💌 3. ¿Nos lo quedamos? 💌

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¿Alguna vez has escuchado que el amor es ciego? Probablemente los trabajadores del laboratorio Venus desearían que también fuera mudo, cuando los gritos y amenazas de un Cupido molesto empiezan a escucharse incluso si el ángel no ha ingresado al e...

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¿Alguna vez has escuchado que el amor es ciego? Probablemente los trabajadores del laboratorio Venus desearían que también fuera mudo, cuando los gritos y amenazas de un Cupido molesto empiezan a escucharse incluso si el ángel no ha ingresado al edificio.

—¡¿Dónde está?! —grita Fede con molestia

La pobre recepcionista tiembla al ver al ángel cojeando furioso hacia ella, seguido de lejos por un agitado demonio que teclea rápidamente en un celular. Una vez que Fede entra en el edificio se queda quieto, descansando un instante su rodilla adolorida, su ceño fruncido no desaparece en ningún momento.

Torpemente, Asmodeus logra ingresar también, chocando contra el marco de la elegante puerta. El rostro de la oveja luce ligeramente asustado mientras que el toro tiene el ceño casi tan marcado como el del mismo Cupido.

—¿Esta listo? —pregunta más tranquilo el ángel

Asmodeus asiente con la cabeza y le entrega el teléfono al chico de cabello blanco; por un segundo una pizca de alegría se alcanza a ver en las facciones de Fede, confundiendo los presentes, quienes no pueden apartar la vista de las acciones del ángel.

Sin demorar, Fede accede rápidamente al  nuevo icono en su aplicación regular: un sencillo y apagado corazón negro con cuernos. Demora un instante en cargar, bastante normal a estas alturas, antes de mostrar al bebé de rizos dorados llorando mientras señala una larga lista de malas palabras, algunas de las cuales Cupido desconocía hasta ahora.

—Más te vale mantenerla oculta de Belial y Venus, —advierte Asmodeus ligeramente asustado ante la idea de lo que sus hermanos pensarán cuando lo descubran —sabes que son...

<<Cabrones>> dice la voz robótica del improvisado lector de la aplicación.

—¡Exacto! —dice alarmado Asmodeus arrebatándole el teléfono a Fede —Ahora guárdalo, por favor.

Fede asiente, sonriendo ampliamente cuando el demonio le entrega su celular. Un mundo de posibilidades se abre ante sus ojos, contenido en un aparato rosa, con el mismo odioso bebé Cupido que arruina sus mañanas y, ahora, le brinda una gloriosa sensación de satisfacción que no había sentido desde que la maldición de Venus cayó sobre él.

—Esta bien. —responde alegre Fede volviendo su vista al teléfono —Ahora sí, ¡¿dónde está ese...maldito...Rodmentor?!

Le resulta difícil poder mantener la molestia en su rostro cuando la agradable idea de poder volver a ofender a alguien se vuelve una realidad. Parpadeando varias veces, la recepcionista solo atina a señalar hacia un letrero donde se puede leer "Área de reparaciones y desastres tecnológicos"; Fede voltea a ver a Asmodeus cuando el demonio emite un sonido de sorpresa después de leerlo.

-Interesante. -dice para sí mismo Asmodeus -Vamos, quiero acabar con esto rápido. No tengo más energía.

El elegante demonio asiente con la cabeza hacia la joven recepcionista como agradecimiento, mientras Fede le sigue de cerca en silencio, observando apenado a la cantidad de trabajadores que les siguen con la mirada durante el camino al área de reparaciones. 

S.O.S. Mensaje Incorrecto | #ONC2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora