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Pequeñas historias cortas con las chicas de Babymonster.
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Fecha de inicio de escritura:11/Mayo/2023 - 28/Noviembre/2023
Fecha de terminación de escritura:
Fecha de publicación de la guía:12/Mayo/2023
Fecha de publicación oficial:10/Junio...
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—Rainy Days —
Bailar bajo la lluvia era uno de los deseos que la joven pelinegra anhelaba cumplir, sin embargo sabía que para su pareja aquello podría llegar a ser excesivamente cursi, por lo que no se atrevia a exteriorizar ese deseo.
Con los ojos brillantes admiró el paisaje, el cual era perfecto para poder cumplir aquel anhelo;Un mohín se formó en sus cerezos al saber que nuevamente no podria cumplirlo.
—¿Por qué esa carita? —
El tono suave hizo que la atención de la pelinegra se desviará hacia la persona que curiosamente se había acercado hasta quedar sentada a su lado.
—¿No te gusta la lluvia? —
—No es eso. — Respondió sin dejar de lado su mohín.
—¿Entonces que es?, tal vez pueda ayudar. —
—¿Consideras algo cursi el desear bailar bajo la lluvia en compañía de la persona que te gusta? —
Sinceramente la más baja no sabía porque es que le estaba contando algo como eso a una completa desconocida, pero se sentía bien exteriorizar aquello.
—No, en realidad a mí también me encantaría hacerlo algún día. —
—¿Y por qué no lo has hecho? —
—A mi novia le da miedo la lluvia, en realidad tiene fobia a la lluvia. —
Ambas miraron al horizonte justo en el momento en que las gotas de agua empezaban a caer sobre la ciudad, el ruido que estas ejercían al chocar con la superficie hacia una melodía que solo ellas dos podían llegar a adorar.
—No me conoces, ni yo a ti, pero ¿No quieres bailar conmigo bajo la lluvia?, digo, ¿Que es lo peor que puede suceder? —
La de cabellos rubios sonrió dejando ver qué la propuesta era genuina e inocente, un acto que a las dos les pondría felices y que sobre todo cumpliría el deseo compartido de bailar bajo la lluvia.
—De acuerdo. —
En un rápido movimiento, la joven más alta se levantó de su lugar extendiendo su mano derecha hacia la mujer que le miraba con brillantes orbes marrones.
La pelinegra se dejó guiar por la joven de sonrisa radiante hasta el centro de aquel parque, rápidamente sintió el como la ropa empezaba a pegarse incomodamente en todo su cuerpo, sin embargo aquel dato paso a segundo plano cuando percibió el cálido toque de la rubia sobre su cintura.
—¿Puedes darme tu mano? —
Con extrema confianza la extranjera tomo la mano de aquella chica, sintiendo rápidamente como sus mejillas se calentaban al ver y sentir que la mujer frente a ella entrelazaba sus dedos, haciendo aquel momento un tanto más íntimo.
A pasos inicialmente inseguros y topes, se dejaron llevar por la melodía que les rodeaba, no les importaba el hecho de que no se conocían en lo más mínimo, ni que la escasa gente que pasaba por el lugar les obsevase con una mueca que detonaba una mezcla de desaprobación e incredulidad por lo que estaban haciendo.
En ese momento solo eran ellas dos. Dos completas desconocidas que cumplieron un anhelo con la persona menos esperada.
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Importante: No se que es esto, pero me gustó el resultado.
¿Quien creen que sean las respectivas parejas de las chicas?, leo sus comentarios.
