𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝘾¹⁶ - "𝙇𝙖 𝙍𝙚𝙚𝙣𝙘𝙖𝙧𝙣𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣"

༺♔༻ - 転生

Mashi me golpeaba sin ánimos de detenerse, era un oponente realmente fuerte. Eso no lo podía negar.

— ¡Ahhh! — Grité adolorida.

Él me arrancó ambos brazos a la vez y de sólo tirón, devoró mis extremidades frente a mis ojos.

Estába llena de desgarros y cortes que el hacía con el simple roce en mi piel. Mashi se había comido mis brazos, estába en una notable desventaja. Eso me hizó sentirme en peligro.

Mi respiración se volvió más pesada, sentía mi sangre llenarse de un fuego Infernal. Quería...Matarlo.

Matar...Matar...Matar.

Cerré mis ojos con fuerza y sacudí mi cabeza de un lado a otro, retrocedí y caí con brusquedad al suelo. Intentaba no perder el control.

— ¿Qué sucede? — Se burló Mashi — ¿Ya no puedes seguir?

...

Matar...Matalo...

...

Me tomó del cabello y me levantó, hice contacto visual con él y me sonrió sádico.

— Muerte de una vez.— Colocó su mano sobre mi pecho y entonces sentí él filo de sus garras sobre mi piel.

Sus garras se abrieron paso por mi piel lentamente.

— ¡Ahhhh! — Me removí — ¡Agh!, ¡Ahhhh!

Me estába atravesando con mucha lentitud procurando que sus garras me hicieran sentir el mayor dolor posible.

Me arrojó al suelo. Liberándome del agónico lugar.

— Morirás.— Aseguró — Atravesé tu corazón. Mis garras tienen un potente y letal veneno...Disfrutaré de verte agonizar.

Mi cuerpo temblaba ligeramente a causa del veneno en mi sangre, me retorcia por el suelo intentando calmar el dolor en todo mi cuerpo. Era una sensación similar a tragar ácido.

— T-Tzuyu...— Pronuncié con un hilo de voz. Se comenzaba a acercar a nosotros.

Era muy peligroso.

...

— N-No te acerques.— Pedí. Intenté desesperadamente arrastrarme hacía ella para ser escuchada, pero mi voz era muy débil.

— No te preocupes.— Intervino Mashi — Pronto su cabeza estará tan cerca que podrá oirte con claridad.

Mashi se acercó a Tzuyu y puso su mano sobre el hombre de la alta. Se inclinó para ver su rostro y molestarle la sonrisa diabólica y burlesca que dibujó en sus labios. Pero, algo era diferente en Tzuyu. Su energía divina no se percibía por ningún sentido. Parecía tener otro poder, uno muy oscuro y denso.

— No me toques imbécil.— Soltó con repulsión. Su voz erizo la piel de su contrario.

— ¿Q-Qué dijiste? — Estába molesto. Tzuyu había herido su ego.

Tzuyu levantó su rostro y entonces el brazo que Mashi mantenía sobre su hombro se dividió en cuatro partes.

— ¿E-Eh?...

Todo pareció ir en cámara lenta. Él no tuvo tiempo de reaccionar o siquiera anticipar el movimiento de Tzuyu. La alta le dió un puñetazo en el rostro y perforó su cráneo.

Así de fácil había acabado con él.

...

— Sana.— Se acercó rápidamente a ella una vez que el cuerpo de Mashi había tocado el suelo — No te muevas.— Le indicó.