La vida era demasiado complicada.
Un día tenía una relación estable con Alastor y a su hija de vuelta en su vida.
Y al siguiente estaba envuelto entre las tretas de su ex esposa y su actual pareja. Enfrentar un embarazo y cuidar del infierno en con...
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El mundo se le paralizó sin piedad, no tenía palabras para describir lo desconcertado que estaba.
—¿Qué se supone y haces aquí? —Lucifer tenía muchas dudas, pero no quería que el esfuerzo de sus amigos se destruyera en un segundo por este imprevisto. Necesitaba alejar a Lilith del ojo público. Nadie la había reconocido aun y esperaba y se quedara así.
—Cómo antigua reina, pensé que era buen momento para felicitarlos, la última vez que te vi, no tenía idea del bebé y me fui sin despedirme, pero me alegro que lo suyo no haya sido destruido por nuestro leve malentendido. —Se podía escuchar el cinismo en la voz de ella. Le estaba costando horrores no reaccionar con violencia.
La bilis le subió por el esófago, aún tenía el malestar de aquel tiempo atorado en la garganta. Estuvo a muy poco de terminar su relación. Tomo del brazo tanto a Alastor como a Lilith y los guió fuera del gran salón de baile, no tendrían mucho tiempo antes que sus amigos notarán su ausencia, debía actuar rápido.
—¿Por qué actúas tan temperamental? ¿O acaso te avergüenza que nos vean a los tres juntos? —La calma con la que Lilith hablaba le ponía los pelos de punta.
—Estaría muy agradecido si dejaras de jugar y digas lo que quieres de una vez.
Alastor no dejaba de observar a ambos en silencio, ante la mínima señal de peligro no dudaría en hacer un gran espectáculo, en silencio y sin despegar la vista, necesitaba analizar cada palabra. Lilith ya no era la reina, pero eso no quitaba que fuera una de las almas más antiguas y que su poder fuera alto.
—Quiero hablar con Adán, mi plan era hablar con él en el baile de afuera, pero vi que entro aquí como invitado especial. No puedo acercarme a él con Charlie y todos los niños del hotel, así que te lo estoy pidiendo a ti. —¿Qué era el secretismo que se tenían Lilith y Adán? Desde que el ultimo mencionado apareció en el hotel, no tenía más que dudas.
—¿Por qué elegiste justo este día para querer hablar con él? ¿No hubiera sido más fácil en un ambiente con menos publico?
—¡¿Qué crees que he intentado todos estos meses?! Desde que me entere que Adán vive en el hotel lo he estado siguiendo, buscando la oportunidad, pero siempre va con alguien a su lado, está es mi última oportunidad para hablar con él.
Seguro Charlie les había dicho a sus amigos que no dejaran solo a Adán, una estrategia brillante, se lo aplaudía a su princesa. Si Adán planeaba algo contra el hotel, no habría forma que no se enteraran.
—¿Qué planeas? No me mientas Lilith, algo te traes entre manos y dudo que sea algo bueno.
—¿Por qué te importa lo que yo haga?
—Por que te fuiste por años al cielo y enviaste a Alastor al hotel como un espía, entiendo que lo nuestro fracaso, no hay nada que reprochar, estamos mejor así, pero tú jamás haces las cosas sin un motivo —Lucifer intentaba entender a su ex esposa, de verdad no quería pensar mal de ella— ¿Qué pretendes? ¿Por qué no puede Charlie escuchar tu conversación con Adán? Si lo que haces no va a afectar a nuestra hija, entonces acércate a Adán frente a ella.
