Siento mis ojos pesados, apenas entra la luz por las rendijas que dejan mis parpados. La espalda me duele, me duele tanto que no puedo evitar quejarme, me remuevo entre las sabanas suaves y es ahi donde algo me hace ruido. No recuerdo haberme acostado anoche, ni si quiera recuerdo haberme lavado los dientes.
A lo lejos escucho unas voces, riendose, otras gritando. ¿Que paso? ¿Donde estoy?
El chirrido de una puerta me hace abrir un ojo. Un bombon con un short blanco nike, un buzo over size color negro y gorrita blanca para atras entro por la puerta.
— ¿Sigue durmiendo esta hija de puta? —quise reirme, pero me dolio nuevamente la espalda.
— Te estoy escuchando pelotudo. —su risa ronca me dio energia suficiente para abrir los dos ojos y verlo completamente. La cama se hundio y senti su calor pegarse a mi costado.
— El doctor ya dijo que no tenes nada roto, que solo es estres. —lo dijo al pasar, como si no fuera nada, su voz rebotaba en mi pecho ya que estaba apoyado alli.
— ¿Llamaste al doctor pedazo de exagerado? Daa. —lo jodi.— Gracias mugriento. —lleve las manos a su gorra, sacándola y comienzo a acariciar su corto cabello.— ¿Te dije que me re calientan los morochos como vos? —senti su pecho hincharse al tomar aire profundamente.
— Felicia, la boca. —se escucho desde la puerta haciendonos saltar en la cama.— ¡Maaaa, Felicia esta acosando a Enzooo! —grito mi hermano. Rode mis ojos con bronca ya. Recien me despierto y ya me estan molestando, no te la puedo creer.
— Por lo que veo ya conociste a mis hermanos. —mis ojos fijos en sus dientes blancos que estaban asechandome desde que me vieron despierta, ya me quiere matar definitivamente.
— Puedo decirte con toda confianza, que por desgracia los conoci anoche. Son unos pesados e insoportables de mierda. —hablo a sabiendas que estaban escuchando en la puerta. Ellos hicieron un grito de dolor y se fueron a refugiar en mis padres. Hay cosas que jamas cambian, y esto es una de ellas. Sin evitarlo me rei de su maldad, es un hijo de puta.
Me ayudo a sentarme en la cama, apoyando su mano caliente en mi espalda baja. Las hormonas me tienen a full, creo que me esta por venir, no puede tenerme asi este chabon, estuve desmayada no se cuanto tiempo y estoy despierta cinco minutos a su lado y ya me tiene como pava hirviendo.
— Tus viejos te estan esperando en el comedor, estamos en casa, te traje a dormir aca porque si no no iban a entrar todos en la tuya. A parte eran tus hermanos o vos, asi que fui a lo seguro. —dijo riendose.
— O sea que me trajiste a dormir a tu casa, a TU cama, por descarte solamente. Deja nomas, me hubieras dejado tirada en el medio del comedor iba a ser menos frio que vos. —sus cejas se levantaron dandome un gesto de mira vos.
— Si te dejaba un minuto más sola, ibas a estar oliendo las almohadas, asi que no te me hagas la cocorita aca. —y tiene razon, ¿Para que decir que no si si?
— ¿Para que oler las almohadas si te puedo oler a vos directamente? —su expresion quedo en shock, y yo aprovechando su momento de incredulidad, lleve mis brazos a su nuca, atrayendolo a mi hasta poder hundir la nariz en su cuello, su cremoso y perfumado cuello. Sus manos tomaron los costados de mi remera, apretandola en puños. Su perfume entro por mi nariz impregnandose de lleno en mi cabeza, sentido y corazon. No se que clase de aroma es, pero se que tengo la cara caliente y seguramente roja. Esto provoca Enzo en mi, sin dudas me tiene loca.
Senti como aflojo sus hombros dejandose hacer, es un pajero, pero un pajero que me encanta.
— ¿Podrian dejar de babosearse y venir que mamá te quiere ver? —la voz de Nico, el menor, nos llamaba más tranquilo.
— Ahi vamos Nico, por dios, que inso. —Enzo se rio de mi poca paciencia con ellos.
Me ayudo a destaparme y me dio unas pantuflas que no usa, tienen el logo del club donde juega. Se puso detras mio acomodando mi pelo en una cola alta. No puedo evitar morderme el labio imaginando otra clase de situaciones.
— Saca esa cara de pajera Felicia. —me reprendio desde atras. Mi cara de confusion no se hizo esperar. ¿Como supo que estoy haciendo caras?— Tenes un espejo adelante tuyo tarada. —mire hacia el frente confirmando lo que decia. Su cara mostraba una gran sonrisa, tratando de no reirse de mi.
— ¿Como te cayeron mis viejos? Se que capaz son un poco exagerados, pero en casa eras el favorito de la seleccion, ahora va a ser dificil si pensamos en la posicion que nos encontro mi papá. —asintio.
— Na boluda, no me dijo nada de eso. Primero estaban que no querian hablar. Despues tus hermanos querian venir a dormir aca conmigo, tu viejo no dejo de preguntarme por Messi y tu mamá no dejo de hablar de Ota. —rei por eso, ya que mi mamá lo ama.— Le dije que despues le hago una videollamada asi se dejaba de joder con eso. —una carcajada se me escapo.— Si boluda, estaba de cargosa ya. Un poco más y me muestra fotos de él en bolas.— su cara de asco intensifico mi diversion.
Al final ayudo a que me pare del todo de la cama, caminamos a paso lento hacia el comedor ya que no deja de dolerme la espalda. Zona en la que Enzo no deja de masajearme sutilmente.
— Aca se las dejo familia. —me sente en una silla y ellos me sonrieron felices, la cara de preocupacion de mamá es muy notoria. Estan con el equipo de mate y unas facturas en la mesa.— Feli, voy a buscar a Oli, ¿Si? —me susurro muy bajito en la oreja.
— Dale, los espero. —apreto uno de mis hombros y salio por la puerta, para luego escucharse el sonido de la puerta principal. Me dejo sola con las fieras estas, me van a atacar a preguntas nomas.
— ¿Quien es Oli? —ya llego la primer pregunta, obviamente de mi mamá.
— ¿Como te sentis hija?¿Estas bien? —la ironia se hizo escuchar en mi voz. Me hizo un que hambre con su boca.
— Sabemos que estás perfectamente, no hace falta preguntarte. —se cruzó de brazos.— Pero igual, ¿Cómo estás hija? Dijo el médico que estás estresada. —me hablo está vez en serio, tratando de calmar su cara de preocupación, la conozco demasiado.
— Bien mami, en serio. Ahora estoy muy bien. Feliz de tenerlos acá conmigo otra vez. —estire mis manos para que mis padres tomen una cada uno. Ella me dió una cara dándome a entender que sabe que le estoy mintiendo.
Pero como toda madre, sabe que tiene que esperar a que yo le diga algo y no presionarme. Tengo que tomar fuerzas y decirles la verdad sobre el yerno que alguna vez quisieron. Sobre ese hombre que creían que iba a ser el padre de sus nietos.
E igualmente, como todos los padres, se que van a querer matarlo. Sin dudas, lo que hizo Enzo va a quedar en segundo puesto.
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Compañera de juegos // Enzo Fernandez (SSA #2)
Fanfic-No Enzo, yo vengo a jugar con Oli nada más.-rode mis ojos haciéndole cosquillas en su pancita. - Dale, admití que venís a verme a mi también, morocha. -este se hace el canchero y no se da cuenta que me está tentando nomás.