Descubrimientos

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Los habitantes del infierno huían de los rayos que caían con furia. Estridentes truenos se escuchaban a cada poco, lluvia de ácido caía con gran abundancia, no recordaban algo igual en el infierno. Todos huían a refugiarse a dónde fuera, murmullos y dudas recorrían cada rincón.

-¿Qué está pasando?
-No tengo idea.
-¿Será alguien del cielo que lo está provocado?

Nadie sabía lo que ocurría más que en el hazbin hotel, todos intentaban hacer algo para calmar al soberano del infierno

-¡Me están jodiendo, todos pueden irse muy al carajo! -Jamas se había visto a Lucifer tan molesto, pero había algo más, algo que nadie aparte del Lilith y Alastor conocían. Las resplandecientes alas desplegadas, en conjunto con sus ojos rojos furiosos y la gran cantidad de energía que se sentía en el aire, era asfixiante e imponente, hacía que nadie tuviera el valor para preguntar algo, ni siquiera Charlie sabía cómo abordar la situación.

-Lu, por favor permíteme explicar lo que sucede. -Alastor era un manojo de nervios, tuvo que prever está situación, todo por intentar arreglar las cosas por si mismo estaba en el peor escenario que pudo tener.

-No voy a escuchar nada de ti ni tampoco de Lilith, lo único que ambos han hecho es jugar conmigo.

-Te equivocas, yo nunca jugaría contigo

Lilith solo se mantenía en silencio, lo último que se esperaba era que su ex marido se enterará de esa forma sobre sus planes.

-¿¡ Y todavía lo niegas!? ¿¡Crees que me voy a tragar tus mentiras otra vez?! -No estaba en facultad de controlar sus impulsos, si actuaba ahora mismo estaba seguro que se arrepentiría.

-Se que estuvo mal que no te contara nada, pero tenía miedo que si te contaba que yo tenía un trato con Lilith, tu me fueras a dejar. Que me consideraras un riesgo, por eso quise romper el pacto, no he actuado en tu contra, no te use. -Alastor sentía como los hilos lo obligaban a sonreír, sentía la desesperación correr por sus venas, quería llorar pero no era momento.

Lucifer los había escuchado a Lilith y a él hablar sobre su acuerdo, de como el alma de Alastor estaba cautiva en ella. Pero la gota que derramó el vaso fue escuchar el hecho de que Alastor le propuso un trato a Charlie, ambos se están aprovechando de ellos.

Alastor, su pareja actual, a quien le confío sus más grandes inseguridades, con quien se permitió volver a sentir amor, estaba confabulando a sus espaldas con la mujer que lo abandono.

-¿¡Y por qué no contarme eso?! Soy el puto amo del infierno, nada está fuera de mí alcance, ¡Soy el soberano de este infierno de mierda!

Con toda la rabia acumulada, se dejó caer con tal fuerza que quebró el suelo pero por un contrario él seguía intacto, al mismo tiempo que cayó, todos sintieron la oleada de poder que se desprendió del gobernante. Las cadenas que ataban el alma de Alastor, Ángel y Husk fueron rotas, en conjunto que dejaba sin validez el trato de Alastor y su patita. Lucifer no midió el grado de poder que desprendió, nadie sabía pero, todos los pecadores y demonios que tenían contratos fueron liberados en ese momento.

Siempre es igual, primero Liliht, su primer amor por quien acepto ser arrojado al infierno y fue la misma quién años después lo abandono cuando sintió ser lo suficientemente poderosa y tuvo la posibilidad de hacer tratos en el cielo. La misma mujer que envío a un mortal a infiltrarse en la vida de su niña.

Y ahora Alastor, otro humano que se acercó a él solo por poder y no conforme con eso, también a su hija. Nunca tuvo la valentía de contarle que hizo un trato con ella. Aún después de todo lo que vivieron juntos.

Por eso el amor está prohibido para los seres celestiales, por eso las almas humanas son de aquello que debía cuidarse, por qué son corrompidas con facilidad ante la tentación «tentación» que ironia, dio todo lo que era, abandono el cielo, lleno de poder y protección a quienes amo.

TratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora