Camino por los pasillos del instituto moviendo mis caderas de un lado a otro dando la mejor pasarela de la historia, después de todo yo soy el centro de críticas que le des un poco más de que hablar, no hará la diferencia. Eso es lo que me digo mentalmente para no demostrar que realmente mis ánimos están por el piso.
Una sonrisa nostálgica se dibuja en mi rostro al darme cuenta que durante tanto tiempo creé una versión indestructible de mi, que ahora me he creído mi propia mentira, lo que logra ponerme triste brevemente al pensar que quizás ni yo misma sepa cuál es mi verdadera versión.
_ Hola.
Automáticamente me tenso, cuando el recuerdo de nuestra conversación el día de ayer me llega a la mente. Y lo hago aún más, cuando noto la mirada de Jacob, la cual me demuestra que no estamos en los mejores términos y que en parte eso lo tiene arrepentido, pero yo en estos últimos días he aprendido a no juzgar al rubio con respecto a nuestra relación, porque yo misma me he encargado de crear esas inseguridades en él.
Y también sé que aunque fui yo quien dio el primer paso, muy fácilmente también sería yo la que podría ponerle fin.
_ como amaneciste?
Dibujo una sonrisa con la que trato de transmitirle calma, quizás de esta forma él vea que no estoy molesta con él.
_ no también como ayer pero no estoy mal.
Me muerdo el labio inferior rompiendo el contacto visual porque sé que esas palabras fueron con toda la intención de bajar mis defensas, aunque estas nunca parecen activarse ante la presencia del ruido.
_ tendrías que repetir eso que te hizo dormir tan bien.
Este da un paso hacia mí acortando la distancia y automáticamente mi corazón empieza a latir de manera frenética, su mano se dirige a mi cintura para de esta manera poder pegarme un poco a su cuerpo, y susurrar:
_ no sabes lo encantado que estoy con esa idea.
Por la chancleta de Moisés que me bese, que solo se incline un poco más y una nuestros labios aunque sea en un pequeño beso, yo me conformo. Pero al contrario, el rubio da un paso atrás rompiendo cualquier contacto entre nosotros y dejándome levemente desilusionada.
_ tienes planes para esta tarde?
_ no.
Me rasco la nuca en un acto de nerviosismo ante la propuesta que voy a hacerle, porque la decisión que tomé la noche anterior no es nada fácil para mí. Pero sé que si quiero lograr mi objetivo necesito personas que sean queridas para mí para que me acompañen en el proceso. Ya se lo notifiqué a mi mejor amiga, y ella está encantada con acompañarme, después de todo somos como hermanas lo que se resume a familia y la familia nunca se abandona.
_ Entonces, estás comprometido conmigo.
_ acaso usted está coqueteando conmigo, Nathalie Newman?
Doy un paso al frente, siendo yo la que acorta la distancia en esta oportunidad, mi mano va a la parte de su clavícula que no es cubierta por la camisa y empiezo a dejar una caricia en esa área.
_ pensé que yo había sido demasiado obvia, Jacob Morgan.
Un carraspeo nos hace separar nuevamente, para que ambos miremos a la persona que nos interrumpe que no es nada más ni nada menos que el profesor. Quién nos dedica una mirada reprobatoria al tiempo que pasa entre ambos terminando de romper cualquier cercanía.
_ Espero que así estén de dispuestos a participar en la clase del día de hoy.
Un bufido sale de mis labios, Pero antes de que pueda decir algo Jacob pone su mano en mi boca, deteniendo cualquier imprudencia que pueda cometer.
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Solo es cuestión de tiempo (#2 Temporales)
Novela JuvenilPara Nathalie Newman las palabras "amor y hombres", no tienen ninguna validez teniendo en cuenta que los únicos hombres que se han acercado a ella es buscando sexo. Para Jacob Morgan, ser "futbolista y rubio" es sinónimo de "sexo de una sola noche"...