Spreen no estaba seguro de su decisión dejar a su pequeño cachorro que empezaba a llorar en cuanto el lo dejaba en su cuna, ahora dejarlo con un montón de aromas a Omega por todos lados no sabía si esto era lo correcto a pesar de haber sido una recomendación del pediatra y apesar de que es una guardería de alguien de confianza no podía evitar estar nervioso y tenso.
Pero allí estaba en la oficina esperando al Omega que se haría cargo de su hijo, mientras intentaba ser calmado por Vegetta el dueño de la guardería.
-controla tu olor chiqui o si no vas a alterar al niño-
Solo asintió empezando a acariciar su pequeña espaldita del bebé que mantenía sus brillantes ojos verdes curiosos viendo todo a su alrededor, hasta que se escuchó como tocaban la puerta delicadamente.
-adelante-
Se dejó ver a un lindo Omega de cabellos castaños y ojos borgoña y tes pálida que se acercó con una tierna sonrisa pintada en sus labios rosados.
-Buenos días jefe y buenos días padre de Missa-
-que bueno que llegaste, verás Missa no está acostumbrado a estar en brazos de otras personas que no sean su padre, así que te lo encargué a ti porque sabes cómo lidiar con los pequeños-
El castaño solo asintió y extendio los brazos esperando a que Spreen le de al bebé el cual en cuanto lo alejo de su pecho empezo a hacer puchero hasta estar en los brazos del contrario se soltó a llorar con desesperación, estaba a punto de tomarlo de nuevo si no fuera que vegetta lo detuvo y negó con la cabeza.
Vio como su hijo era acomodado en los brazos del Omega hasta acercarlo a su glándula de aroma entre su cuello lo recostó dejando su cabecita en su hombro para que lo oliera bien y empezó a acariciar su espaldita mientras se balanceaba lentamente, logrando hacer que deje de llorar y que se aferra a la sudadera del chico.
-bien hecho Roier-
El otro río nervioso, para luego voltear a verlo con esos penetrantes y lindos ojos borgoña.
-bueno señor fue un gusto soy Roier Borja, el encargado del 1-A, para que sepa a qué salón ir para recoger al pequeño Missa-
-claro fue un gusto, soy Spreen Doblas-
Ambos se asintieron y Roier como pudo se hecho al otro hombro la pañalera del bebé para después salir de la oficina.
Una vez solos Vegetta hablo.
-vez te dije que el podría con el-
- si aún así lo investigaré, ¿Ese es su nombre real?-
-lo es, solo te diré que no te dejes llevar lo que leas es un buen chico, dale la oportunidad a el y a Missa-
El contrario solo asintio para salir de allí sientiendose extraño de no tener el brazos a su hijo, la costumbre de que siempre tiene a su hijo en brazos le costará quitarla, aún así salió y entro a su limosina, donde saco su laptop y empezo a investigar ese apellido de le hacía conocido.
Roier Borja.
20 años.
Género: hombre .
Subgénero: Omega.
Tipo de sangre: O-.
Padre: Luzu Borja.
Madre: Quackity.Complejo de apartamentos **** edificio * piso** departamento ***, estudio la preparatoria ***** con un promedio impecable de 10, vive actualmente con sus madre.
Con lo que acababa de leer parece ser una suerte haber conseguido un trabajo decente, con esto poco que leyó parece ser un bastardo que no obteniendo ni un bolillo duro de su padre y sin hablar del problema de drogas de Quackity sin dudas es una sorpresa que no sea una prostituta, si más hizo caso a las palabras de Vegetta de no dejarse llevar por su apellido y padres, le daría solo una oportunidad.
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Recompensa (Spiderbear+Missa)
FanfictionDespués de tener una vida de mierda y sufrir castigos más altos que los pecados, se merecen una recompensa que le dé más dicha que logré opacar el dolor del castigo.