¿Tu prima?

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Ambos estaban disfrutando de la compañía del otro, la ucraniana, que no solía abrirse a nadie ni contar sus problemas, acababa de contarle a Omar un secreto que solo Martin sabía. Algo había de especial en ese chico, que hacía que se abriera y que estuviera tranquila. 

- Así que ucraniana, ¿eh? - dijo Omar, tras una larga conversación sobre sus vidas - que guay, otro apodo que me llevo. A ver di algo en ucraniano -

- Vale a ver, ¿qué te digo? - pensó ella - ya sé, mені подобається, як сяють твої очі, коли ти дивишся на мене (Me encanta la forma en que brillan tus ojos cuando me miras) -.

-¿Qué significa? - preguntó el chico -.

- Que me encanta este café - mintió ella -.

Ambos se rieron y siguieron conversando.

Un rato más tarde, ellos seguían en el bar, y de repente, entró una chica, haciendo sonar la campanita de la puerta. Ruslana conocía a esa chica, pues era su prima Naiara la que acababa de entrar. Ambos la miraron, y por como reaccionó Omar, parece que ya la concía.

- No puede ser, ¿qué hace Naiara aqui? - dijo él - esto solo me pasa a mi -.

- ¿Cómo conoces a mi prima? - preguntó Ruslana -.

En ese momento, los ojos de Omar se quedaron clavados en la pelirroja, pero esta vez sorprendido.

- No me jodas Ruslana, ¿Naiara es tu prima? - 

Ruslana asintió, y en ese momento, antes de que Omar pudiera explicarse, Naiara les vio.

 Primero solo veía a Omar, ya que la ucraniana estaba de espaldas a ella, pero en cuanto esta se giró, Naiara se enfureció, y con una mirada que podía matarte si te quedas fijamente mucho rato, Naiara salió de allí.

- ¿Me puedes explicar qué coño acaba de pasar? - preguntó ella -.

Omar respiró hondo, se calmó y le dijo:

- Naiara es mi ex, Rus. Estuvimos juntos un par de meses, pero no eramos felices, nunca coincidiamos en los planes para hacer juntos, y casi siempre que salíamos acababamos peleados. Hacía tiempo que no la veía, supongo que parte de su reacción ha sido verte conmigo -.

La pelirroja apoyó sus codos llevándose las manos a la cabeza.

- Genial, si ya le caía mal ahora me odia -.

Omar vio la tristeza en sus ojos, odiaba verla así. Le cogió de ambas manos, la miró y la tranquilizó.

- No es tu culpa pelirroja, tu no has hecho nada malo, y yo tampoco, asi que no te preocupes, de verdad - dijo él -.

Ella le asintió, un poco más tranquila. 

Ambos se levantaron y fueron a pagar. Omar la invitó al desayuno, pensó que era lo minímo que podía hacer después de lo ocurrido. Salieron del bar y se dirijieron a casa de Omar, porque este había quedado con su compañero de piso, Alex, el hermano de Chiara. 

- Oye Omar, gracias por ser tan bueno conmigo, de verdad, haces que me sienta genial. - y añadió - A demás, nunca hueles mal. Creo que por eso me gustas tanto -.

Eso último lo dijo en voz baja, para que él no lo escuchara. Omar obviamente lo escuchó, pero para no ponerla incómoda, decidió guardárselo para el.

Llegaron al piso de Omar, ambos subieron, pues él quería enseñarle sus instrumentos, porque Ruslana le había dicho que le encanta la música, sobretodo tocar el bajo y cantar. Cuando llegaron arriba, Alex estaba picando algo en la cocina. Cuando la vió, se sorprendió, aunque al ver la cara que le ponía Omar de "cállate", simplemente se rió.

- Hola Ruslana, oye, siento lo de ayer, no sabía que os conociais - dijo Alex -.

- Tranquilo, no fue tu culpa, todo bien - respondió -.

Omar y Rus entraron en su habitación, en cuanto la pelirroja vio los instrumentos, era como una niña pequeña, los miraba con ilusión. 

Después de un rato tocando y charlando, Ruslana recibió un mensaje de Bea, habían quedado para comer. Así que procedieron a despedirse.

- Gracias por todo Omar, ya se que lo he dicho mil veces, pero gracias de verdad -.

Se abrazaron, notando que el tiempo se paraba, ella se sentía protegida hundida en su pecho, no quería separarse nunca. Cuando se separaron, se quedaron en silencio mirandose a los ojos.

Ambos estaban tan cerca que notaban la respiración del otro, las dos entrecortadas, por la excitación del momento. En un momento, los ojos de Omar bajaron a sus labios, y poco después, los de la pelirroja hicieron lo mismo. Sin pensarlo mucho más, se fueron acercando poco a poco, hasta que ya no había separación entre sus labios. Se fundieron en un suave beso que ambos deseaban hace horas. Cuando notaron ue les faltaba el aire, se separaron, y ambos rieron.

La ucraniana solo se le ocurrió decir "adiós" e irse. Cuando estaba por salir, se cruzó con Alex, simplemente se miraron y ambos se rieron. Cuando ella ya no estaba en la casa, Omar salió de la habitación. Alex y él se quedaron sin palabras, un simple gesto asintiendo de Omar bastaba para saber lo que acababa de pasar entre la pelirroja y él. 



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