𝐵𝑎𝑏𝑦𝑚𝑜𝑛𝑠𝑡𝑒𝑟 𝑂𝑁𝐸 𝑆𝐻𝑂𝑇𝑆

-Pharita - Ruka-

—파리타 - 루카—

—Couple Sweater—

La joven de cabellos azabaches frunció sus cerezos en un tierno mohín, llevaba al menos quince minutos admirando, sin poder decidirse, el par de sudaderas que su mejor amiga le extendía con una mirada de súplica.

—Te adoro, pero si no te decides por uno yo lo haré. — Avisó la de melena rosa sintiendo que no podría pasar un par de minutos más en ese lugar.

—No seas impaciente, prometo que después de esto te compraré cualquier cosa. —

—Mas te vale porque llevamos aquí más de una hora y llevas casi veinte minutos viendo estos dos ejemplares. —

La pelinegra asintió entendiendo el porque su menor parecía tan exasperada, ella también se pondría así de estar en su lugar. Sin estar del todo segura, tomó el par de hoodie's con estampado de un corazón roto siendo sanado por un curita.

—¿Cuál será para Ruka Unnie? — Murmuró la pelirosa al ver que la pelinegra se dirigía a la caja para pagar por sus prendas.

—Creo que el blanco. — La duda en su voz era palpable. — ¿O se le verá mejor el rosa? —

Riracha observó con atención el par de prendas, ambas con el mismo estampado pero de diferentes colores, entrecerró sus párpados tratando de imaginarse a Ruka usando el de color blanco con el corazón rosa, para después imaginarse a la misma chica con el rosa que mantenía el corazón blanco.

—El blanco le va a ir bien, además ella es mucho más limpia con ese color que tú. —

Pharita asintió sin siquiera ofenderse por las palabras de su mejor amiga, ella sabía que aquello era cierto.

—¿Crees que le guste? —

—Todo lo que venga de ti le encanta, incluso si esto parece ser un poco posesivo. — Está vez la mayor rodó los ojos. — Debes admitirlo, es algo, un poco, posesivo. —

—No estás en posición de juzgarme, no cuando tú hiciste que Ahyeon-ie usará tu perfume por más de un mes solo para que los demás supieran que estás románticamente con la chica. —

Ambas se miraron con falso fastidio antes de terminar riendo escandalosamente.

—Ahora llévame a comer. —

Pharita asintió antes de seguir los pasos apresurados de la menor.

Aquel par de tailandesas miraban hacia la mesa donde Ruka se encontraba sin perder ningún detalle de lo que pasaba. La nipona de cabellos azabaches y cerquillo se encontraba hablando animadamente con Asa, su mejor amiga, de quien sabe que cosa.

Las dos rodearon los ojos, por diferentes motivos, al ver que aquel par de niponas eran rodeadas por un par de chicas y chicos, aquellos que creían tener una oportunidad con alguna sin saber que aquellas chicas ya tenían pareja.

—¿Puedes acompañarme? —

Riracha desvío su mirada hacia el rostro de su mayor solo para encontrarse con que la pelinegra le estaba mirando con mirada de cachorrito.

—¿Que se supone que haga? — Habló sin saber realmente cuál era su papel dentro de aquello. — No pienso coquetear con nadie, de una te aviso. —

—No quiero eso, solo quiero que me acompañes porque de lo contrario soy capaz de salir corriendo antes de siquiera ir hacia allá. —

Bien, eso le bastaba a la pelirosa. Con un gesto vago, Pharita se levantó de su lugar siendo seguida por la más alta.

—Hola, ¿Todo bien? — La voz de Ruka hizo que las mejillas de la tailandesa de cabellos azabaches se coloreasen de un suave tono rosado, mientras que la pelirosa solo le saludaba con una sonrisa leve.

—Tu novia, aqui presente. — Riracha señaló discretamente a la tailandesa mayor, sin reparar en las miradas impactadas de los que les rodeaban. — Tiene un regalo para ti, pero como ves es demasiado tímida. —

La suave risa de la nipona de cerquillo hizo que Pharita mirase con falso enojo a la pelirosa, no estaba enojada, se encontraba avergonzada.

—Amor deja de mirarla así. — El mote que uso la japonesa hizo que Pharita se sonrojase aún más y que los demás se mirasen entre si sin poder creer lo que estaban viendo y escuchando. — Amor... —

—Ten. — Ruka rio vagamente al saber que la menor se había avergonzado aún más, le gustaba ver el tono rosado teñir las mejillas de su pequeña y tierna novia.

Ruka abrió su obsequio sintiendo rápidamente sus mejillas teñirse de rojo al caer en cuenta de lo que aquello significaba;Se colocó el hoodie sintiendo las miradas de los demás sobre ella.

—Me gusta, es lindo, y también me gusta como se te ve el tuyo.— Ruka señaló el suéter a juego que su menor usaba.

Pharita rio alegremente al sentir que su novia le dejaba un suave beso en la frente antes de dejarle otros en los labios, un casto beso que hizo a los demás terminar de sorprenderse.

Su relación se había confirmado y eso las hacía un poco más felices de lo que ya.

Importante: Me base en la siguiente imagen para los hoodie's