Capitulo 8

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Ya estaba terminando la primera semana de clases, era viernes, y Llanos debía admitir que había sido agotadora. Muchos proyectos y trabajos en equipo, por suerte estaba con sus amigos en la mayoría de ellos.

Ana, por ser una chica atractiva, había atraído la atención de varios chicos y siempre la buscaban. Llanos sonreía al ver lo bien que se había adaptado. El único que no parecía feliz era su hermano, David. Era un celoso de primera, decía que si su hermana se las daba de novia lo iba a olvidar completamente a él y nunca más tendrían una noche de videojuegos, pero Ana le aseguraba que no sería así.

Lo importante era que esa misma tarde eran las tan famosas pruebas para el equipo de fútbol u casualmente, luego de haber escuchado a Yeray hablar de ese tema, David había decidido entrar también. Y ellos como buenos amigos debían estar allí para apoyarlo, la pobre Ana había sido arrastrada a la tortura.

Las graduadas estaban casi vacías, había algunos chicos riendo, pero estaban en una esquina apartada. Ya que todos los chicos populares estaban vistiendo el uniforme deportivo de fútbol americano o el de porrista. También eran las pruebas para entrar al equipo de animadoras.

Estaban todas las chicas (que para disgusto de Llanos y sus amigos, eran atractivas) entrando al área de animadoras del campo de fútbol. Habían franjas pintadas en la cancha y los dos arcos característicos a los dos extremos de la cancha.

Ellos estaban sentados en las primeras filas. Matteo hablaba con los chicos, mientras que Llanos lo miraba conversar tranquilo. Estaba nervioso, no sabía porqué, ya que por suerte David lograba caerle bien a todo el mundo, así que cualquiera que no fuera parte del grupo de Apolo, no le dejarían en ridículo. Intentó calmarse, debía hacerlo, pero justo cuando comenzaba a hacerlo los chicos salieron de los vestuarios, emocionados, mientras saltaban y levantaban los brazos para apoyarse entre ellos.

El problema no era el uniforme, el cual era blanco y azul que llevaba las iniciales del colegio grabadas en dorado, o las protecciones que los hacía ver mucho más grandes y corpulentos. El problema era quién lo usaba y Llanos casi se queda sin corazón al ver a Apolo. Su cabello brillaba con el sol de un color más claro mientras sujetaba su casco, la camiseta y pantalón que tenía por debajo se moldeaban a su cuerpo, resaltando los músculos de los brazos y piernas de él castaño.

Llanos ni se molestó en disimular, observaba fijamente al castaño mientras él hablaba con sus amigos en el campo. David los saludó, también lucía bien con el traje, pero ni Izan ni Llanos lo notaron del todo, ya que estaban concentrados en los dos chicos. Yeray vestía igual que Apolo y hablaba animadamente, colocando las manos en sus caderas. Matteo estaba sorprendido de que Izan no se hubiera desmayado.

- ¡Chicos! - Les llamó la atención ya duras penas sus dos mejores amigos lograron mirarlo- Estamos aquí por David, ¿Lo recuerdan?

Llanos cabeceó como idiota, el aire no le llegaba a los pulmones. En cambio Izan escondió el rostro en sus manos y comenzó a bufar, fastidiado. Justo el castaño eligió el momento para mirar arriba. Observaba los grados con desesperación, como si estuviera buscando a alguien, hasta que su mirada se posó en los profundos ojos negros de Llanos. Apolo intentó actuar indiferente y le sonó hipócritamente mientras Llanos echaba humo, ese niñito idiota se estaba burlando de él y estaba dejando que lo haga. Idiota, idiota.

- ¡A sus posiciones! - Gritó el entrenador y los jugadores comenzaron a formar una fila.

 Los chicos, en la cancha, luego de organizarse en fila comenzaron a jugar un amistoso, pero daban la vida por anotar un punto. Era muy interesante, aunque Llanos quería seguir el ritmo al juego, cada tanto de distraía con mirar específicamente a Apolo. Corría de un lado al otro, saltaba encima de otros jugadores para recuperar el balón, mientras otros jugadores corrían a anotar y otros a defender mientras se gritaban los unos a los otros.

Apolo x Llanos - RivalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora