𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝘾⁷ - "𝙍𝙚𝙘𝙪𝙚𝙧𝙙𝙤𝙨"

༺♔༻ - 思い出

Sana estába sobre un árbol mirando los pájaros en el cielo. Pervivió la presencia de Tzuyu, la alta se sentó en en césped justo debajo de ella.

Se miraron mutuamente y en sus rostros se dibujó una sonrisa.

Fue exactamente así como se reencontraron, pero no fue la primera vez que la vió en su vida.

Ahora podía recordarlo.

...

...

...

Corría asustada de una bestia salvaje, la cual quería devorarla. En ese momento ella solo era una cría de no más de seis años.

Tropezó a causa del resbaladizo lodo. Llovía con fuerza y la tierra mojada hacía muy complicada su huída.

Maullaba tratando de que alguien asistiera a sus súplicas de auxilio y viniera a salvarla.

— ¡Miau!

La tomó de una de sus patas traseras y comenzó a azotarla contra el suelo una y otra vez. No podía protegerse, en ese momento solo era una indefensa gatita.

No habría salvación contra ese ser salvaje o ese pensó.

...

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Despertó tirada en el suelo con ligeros rasguños y heridas que sangraban aún, pero estába con vida.

Buscó con la mirada a la bestia que había amenazado contra su vida, se percató que estába herida y que ya era solo un cadáver.

— Ya despertaste...Qué alegría.— Una voz ajena se dirigió a ella.

Una niña se le apareció con una linda sonrisa. En sus manos cargaba una hoja con alimentos y en otra un burbuja de agua.

Un Ángel...

Aún seguía asustada, pero el olor de esa niña estába en todo el sitió, así que era correcto asumir que ella la había salvado.

— Mira.— Se acercó a un más — Abre la boca y tragala.— Le indicó.

La burbuja de agua entró en su boca y tan pronto como lo hizo un gran trago se deslizó por su garganta. Agua limpia y fresca.

— Toma.— Dejó la comida en el suelo frente a ella — Come, debes recuperar energía para que tus heridas se regeneren pronto.

Sana la miró maravilla. Esa niña era tan dulce, ni siquiera se conocían.

— Soy Tzuyu.— Sonrió al verla comer  — ¿Cómo te llama?

La gata la miró detenidamente y entonces, volvió a su forma humanoide.

— S-Soy Sana.— Aclaró su voz con timidez — Gracias por salvarme.

Tzuyu sonrió y negó.

— ¿Vives sola? — Preguntó — ¿En dónde están tus padres?

— Soy huérfana.— Aclaró — No tengo padres.

— Oh ya veo...— Asintió — ¿Qué les ocurrió?

Tzuyu no pretendía ser cruel, pero era una niña muy curiosa. No lo podía evitar.

— No tengo idea.— Se encogió de hombros — Un día, ellos simplemente desaparecieron.

Era un tema que no le afectaba en lo absoluto. Ocurrió cuando era mucho menor, por lo que no recordaba a la perfección lo que pasó aquel día.