Sí algo había aprendido Alastor en el infierno es que nada podía quedarse demasiado tiempo en calma, convivir con pecadores con múltiples caracteres y temperamentos era un acto demasiado masoquista y de alguna manera ahora esa era su vida, pero al recordar el rostro de su ángel y su vientre abultado, supo que valía cada día.
Cuando subió hacía su habitación y vio a su pareja dormir tan relajado, fue un alivio. Sabía de primera mano lo perjudicial que era para la salud del Mornigstar mayor el estrés, aún tenían una charla pendiente, pero podía ser mañana.
Con eso en mente, decidió salir de su alcoba y buscar a Charlie, ya era de noche, pero el papeleo y responsabilidades del hotel jamás terminaban.
Lo que no se esperó al llegar cerca de Charlie, fue verla envuelta en un aura tan deprimente y vulnerable. Era excelente leyendo a las personas, no por nada ya en poco tiempo de haber perdido las almas que coleccionaba, ya se había vuelto a posicionar como uno de los demonios que más poder poseía. Algunos viejos hábitos jamás morirían, pero ese no era el punto.
No podía dejar que alguien se aprovechara del estado de vulnerabilidad que se encontraba Charlie.
El hotel podía ser muy seguro, entre muchas comillas, pero jamás bajaría la guardia.
—Charlotte ¿Paso algo en mi ausencia?
Lo último que se espero fue que ella se aferrara a él con lágrimas espesas rebosando por cantidades exorbitantes, le sorprendía lo emocionales que llegaban a ser los miembros de la realeza, aunque al parecer la manzana nunca caía muy lejos del árbol ¿Podría ser buen padre para el Mornigstar que estaba en camino? Esperaba y su futura cría fuera un poco más parecido a él en el ámbito emocional.
—Vamos a un lugar más privado, princesa —La tomo por los hombros y la fundió en sus sombras, demasiada emotividad en público no era recomendable— recuerda lo que hemos hablado, sin importar lo que suceda, muestra una sonrisa.
Charlie suspiro un par de veces, intentando tomar suficiente aire antes de continuar, pero a la mínima que lo lograba, las lágrimas la traicionaban.
Alastor estaba nervioso, los sentimientos no eran su especialidad, cuando necesitaba consejo iba con Rosie y nunca antes tuvo que consolar a alguien, la mayoría de sus amistades eran formidables. ¿Qué podía hacer? Considero un momento ir por Lucifer, era mejor en cuanto a demostrar sentimientos.
No, no podía poner a su pareja en más situaciones donde se alterará, necesitaba calma y no sabía cómo, pero se la daría. Se quedó junto a ella esperando a que terminara de desbordarse.
—Yo lo siento tanto, no fue mi intención ponerte en esta situación tan... —Charlie se veía terrible, con los ojos rojos y su rostro triste. Le extendió un pañuelo para limpiarse.
—No tienes por qué disculparte por esta muestra de sentimentalismo y cursilería, querida —dijo Alastor, sentándose en un sillón cercano— entiendo que es un día emotivo, sigues cumpliendo tu sueño y extrañaras a los que partieron hoy...
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Trato
FanfictionLa vida era demasiado complicada. Un día tenía una relación estable con Alastor y a su hija de vuelta en su vida. Y al siguiente estaba envuelto entre las tretas de su ex esposa y su actual pareja. Enfrentar un embarazo y cuidar del infierno en con...