𝘾⁴ - "𝙇𝙖 𝙋𝙧𝙤𝙛𝙚𝙘𝙞́𝙖"

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༺♔༻ - 預言

...

— ¿Qué?...¿A qué se refiere? — Preguntó Tzuyu — ¿Estámos en peligro?

— Sí.— Asintió. Se levantó con pesadez y tomó su bastón para apoyarse mientras caminaba.— Siganme. Debemos regresar al Reino, se los explicaré con todas las cortes.

— ¿Q-Qué? Pero, nuestra misión...— Sana reclamó.

— Tengo la respuesta que viniste a buscar.— Respondió — Si la quieres oír, seguirme debes hacer.

Sana se acercó lentamente a Tzuyu y se inclinó para susurrarle al oído.

— ¿Crees que ésta anciana coja sea de confianza? — Preguntó con cierta preocupación en su tono de voz.

— No lo sé.— Respondió — Pero, creo que tal vez no sea una mentirosa. Después de todo la Reina venía con ella, ¿no? — Sana asintió — Además, creo que nos escucha...— Tragó pesadamente.

Sana estába a punto de preguntar el por qué deducía eso, pero vió la mirada de la anciana fija en ella.

Qué miedo...

La anciana se dió media vuelta y Tzuyu la siguió. La alta no tenía idea de si era de confianza, pero en caso de notar su malicia la eliminaría.

— No me dejen atrás...— Reclamó Sana corriendo tras ellas.

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Una semana después finalmente regresaron al Reino. Si bien la distancia no era tan larga, en el trayecto tuvieron que enfrentarse a muchas más criaturas de las que tenían previstas y eso las retrasó.

— Por fin.— Sonrió Sana. Frente a ella un gran plato de deliciosa comida. No habían comido en días. Estába realmente hambrienta.

Tardó más esperando su banquete que comiendolo. Pues, lo devoró al instante.

— Ahh...— Dejó escapar un suspiro. Estába satisfecha — Siento que explotaré.— Sonrió y sobó su estómago.

Se levantó de la mesa y se quitó la ropa para arrojarse a las aguas termales que estaban fuera de la cabaña.

Permanecerían ahí un tiempo. Tiempo en el que la Brigada y la Legión tomarían una decisión respecto a lo que la Bruja Esh decía.

— Tzuyu ya se metió.— Se dijo para sí misma.

...

— ¡Aquí voy! — Tomó distancia y corrió rápidamente para arrojarse a las aguas.

Se sumergió completamente y sonrió, pues su acción tan despreocupada había causado una pequeña risa en Tzuyu.

Se acercó y se posicionó frente a ella.

— ¿Qué sucede? — Le preguntó la alta.

Su cola se movía de lado a lado. Estába muy feliz y comenzó a ronronear sin más.

Siempre hacía eso desde que la conoció. Empezó a restregó su rostro con cuello.

— ¿Por qué eres tan gato? — Preguntó con cierta gracia. Sana actuaba demasiado como el animal que representaba.

— ¿Porque lo soy? — Respondió con obviedad.

— Claramente, pero eres más animal que Demonio.— Añadio con gracia.

— ¿Eh? — Se alejó de ella — Pero, tú haces lo mismo.— Le reprochó señalandola con el dedo.

— Claro que no.— Se cruzó de brazos por aquella acusación.

𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora