𝘾¹² - "𝙈𝙖𝙨𝙖𝙟𝙚"

36 2 0
                                    

༺♔༻ - マッサージ

Una hora y media en vehículos les bastó para llegar al rasca cielo en donde operaba el Juramento.

— Éste lugar es enorme.— Sana estába maravillada — Incluso más grande que el Palacio de los Demonios.

— Así es.— Hablo Tzuyu — Las construcciones humanas no son para nada similares a las nuestras.— Sonrió — Son increíbles, ¿no lo crees?

— Sí.— Sana le sonrió cálidamente.

— Es aquí.— Informó Kōsem deteniéndose  frente a una gran puerta.

Tzuyu y Sana se miraron entre sí, tenían sus dudas. Era un lugar nuevo, con gente desconocida y por el momento no podían confiarse demasiado.

Kōsem abrió la puerta y entraron. La habitación era una sala de control, ahí se encontraba el Líder el cual se encargaba de monitorear la cuidad.

— Señor.— Hizó una reverencia —He traído a las nuevas invitadas, sé que estará muy feliz de conocerlas.— Informó con una sonrisa.

El hombre dió media vuelta.

— ¿Eh? — Señaló asombrada — ¡Pero si es un niño! — ¡Auch!...¿Eso por qué fue?

— Por grosera, sé más respetuosa.— La regaño Tzuyu, quien la había pellizcado segundos antes por su falta de respeto.

Él intentó mantener la compostura, pero no pudo. Empezó a reír lleno de gracia, tanto que su abdomen dolía.

— Di-Disculpen...— Dijo una vez que se recuperó — Soy Shina. Líder del Juramento y no, no soy un niño.— Sonrió — Tengo veinticinco años.

Sana se asombró aún más.

— Sorprendente.— Soltó. Sin duda había quedado boquiabierta ante esa declaración.

Su aspecto era como el de un niño de diez años. Lucía mucho más jóven que a los años que le correspondían.

— Soy Zhou Tzuyu. Mayor del ejército Celestial, encantada de conocerte.— Hizó una reverencia.

— Y yo Minatozaki Sana, su compañera.— Sonrió — Discúlpame por lo que dije, te ves muy jóven.

— El placer es mío.— Sonrió — Y no te preocupes, me lo duelen decir seguido.

— Las he traído conmigo porque  Sana es una de las Guerreras del Caos.— Agregó Kōsem.

— ¿Es eso cierto? — Preguntó dirigiendo su fija mirada a Sana.

Sana asintió bajamente. No le gustaba ser reconocida como una de los guerreros. No tenía disciplina en combate, ni era tan poderosa en su estado base. Que una chica tan común como ella fuera una guerrera legendaria era una vergüenza.

— Siéntete orgullosa.— Intervino Shina. Él podía ver el interior de Sana y comprendía su sentir, pero también veía su gran potencial.

— ¿Qué? — Sana lo miró confusa a causas de sus palabras.

— Tu poder es una bendición de los dioses, fuiste elegida y nadie puede decirte que eres desmerecedora de tu don.— Sonrió cálidamente — Así que, siente orgullosa. Porque tener ese poder no puede ser llevado por cualquiera, ¿no es así?

Sana asintió. Sin duda esas palabras la hicieron sentir algo de determinación y confianza.

Entendía porque era el Líder y Kōsem hablaba con tanta grandeza sobre él. Parecía tener un corazón muy amable y bondadoso.

𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora