Capítulo 7

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Dos días después de enterarme de lo que soy realmente, voy a hablar con Ben. Lo encuentro en las gradas del patio del instituto, mirando a un grupo de chicos jugando al baloncesto.
- Ben. -le digo al llegar hasta él- Tenemos que hablar.
Él me mira, serio.
- Yo también. Pero no aquí.
Ben se baja de las gradas y me toma de la mano. Empieza a caminar hasta la parte de atrás de las gradas. Siento que el corazón me va muy rápido, desbocado. El chico se para y me coge por los hombros.
- Allison. -susurra- Tú... Tú eres diferente. Lo sabes, ¿no?
Asiento.
- Tú también lo eres. -repongo.
Ben se inclina sobre mí. El pulso se me acelera aún más y siento calor en las manos. Sus labios se juntan con los míos. Están algo fríos, pero para mí es perfecto. Enreda sus manos en mi pelo al tiempo que yo le rodeo la cintura. Tan rápido como me besa, se separa de mí.
- Esto es... No. -Ben se lleva las manos a la cabeza- Somos incompatibles. Tú eres Fuego y yo soy Hielo.
- Pero... -musito- Eso no significa que no podamos estar jun...
- Sí. -corta- Además, la Sede Elemental no lo admitiría, Allison...
Eso me desgarra el corazón.
"¿Cómo pueden hacer esto?"
No pueden impedirlo. Es casi inhumano. Con un dedo, Ben me hace alzar la barbilla y mirarle directamente a los ojos.
- El día en que te ví, al ver esas runas... Supe inmediatamente qué eras... Pero, igualmente, me enamoré de tí. Eso no es la conducta de los de mi raza. Fuego y Hielo se repelen pero... Tú tienes algo, Allison. Eres... Diferente. Quiero esto, pero la Sede no lo admitirá; vamos a tener muchos problemas...
- Me da igual -susurro- Una estúpida sede, a la que casi no conozco, no va a decirme con quién puedo estar y con quién no.
- No, Allison. -dice él con voz fría- No podemos.
Yo le miro, incrédula.
- ¿Les tienes miedo o qué? -le espeto.
- No. Sólo respeto las leyes.
- ¿Las leyes?
Ben entorna los ojos y recita:
- "Para evitar problemas entre razas opuestas, la Sede Elemental acuerda que no habrá ningún tipo de relación amorosa entre estas razas, siendo estas Fuego, Aquai y Hielo."
Me quedo callada un segundo. Eso no es justo.
No pueden evitar que dos personas no estén juntas.
No pueden evitar que se quieran.
- Y... ¿No te arriesgarías? -pregunto en un susurro.
- Nos podría salir caro. -repone.
- Cobarde. -musito con frialdad.
El dolor se instala en mi pecho, oprimiéndomelo cual garra de hielo, y el odio vuelve a florecer.
- Además -añade- Somos incompatibles. Créeme, siento odio hacia tí, pero, a la vez, amor. Es como una guerra interna... ¿Acaso tú no sientes lo mismo?
Bajo la cabeza.
- Sí...
Cierro los puños con fuerza y siento ese calor, pero esta vez en las manos.
- Allison... Para.
De alguna manera, él "percibe" lo que me está pasando ahora.
- No lo controlo. -mascullo.
Abro las manos y ahogo un chillido, tapándome la boca con la mano izquierda.
En mi mano derecha hay una llama, no me quema, tan sólo siento un cosquilleo. Ben se aleja un poco de mí.
- N- No puedo... -susurra Ben.
Él mira el fuego con aire asqueado, pero me da igual.
No digo nada.
Con la otra mano, toco la llama.
La atravieso.
Nada, ni siquiera dolor o algo parecido.
Sólo el cosquilleo.
Repentinamente noto algo de frío. Me doy la vuelta.
Ben ha desaparecido.
~Ӝ~
- Ya estoy en casa. -anuncio mientras cierro la puerta de mi casa.
- Allison, hay que ir a la Sede. -dice mi madre nada más entro por la puerta de la cocina.
- ¿Por qué?
- Tienes que entrenarte. -responde ella en tono firme.

Las Crónicas de RyliakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora