El dia de después

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Eran las ocho de la mañana, pero Ruslana no podía seguir durmiendo, tenía demasiadas cosas en la cabeza. Además, tenía dolor de cabeza, probablemente por la resaca que llevaba de anoche.

Decidió levantarse de la cama, se puso una sudadera, cogió su teléfono -sin abrirlo- y pilló su libreta y sus lápices de dibujo. Salió de la habitación, y pasando por la cocina primero para coger un paracetamol, salió al porche a dibujar un rato.

El porche le encantaba, tenía un parecido al de su casa en Tenerife, había un banco colgante pequeño a un lado, estaba todo lleno de plantas, y el sol y el silencio en esa zona por la mañana se hacía de agradecer.

Era domingo, así que su mejor amigo Martin, que vivía con ella en su piso de Madrid -donde estuvo viviendo por los estudios- probablemente estaba durmiendo, asi que le dejó un mensaje de buenos días, lo hechaba de menos, y más ahora porque el es el único que sabe lo que pasó con Marc.

Después de un rato dibujando en silencio, cogió su teléfono, y recordó el mensaje de Omar. Dudó si responder o no, aunque después de como se portó ayer, no responderle no podía ser una opción.

Así que agregó su contacto y respondió.

Omar (Zaragoza)

Hola, gracias por ayudarme ayer, por cierto.

Si quieres podemos desayunar juntos, y charlamos.

Nos vemos 😊

No pasaron ni dos minutos y Omar ya le había contestado, así que subió a su habitación, dejándose el cuaderno de dibujo en el porche, se vistió y se esperó hasta que fueran las diez, ya que había quedado con él a las 10:30h.

Habían quedado en el mismo bar donde conoció a los demás, porque según él hacen unos muy buenos desayunos.

Cuando llegó, lo vio sentado en la mesa, esperándola. "Se ve tan guapo con el sol en la cara y las gafas puestas", pensó la pelirroja.

- Hola Omar, me alegro de verte - dijo ella, asustándole por detrás-.

- ¡Hola Rus! Estoy bien, ¿tú qué tal? - le respondió -.

- Me duele un poco la cabeza de la resaca, pero estoy bien, gracias por preocuparte -.

Se quedaron en silencio durante unos segundos, mirándose, pero no era una mirada incómoda, simplemente disfrutaban de la compañía del otro.

- Oye pelirroja, respecto a lo de ayer... - soltó el chico - solo quería protegerte, pero no te sientas obligada a explicármelo ni nada si no quieres, de verdad que no es mi intención para nada, solo si estás prep-

- Es mi ex, Omar - soltó Rus, notando que Omar ya ni sabía lo que decía - lo conocí en Madrid, estuvimos juntos unos meses, pero empezó a actuar como un tóxico, y llegó a un punto en el que me daba miedo enfrentarle con cualquier cosa. Pero la gota que colmó el vaso fue el día que llegó a las manos. Ese día por fin me atreví a dejarle, pero aún así no me dejaba en paz, hasta que él se fue de Madrid. Entonces no volví a saber nada de él, hasta ayer -.

Omar no sabía qué decir, estaba lleno de rabia, si volvía a ver a ese chaval... a saber.

- Joder tía, vaya gilipollas. Si algún día necesitas hablar aquí me tienes siempre, que lo sepas, gente como él no merecen la pena. - contestó por fin Omar -.

Mientras lo decía, le cogió una mano a Ruslana y empezó a acariciarla.

New life, new meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora