La Historia De Cómo El Mundo Se Fue A La M@#$*&

Capitulo 4 (Parte 2)

La Zona Segura comenzó a parpadear, empezando a perder su brillo, al poco tiempo todos también notaron esto comenzando el caos.

-¡M-mierda! ¿Que diablos le está pasando?

-N-no puede ser ¿Va a desaparecer justo ahora?

-Tienes que estar bromeando, ¿Por que mierda tiene que desaparecer ahora mismo?

El pánico volvió a surgir, algunos empezaron a gritar de miedo mientras otros corridas de un lado para a otro sin saber que hacer.

Yo me quede paralizada en mi lugar, la sorpresa, el miedo la desesperación, todas esas emociones empezaron a recorrer mi cuerpo al mismo tiempo, no entendía que estaba pasando, de todos los momentos ¿Por que estaba desapareciendo justos ahora? ¿Fue simple casualidad o había algo más? O quizás... Volví a sacar conclusiones equivocadas.

-¡Todos entren a la tienda ahora mismo! ¡Rápido antes de que sea demasiado tarde! -Ordeno Robert en voz alta.

Mis pensamientos fueron interrumpidos por la orden de Robert, no era momento de ponerse a pensar en esas cosas, si no me apresuraba entonces Julia y yo quedaríamos fuera.

Tome del brazo a Julia quien parecía igual de paralizada que yo y la jale con fuerza para meterla dentro de la tienda junto con el resto de personas, cuando todos estuvimos dentro empezamos a tomar cualquier cosa pesada que se encontrará a mano para hacer una barricada en un último esfuerzo desesperado.

El tiempo fue justo, pues cuando terminamos de poner la "barricada" la Zona Segura desapareció por completo permitiendo a todo el mar de Goblins abalanzarse sobre nosotros.

La barricada funcionó de alguna u otra forma pues la cantidad de Goblins era tal que muchos de ellos solo se estaban aplastando unos a otros, pero estaba claro que esto no sería ni por asomo suficiente para evitar que ellos llegarán a nosotros, solo era cuestión de tiempo para que atravesarán nuestras defensas.

-¡Esto no va a durar mucho! necesitamos pensar en una forma de escapar, ¿Alguien tiene una idea? La que sea pero necesitamos una ¡Ya! -Grito Robert, mirando desesperado a cada uno.

Un silencio sepulcral se hizo presente en el lugar, lo único que se escuchaba era el sonido de los Goblins mientras se estaban aplastando unos a otros, así como sus gruñidos, nadie parecía que quería hablar, ya sea por que estaban demasiado nerviosos para hacerlo o por que no se les ocurría nada.

-¿Alguien?... ¿Por favor?... -Pregunto Robert en un último intento desesperado, pero solo recibió silencio como respuesta. -... ¡Mierda! -Dijo al tiempo que golpeaba una pared con fuerza.

Era imposible escapar, no había nada que hacer, solo un milagro podría salvarnos, algo como que alguien despertara una habilidad super poderosa que le permitiera eliminar a todos los Goblins de una o que alguien super fuerte viniera a rescatarnos, pero nada de eso ocurrirá, solo quedaba esperar nuestro destino.

Las personas también parecieron rendirse, estaban todos en el suelo, llorando en silencio o rezando a sus dioses, los niños se aferraban a sus respectivos padres quienes trataban de calmarlos dándoles lo que parecían ser pastillas para dormir... Muchas de ellas en realidad...

En cuanto a Julia y a mi... Ella se aferraba a mi con fuerza mientras su cuerpo temblaba sin parar, parecía querer abrir la boca para decir algo pero las palabras no salían, por mi parte yo me encontraba mirando la daga que tenía entre mis manos, pasando su filo por mis dedos, recordando el frío metal atravesando mi cuerpo hasta que mi vida fue arrebatada, aunque no quisiera una de estas dagas iba a arrebatar la vida otra vez.