Su otra mitad

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Durante toda la mañana, Ruslana estuvo intentando ignorar cualquier pregunta sobre anoche que Omar y los demás le preguntan por mensajes. No quería que ninguno de sus amigos se enteraran de lo ocurrido, estaba demasiado avergonzada. Sin embargo, aunque tampoco quería que Omar se enterara, no era exactamente por esa misma razón, sino que tenía miedo de saber a qué sería capaz de llegar él para protegerla.

Ruslana salió de su casa y se dirigió al parque donde habían quedado todos para hacer un picnic, porque entre tanta fiesta ya nunca tenían tiempo de simplemente hablar de sus cosas en un ambiente tranquilo, sin botellas de cristal vacías por el suelo o las papeleras llenas de paquetes de tabaco y vasos de plástico.

Cuando llegó, aún faltaban Chiara, Violeta, Álvaro y Salma, pero los demás, (Alex, Bea, Denna y Omar) ya habían llegado. Al ver a la pelirroja, Omar se levantó el primero a saludarla con un suave y corto beso. Era la primera vez que la besaba delante de los demás, pero tampoco le importó, total ya todos sabían de su relación, no es que fueran los más disimulados.

Mientras esperaban a los demás, aprovechando que Omar, Alex y Bea conversaban entre ellos, Denna se llevó aparte a Ruslana.

- ¿Cómo estás Rus? Digo por lo de ayer.

- Estoy bien, más o menos, pero gracias por no contárselo a Omar - le contestó.

- Tranqui, pero oye, yo creo que deberías decírselo - le dijo Denna, seria - yo no le voy a decir nada, no me quiero meter, pero enserio, piénsatelo.

- Lo he pensado, créeme, pero no es buena idea. Ya tuvieron un primer encuentro y no quiero saber qué pasaría si tuvieran un segundo.

- Bueno, hagas lo que hagas, me tienes a mí, ¿vale?

- Vale - dijo la pelirroja, abrazando a Denna.

Mientras se abrazaban, Omar se dio cuenta de la desaparición de estas dos, y cuando las localizó, se esperó hasta que volvieran para hablar con Ruslana.

- Rusli, ¿todo bien? - le dijo él.

- Claro, ¿por qué preguntas?

- Entre que ayer te fuiste después de lo que pasó, y ahora estabais Denna y tú hablando que parecías preocupada, no sé. ¿Pasó algo antes de irte? - preguntó.

- No Omar, de verdad - la pelirroja llevó su mano a la cara del chico - estoy bien.

Omar no le dio más vueltas, y ella apoyó la cabeza en su hombro, cerrando los ojos. Odiaba mentirle, pero era lo mejor.

Un rato más tarde fueron llegando poco a poco los demás, y pasaron la mañana entre conversaciones, anécdotas y risas. En ese momento se le olvidaron todos sus problemas, estaba a gusto con la gente que quería, aunque bueno, no toda, si Martin y Yuliya estuvieran entonces sería perfecto.

Mientras conversaban, alguien apareció a lo lejos.

- ¡¿Ruslana?! - gritó la chica desconocida.

Todos se giraron a mirarla.

- ¿Fiore? ¡No puede ser! - gritó Ruslana levantándose.

- ¡Panchi! Cómo te he echado de menos, ni te lo imaginas - dijo la otra, mientras se fundían en un abrazo.

Los demás no sabían quién era ni lo que estaba pasando, pero nunca habían visto a Rus tan contenta, la verdad. Mientras las dos chicas se acercaban, los demás veían como se miraban. La ucraniana sonreía como nunca antes la habían visto sonreír, se le iluminaban los ojos.

Fiore es su amiga de toda la vida prácticamente, cuando Ruslana llegó a Tenerife ella fue la primera que la acogió, y al principio casi ni se entendían, porque la pelirroja no sabía español, y que aprendiera rápido el idioma fue en parte gracias a Fiore. Después, cuando Ruslana se mudó a Madrid, hablaban todos los días, se notaba una conexión entre ellas, y la pelirroja siempre ha tenido sentimientos por la otra chica, que estaba segura de que eran correspondidos, pero nunca se atrevieron a decir nada por miedo a arruinar la relación tan bonita que tenían.

- Chicos, esta es Fiore, mi mejor amiga desde los 10 años - dijo la ucraniana.

- Encantada chicos, Ruslana me ha hablado de vosotros, pero no sabía que ese sitio al que se mudó hace poco era justamente Zaragoza.

Todos fueron saludando uno a uno a la chica si bien con un abrazo o dos besos. Ella se fijó especialmente en Omar, sabía perfectamente quién de todos era Omar por cómo le describía su amiga, un chico alto, moreno, de pelo corto y muy cachas. Cuando se saludaron, el chico pudo notar una mirada no muy agradable por parte de esta chica, pero no le dio importancia, quizás solo estaba protegiendo a su amiga.

- Wow, es que aún no me creo que estés aquí, hacía tanto que no nos veíamos - dijo Rus, entrelazando su mano con la de la otra.

- Y aún así parece que nos vimos ayer mismo.

- Oye Panchi, ¿te vienes un rato a mi casa? - dijo la chica.

- Espera, ¿vives aquí?

- Yo creo que la verdadera pregunta es ¿Panchi? qué es, ¿un apodo o algo? - intervino Violeta.

- No, Panchi viene de Panchyshyna, mi apellido, pero como de pequeñas a todos se les hacía difícil de pronunciar, empezaron a llamarme Panchi - le contestó Ruslana - en Tenerife todos me conocen como Panchi.

- Me gusta Panchi, es divertido - añadió Alex.

- Bueno, volviendo a la pregunta, ¿vienes o qué? - dijo Fiore.

- Chicos, ¿os importa si me voy con ella? - intervino Ruslana.

En realidad solo quería la aprobación de una persona, así que le miraba fijamente a él, expectante a su respuesta.

- Ve, tranquila - dijo él, finalmente - luego te llamo y hablamos.

- !Gracias gracias gracias! - dijo la pelirroja, llenándole la cara de besos - os quiero chicos, luego nos vemos.

Se despidió y ambas chicas abrazadas de lado, salieron de allí riéndose y con unas sonrisas de oreja a oreja.

Omar estaba feliz por ella, pero tenía unos sentimientos un poco raros. Él nunca la había visto reírse así, ni sonreír así, ni hablar así... es como si no la conociera, que no era tan alejado de la realidad, no hacía ni un mes que la conocía. Pero algo tenía claro, Ruslana le iluminaba los días y la quiere muchísimo, eso no va a cambiar, pero siente que debería conocerla mejor, porque nunca hablan sobre su vida antes de Zaragoza realmente, o sobre las típicas cosas como su color favorito, sus mejores amigos, su comida favorita, su familia...

Mientras tanto Ruslana se había reencontrado con su otra mitad, la chica por la que haría cualquier cosa y con la que tiene una conexión increíble. Omar puede que se sintiera, ¿amenazado?

No, solo son muy amigas, nada más. ¿No?





Holaaaa! Perdón por tardar, no sabía qué escribir la verdad. Al final he tirado un poco sobre la marcha y esto es lo que ha salido, si tenéis ideas que queráis en la historia decídmelo porfa! Si os gusta no olvidéis darle apoyo!

New life, new meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora