7 Buena casera

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Pauline sacó una fuente del bajo mesada y un caño que estaba medio flojo se partió y el agua a sale a chorros.

—Olivia llama a Juliana.

La niña corre y vuelve con Juli de vuelta, para que al entrar vea a Pauline tratando de contener el agua inútilmente, toda mojada con la ropa pegada al cuerpo y su brasier negro resaltando bajo su camiseta. Juliana la ve y no reacciona.

—¿Me ayudas o solo vas a mirar?

—Sí, si claro, hay que cortar el agua de la llave de paso —Juli la busca y cuando la encuentra le cierra el paso al agua— listo, mañana llamo a un plomero y...

—¿Tienes una llave francesa? En realidad es una tontera lo que hay que cambiar es un caño flexible —se levanta con la ropa totalmente mojada pegada al cuerpo y Juliana no puede dejar de verla— voy a la ferretería con esto —levanta el caño— y me darán otro igual. Ya vengo ¿Te quedas con Oli?

—Espera ¿A dónde vas así mojada?

—A comprar el caño.

—Tienes la ropa pegada al cuerpo.

—Cariño, estamos en verano y la tienda está por cerrar —se suelta de su agarre— ya vengo.

Toma las llaves del auto, dinero y sale. Olivia se acerca a ella y se para a su lado con las manitos atrás de su espalda.

—Es linda mi mamá.

—Sí.

—Muchos chicos dicen: "Ay tu mami es linda" "como se llama tu mamá" "¿Tienes papá?" "¿No quieres ser mi hija?" —Juliana frunce el ceño.

—¿Eso dicen?

—Sí y yo les digo que tiene una marida —Juli sonríe— ¿Cuándo te vas a casar con mi mamá?

—Estoy segura que no deberíamos hablar sobre esto ¿Sabés que no somos esposas de verdad? Osea tu mamá es mi amiga.

—¿Todas tus amigas son lindas o solo mi mami?

<<Esta niña es astuta, la subestimé>>

—Mami Juli —la mayor se derrite cuando la llama así— te quiero —la abraza.

Tercera parte de su plan, que mami Juli quiera ser su mamá.

Pauline llega subiendo con todo lo necesario para arreglar el caño roto, sube con la llave que tenía en el auto, que era del imbécil de Cole. Entra y ve a su hija ayudando a Juliana a secar muy concentradas.

—Gracias —le dice casi al oído, provocando que de un saltito— ¿Te asusté?

—Te ayudo a ponerlo —en realidad es demasiado simple lo que tiene que hacer, pero si ella quiere ayudar que ayude.

Se sientan en el suelo debajo de la mesada para cambiar el caño, dejan a Olivia en la silla para que no se moje, no toque nada y la ponen a cargo de la llave de agua y esa fue la peor idea que pudieron tener.

—Bien ahora pasa...

Antes terminar la frase la niña abrió la llave de paso, dejando que el agua las mojara nuevamente a ambas, Juliana se paró y la cerró rápidamente.

—¡OLIVIA! —le gritó su madre— ¡No te dije que abrieras el agua!

—Dijiste bien ahora.

—Era a Juliana para que me pasara la llave, te vas de acá ¡Ya!

La niña se marcha haciendo puchero, con lágrimas en los ojos, pero observando desde la punta del sillón agachada con una sonrisa.

<<Ahora van a tener que cambiarse la sopa mojada y van a estar las solas>>

Un amor puerta a puertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora