Lucifer no se hallaba tan tranquilo como su exterior aparentaba, amo y señor de las mentiras, sus fachadas a veces podían ser aterradoras si le lo ponía a pensar.
Por lo normal era un libro abierto, con todo el poder que posee, no necesita levantar muros para protegerse, puede derribar a cualquier oponente con facilidad, quizás mismo motivo no tenía aquella necesidad de mostrarse enorme y amenazante.
No obstante, ahora se sentía amenazado, en toda su existencia el único momento que estuvo débil fue cuando dio a luz. Tenía aproximadamente siete meses para prepararse a ese momento.
Tenía además la incertidumbre de que pensaba Alastor. Cuando le dio la noticia no pareció enojado, ni feliz. Se veía en un limbo bastante grande y le pidió un tiempo para pensar.
No lo culpaba, toda la situación se les había descontrolado. Aún así, no podía posponer más tiempo de las tareas reales. Si su reino corría peligro, su bebé corría peligro. "Nada malo te pasará, yo voy a hacer hasta lo imposible por traerte bien a este lugar".
Tomo su celular, estaba seguro que ninguno de los pecados se opondría a una reunión, por más inesperada. Tecleo la hora y el lugar, esperando la confirmación de los otros seis.
Lo que no se espero, fue el sonido de una gran explosión, aterrado por qué el hotel estuviera bajo ataque, desplegó sus alas directo a la fuente del ruido.
—¿¡Qué crees que haces aquí?! —Esa era la voz de Vaggie. Se oía muy alterada, pero no sería de extrañar, para haber sido un ángel, tenía el temperamento bastante fuerte.
—¿¡Cómo tienes la osadía de dar la cara por aquí!?
—Hay que atraparlo.
-Si, que no escape, hay que hacerlo pagar por todo lo que nos hizo pasar.
Cuando llegó, la última alma que se le pasó por la mente poder volver a ver, fue a Adán.
—¡Todos quietos! —Aquel grito tuvo la suficiente autoridad para que todos los que se estaban amotinando al rededor se calmaran. Paso la vista por todos, Ángel tenía en sus manos su característica escopeta; Husk y Vaggie se veían en pose de ataque; Cherry estaba a nada de llorar y al mismo tiempo de atacar, seguro por ver frente a ella al responsable de la separación entre ella y Sr. Pentius; Charlie estaba conteniendo a Alastor, quien ya estaba comenzado a relucir su forma demoníaca. Además de muchos otros residentes del hotel, que, seguro lo reconocieron como el responsable de los exterminios.
—Uy llego el chico malo supremo. —La risa alocada de Nifty fue el único sonido que rompió aquel silencio sepulcral que se había formado.
—Nifty, Vaggie, Cherry, Husk y Ángel por favor, lleven a nuestros huéspedes al jardín, necesitamos aclarar unas cosas aquí.
—Pero señor, no puedo dejar a Charlie. —Vaggie no quería separarse de su princesa, lo apreciaba, pero entre menos personas, sería mejor.
—Yo la cuidare, ve tranquila. —Ella no renegó, solo asintió y se fue con todos los demás, vaya días que estaba teniendo el pobre Hotel Hazbin.
—Lucifer.
—Adán, que sorpresa verte, creí que no serías más que energía vagando por el cosmos, es... —busco alguna palabra adecuada para continuar, —interesante ¿Qué te trae al hotel de mí pequeña?
Tanto Alastor como Charlie estaban a sus espaldas, ninguno de los dos había regresado a su forma original. Lo más seguro no pasaría hasta que Adán estuviera fuera de su propiedad.
—Hace unos días unos conocidos me dijeron que Lilith estaba aquí, necesito hablar con ella y también con tu hija.
Aquello disparó más alarmas a su cerebro, ¿Qué tenía Adán con su ex esposa? Por lo poco que pudo escuchar de la conversación de Lilith con Alastor el día de ayer, alguien del cielo era cómplice de ella ¿Sería Adán?
Volteo a ver a su hija, aunque quisiera, no podía prohibirle nada, ella tenía la última voluntad de aceptar una conversación con él.
—Me temo la noticia Adán, que no será posible hablar con la reina, ayer mismo dejo el hotel sin decir una palabra. —Ese fue Alastor, quien se puso frente a Lucifer, una sensación cálida paso por su pecho, aunque su pareja aún no le daba una respuesta tan clara de que pensaba de su embarazo, los estaba protegiendo, —así que ruego que salgas de nuestra propiedad.
Charlie se aclaró la garganta, llamando la atención de los tres.
—Yo quisiera saber que se te ofrece Adán.
Tan clara como el agua, estaba seguro que esa sería la decisión de Charlie. Demasiado bondadosa para haber nacido en el infierno, esperaba que su segundo hijo o hija tuviera un poco más de malicia y le ayudara a cuidar a su hermana.
—No puedes estar hablando en serio Charlotte. —Entonces se acercó a Alastor, tomando su mano, debían ambos de confiar en ella.
—Habla Adán, eso sí ambos estaremos aquí junto a Charlie. —Sabia mejor que nadie que Alastor no iba a tolerar nada bien el hecho que el primer hombre siguiera aquí.
—Yo quiero redención, he estado todo este puto año intentando volver al cielo.
—¿Y crees en serio que te dejaremos estar aquí luego de que intentaste matarnos hace un año? —Necesitaba que Alastor se calmara. Lo jalo con un movimiento sutil, para depositar un beso en sus labios, quizás eso funcionaría.
—Puaj, no hagas eso frente a mí, no puedo creer que ambos sean putos. —Necesitaba todo su autocontrol para no reventar a golpes de nuevo a Adán. —No inventen ¿En serio están saliendo? ¿Qué te paso Lucifer?
—Cierra la boca, te estoy intentando ayudar a que Alastor no te corte en dos como te mereces.
—Así es Adán, no tienes derecho de venir aquí y criticar nuestras vidas, si quieres redención será un camino muy costoso y dudo que la mayoría de los pecadores te acepten aquí. —Estaba muy orgulloso de lo fuerte que era su pequeña, este era su hotel, ella sería capaz de resolverlo. —Necesitaremos hablar con todos para ver si te aceptan. Te daré una habitación provisional, pero si llego a saber uno solo de tus juegos sucios, yo misma me encargaré de ti.
Un zumbido alertó que tenía mensajes nuevos. Al leer, pudo confirmar que todos los pecado estarían listos para su reunión mañana.
[...]
—No quiero a Adán en el hotel y lo sabes. —Esas fueron las primeras palabras que Alastor le dijo cuando subieron a su recámara.
—Yo tampoco lo quiero aquí, pero Charlie es quien decide eso.
—No si tú le dices que lo eche a la calle. -Estaba seguro que tenía razón, Charlie valoraba su palabra más que a nada.
—¿Cómo espero que ella sepa ser independiente si siempre elijo yo por ella? —Además no quería admitirlo, pero siempre sentiría culpa por cada alma que ha caído en el infierno. Más cuando tuvo tiempo siendo amigo de Adán en el Eden.
—No lo quiero cerca de mí cría, ni de ti.
—¿Acaso tú...? —No se quería hacer ilusiones tontas.
—Eres mío, siempre serás mío y no sé cómo lo haré, pero los protegeré. Quizás no tenga el poder que tu tienes, pero nada les pasará mientras yo esté contigo.
—A veces te pones muy romántico. -Alastor le robo un beso, delicado, como si tuviera miedo a lastimarlo de alguna forma.
—Si, no te acostumbres.
—Idiota.
.
.
.Aquí hay otro capítulo ¿Qué creen que vaya a hacer Adán?
¿Veremos pronto a Lilith?
Me gustaría ver si alguien le atina jsjsjsEspero les haya gustado, se agradecen las estrellas y comentarios, alegran mí cora.
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Trato
FanfictionLa vida era demasiado complicada. Un día tenía una relación estable con Alastor y a su hija de vuelta en su vida. Y al siguiente estaba envuelto entre las tretas de su ex esposa y su actual pareja. Enfrentar un embarazo y cuidar del infierno en con...