𝘾³ - "𝘾𝙧𝙞𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖𝙨 𝙀𝙭𝙩𝙧𝙖𝙣̃𝙖𝙨"

61 8 4
                                    

༺♚༻ - 生き物

Una vez que el sol marcó el medio día, Tzuyu y Sana ya habían logrado llegar a la aldea más cercana.

— Mirá, ya llegamos.— Señaló Sana con felicidad. Comenzando a correr rápidamente al lugar — Vamos.

La chica corría dejando a Tzuyu a tras. Ella simplemente caminaría, no encontraba la necesidad de correr.

Sana se adentró a la aldea y comenzó a preguntarle a los aldeanos si contaban con algo de información.

Cuando Tzuyu llegó también comenzó a hacerlo, pero lamentablemente no consiguieron nada en lo absoluto.

— Qué sueño...— Se quejó dejándose caer al suelo — Estoy tan casanda.— Suspiró agotada Tzuyu.

— Creo que se acerca una tormenta.— Pronunció Sana al notar que el clima había cambiado repentinamente.

Tzuyu se levantó de un salto. Se centró en el ruido tratando de agudizar sus oídos.

— Te equivocas.— Soltó — No sé a qué clase de criatura pertenece éste aura, pero no es nada bueno.

Una explosión las sacó de su conversación.

— ¡La aldea!

Aquel movimiento había provenido desde la aldea. Ambas corrieron al lugar sin esperar más.

Se adentraron al centro y se encontraron con una criatura que no era de sus razas y mucho menos a alguna que hayan visto.

— ¿Qué carajos es eso? — Preguntó Sana con ligero repudio en su tono de voz.

— No tengo idea, pero se está devorando a los aldeanos. Hay que matarlo.— Explicó Tzuyu.

Un ciempiés con el rostro de un ser humano y patas de algún animal canino. Era una abominación.

Tzuyu pegó un saltó y comenzó a golpearlo con fuerza para hacerlo retroceder. Sana corrió en su dirección y le dió una fuerte patada haciéndolo salír de la aldea completamente.

— Hey tú.— Sana se acercó a uno de los aldeanos — ¿Me la prestas?

Preguntó dirigiéndose a una vieja katana oxidada que tenía en sus manos para defenderse.

— No te preocupes.— Sonrió — Nos encargaremos. Estás a salvo.

El hombre se la entregó. Esa sonrisa tan pura en un Demonio jamás la había visto, pero confío en ella.

— ¡Tzuyu, se mueve! — Informó corriendo en su dirección.

La alta corrió hacía la criatura y le dió un poderoso codazo en su centro. Sana apareció en cielo blandeando la katana de un lado a otro.

— ¡Muere!

Partió en dos a aquella abominación, logrando así su destrucción. Eso había sido muy fácil, a pesar de su gran tamaño y temible forma resultó ser una criatura débil.

— ¿Te encuentras bien? — Sana se acercó preocupada a su compañera.

— Sí, si.— Sonrió — Buen trabajo, eso fue increíble.— Halagó con energía.

— Gracias.— Sonrió victoriosa — Digamos que manejó éste tipo de armas a la perfección.

Tzuyu volteó a ver a la criatura, su cuerpo lentamente comenzaba a desintegrarse.

— Es extraño, ¿no? — Preguntó.

— Ajá.— Asintió Sana — Jamás en mi vida había visto una criatura como esa.

𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora