Darlo a Conocer Parte 2

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El rostro de todo era de sorpresa pura, seguro estaban esperando cualquier otra explicación a su repentino malestar. La primera en salir de su asombro fue Charlie.

—¡Seré hermana mayor! ¡Felicidades a ambos! ―Pero una ola de preocupación callo como un balde de agua fría en Charlie―. Espera, te fuiste mal de aquí ¿Cómo esta el bebé? ¿Cómo estas tú papá? 

El rostro mortificado de Charlie era algo que Lucifer jamás soportaría, la abrazo con dulzura intentando calmarla. ―Él bebé y yo estamos bien, solo fue estrés, nada que tu padre no pueda manejar.

 ―Yo no estaría tan seguro de eso, su majestad ―Fue el turno de Alastor de intervenir, no había sufrido una crisis interna por casi haber perdido a su engendro para que Lucifer venga a demeritar la situación―, en el hospital me dieron la clara advertencia que debo mantenerlo lo más alejado de cualquier estrés y así sera. 

Lucifer estuvo a punto de protestar cuando:

―¡Felicidades Lucifer! Amigo mío, lo tenías muy bien guardado ¿Por qué no nos contaste en la reunión? No es bueno que te sobrecargues, tu pareja dice lo cierto, debes descansar y dejar a la pequeña criatura formarse adecuadamente.  ―Asmodeus estaba muy emocionado, la ultima vez que Lucifer estuvo en cita, intentaron estar lo más cerca posible de Lucifer, pero Llilith era muy desconfiada y era casi imposible verse. Esperaba esta vez fuera diferente―. Si estas de acuerdo, me gustaría que los demás también estén enterados, recuerda que hay que hacer los preparativos para el gran anuncio y en tu condición, ni loco te encargaras tú, tú solo déjanos a nosotros planearlo y tú disfruta la fiesta.

―Es todo un honor que el pecado de la Lujuria quiera organizar una fiesta ―Alastor en realidad no entendío ni la mitad de lo que esté quería―, pero no creo que Lucifer este en condiciones de ir a fiestas.

―Más que una fiesta es un protocolo de etiqueta, hay que dar a conocer la condición del monarca a las demás casas nobles del infierno y a sus habitantes. Los Goetia por ejemplo, sabes Lucifer como es Paimon con estos asuntos ―Alastor debía recordarse a si mismo que estaba saliendo con el mismo Lucifer, un rey, era obvio que tarde que temprano llegaría a su vida ese tipo de situaciones―, aun con esas, ninguno de los dos agobien sus cabezas con ello, nosotros seis nos encargaremos de los planes, solo tienen que asistir y dar la noticia.

―Esta bien, pero deja que yo les marque, quiero contarles yo mismo, aunque no sé si estén tan de acuerdo de reunirnos tan pronto —dijo Lucifer.

―Tonterías, cuando todos sepan el por que de la reunión, ninguno te pondrá queja. ―Eso tranquilizo el corazón del rey. ―Además, felicidades al Demonio de la Radio, que buena puntería para en tan poco tiempo hayan logrado un embarazo, tuvieron que ser muy constantes.

Tanto Alastor como Lucifer estaban ruborizados, no tenían intenciones de hablar de su vida sexual frente a nadie. 

―Eso es interesante, ¿Cuántos intentos hicieron antes del embarazo? ¿Con ese fin estaban tan ansiosos los dos? —pregunto Angel.

—Angel, por favor no sigas. —Charlie intentaba no imaginar a su padre en situaciones comprometedoras y menos con Alastor, el resto estuvo de acuerdo con la princesa.

Vaggie y Husk se acercaron a felicitarlo, todos estaban alegres por la noticia, en ningún momento se sintió incómodo, además Alastor estuvo a su lado todo el tiempo.

Después de que todos volvieran a sus actividades, decidió mandarles un mensaje de nuevo a los pecados para que vinieran al hotel.

¿Sería una buena idea? Quizás sería mejor en su castillo, aunque sus amigos ya le habían dicho que extrañaban a Charlie. ¿Los pecadores estarían cómodos? Tener a los siete juntos bajo un mismo techo siempre resultaba en locuras.

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