pensando en salir con Missa antes de que llegarás, pero siendo honesto el no podría disfrutar la salida sin vos, asi que opinas de acompañarnos?—
El de ojos morados lo miraba fijamente como buscando algo en Roier, Roier solo lo pensó un momento Spreen tiene razón que ambos salieran solos posiblemente en algún punto Missa se pondría a llorar por el y no duraría mucho ese momento de padre e hijo.
—si supongo que puedo acompañarlos—
Del temible hombre salió una leve sonrisa casi imperceptible que se borró tan rápido como llego, después de eso Spreen empezó a empacar las cosas para Missa mientras veían de reojo como cada cierto tiempo Roier tenía que apartar a Missa de su pecho y como trataba de explicarle al infante que no debe de tocar sus pezones porque le duele, siempre con ese tono bajito y maternal.
—Roier estás bien? Es que desde que te di a Missa el no deja de buscar ya sabes apretarte ahi— dijo señalando su propio pecho como referencia.
Roier lo miro y al entender pronto le pasó a Missa— no se que el pasa desde ayer está así y hoy me siento más adolorido que ayer— dijo moviendose incómodo.
Spreen miro a Missa que tenía un gesto de molestia en su carita, el acaricio su cabecita tratando de apartar ese gesto de sus delicados rasgos.
—y si, te vendas el pecho para que el no pueda tocarte?—
—es que incluso con la ropa floja me duele, creo que estoy un poco irritado por todo los apretones y pellizcos—
Ahora más preocupado Spreen lo mira detenidamente su pecho parece ligeramente más hinchado de lo que debería y su cara se ve ligera cansada.
—y si vamos al doctor? No me agrada eso—
Roier negó —yo sabré cuando sea momento de ir a la doctor—
Con esa respuesta cortante termino la conversación y Spreen con Missa y la pañalera en manos salió siendo asistidos por su personal los cuales abrían la puerta trasera de su automóvil para que depositara al bebé en el asiento especial para el y después la pañalera.
En ese proceso Roier estaba listo para sentarse atrás con Missa siendo detenido por Spreen.
—que? Soy tu chófer acaso para que te sientes atrás?— dijo irritado Spreen
—no es eso, solo pensé que era lo mejor para evitar molestar— dijo encogiéndose de hombro ese día no estaba de humor para discutir, empezó a caminar al asiento del copiloto.
Ya al estar todos dentro del auto, permaneció en silencio solo escuchando se la respiración de un Missa dormido.
—sabes Roier e estado pensando, en contratarte como nana de Missa—
—sera mejor que deje de andar pensando, porque yo no estoy dispuesto a dejar mi trabajo—
—¿Por qué? Tendrías un mejor sueldo, incluso podrías irte a vivir a nuestra casa para cuidar mejor de Missa y vos tengo un mejor lugar—
—spreen, le pido que no menosprecie mi trabajo ni mi vivienda, recuerde que si trabajo tampoco es el más respetable—
Con ese comentario mordaz termino la conversación aún así Spreen no pudo evitar sonreír burlonamente, ese Omega no era común.
Al llegar a un parque de diversiones infantil donde a diferencia de los normales solo había juegos mecánicos especiales para niños muy pequeños.
Al entrar compro el mejor pase para su bebé y acompañantes para el y Roier.
Lo primero que llamo la atención del bebé fue un carrusel Roier metió a Missa y se aseguro de que estuviera bien sujeto al caballo para apartarse, de ese juego anduvieron de un lado a otro con un feliz Missa que no dejaba de reír a carcajadas y de estar feliz con su papá y doied, de vez en cuando ahora con una plática amena hablaban Spreen y Roier sobre el niño o cosas al hazar o incluso en un momento Spreen se apartó de ellos para comprar un frappé a Roier.
Mientras esa imagen familiar se desarrollaba ninguno era consciente de un hombre que los frotografiaba escondido, asegurándose de que salga bien la cara de ese castaño...
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Al terminar el día Missa estaba dormido en la parte trasera del auto y Roier a punto de también dormir,mientras Spreen tenía un sonrisa feliz en su rostro orgulloso del gran día que paso con el castaño y sentiendose orgulloso de haber hecho un avance con dicho castaño.
Al llegar a casa le encargó a Roier de favor vigilar a Missa en lo que el se encargaba de unos asuntos.
Roier solo podía pensar en lo cansando que estaba la ver a Missa tranquilo se convenció de que solo sería una pequeña siesta y que en unos minutos se iría a casa y que podría dormir todo lo que quisiera.
Mientras tanto Missa encontraba camino debajo de las prendas de Roier librando escabullirse hasta llegar al pecho de Roier donde coloco su boquita y empezar a succionar el pezón, el actual inicio no salió nada pero a los minutos empezó a salir leche.
Un pequeño Missa feliz de haber conseguido lo que buscaba empezó a succionar con entusiasmo el pezón de Roier el cual seguía dormido....
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Recompensa (Spiderbear+Missa)
FanfictionDespués de tener una vida de mierda y sufrir castigos más altos que los pecados, se merecen una recompensa que le dé más dicha que logré opacar el dolor del castigo.