𝙐𝙈𝘼𝙍𝙀𝙒𝘼𝙆𝘼𝙍𝙄 ˢᵃᵗᶻᵘ

𝘾²⁰ - "𝙀𝙡 𝙝𝙪𝙚𝙫𝙤 𝙮 𝙡𝙖 𝘾𝙧𝙞𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖"

༺♔༻ - 卵と生き物

Como era de costumbre desde hace un par de meses atrás caminaba con un platillo lleno de deliciosos alimentos naturales y un borde de agua.

Llegué a la cueva y dejé la cesta justo en la entrada. Y entonces, la criatura los tomó lentamente. Podía oírla comer y beber de lo que yo le había traído.

No pretendía acercarme. La primera vez que intenté hacerlo ni siquiera puede seguir caminando, pues un campo de fuerza me expulsó con brusquedad a la entrada de la cueva.

— Grrrrr...

Escuché un silencioso rugido provenir desde lo más profundo de la cueva.

Su poder y aura eran algo que jamás había presenciado en mi vida. Totalmente ajenos a lo que yo conocía, pero lo que reconocí al instante era que esta criatura tenía graves heridas.

Su aura y poder no eran tan fuertes y presenciables cuando llegó aquí.

Podía oírla moverse dentro.

Pronto la lluvia comenzó a caer. Estába empezando a empaparme, pero una energía extraña cubrió uno de los árboles cercanos y sus hojas se estiraron hacía mí para cubrirme.

En ese momento la criatura salió de la cueva. Era una anomalía, una total singularidad. Tomaba distintas apariencia a cada segundo hasta que comenzó a tomar una forma más humanoide.

Esa es...

— T-Tzuyu...

...

꒷︶꒷꒥꒷‧₊˚♕‧₊˚꒷︶꒷꒥꒷

Mi hija. Mi pequeña bebé, era la extraña criatura que había estado cuidando durante todo este tiempo.

Sus alas...

Mi vista se quedó fija en su espalda. Tzuyu no tenía sus alas, en lugar de ellas solo habían grandes y notorias cicatrices.

— T-Tus alas.— Me acerque a ella — ¿Qué sucedió con ellas?, ¿acaso tú...hiciste un pactó con algún Demonio? — Pregunté con temor.

...

Ella no respondió. Ella permaneció en silencio absoluto, solo me observaba sin expresión en su rostro.

Ahora que la veía con más detalle, su poder y aura no eran para nada similares a las de un Ángel. Aún así...Estába completamente segura de que esta muchacha era mi hija, jamás podría confundir a mi pequeña Tzuyu.

— Tzuyu...— Llamé y acaricie su mejilla con delicadeza.

¿Qué le habían hecho a mi dulce hija?

...

— ¿Tzuyu? — Habló con una dulce voz — ¿Qué es un Tzuyu? — Preguntó.

Aunque su voz fuera la misma, era poco comprensible. Como si hubiese aprendido hablar hace tan solo unos días atrás.

— Tú Tzuyu.— La señalé.

Al parecer una comunicación más trivial era con lo que ella podría entenderme.

— Tzu...yu.— Se señaló a sí misma.

— Yo...Mamá de Tzuyu.— Me señalé.

— ¿Ma...má?

Asentí.

— Mamá.— Replicó señalandome.

Algo era evidente. Mi hija no era quien solía ser, eso significaba que su guerra contra el mal era algo impensable.