Charlas Incomodas Parte 2

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Las cosas escalaron demasiado rápido, el primer impulso de Alastor al ver a Lucifer en el suelo fue correr para levantarlo, sus instintos de protección le estaban jugando en contra, lo abrazo como si temiera que se fuera a romper, sus astas crecieron y la estática se descontrolo por toda la habitación,  el ruido crujiente alarmo a los presentes, una sensación parecida a una corriente eléctrica crispaba los nervios de todos. 

Tienen tres segundos para decirme que paso aquí antes que los mate a todos. ―Las palabras de Alastor apenas y se entendieron por la cantidad de estática que salía de él, era una falta de claridad y distorsión tales que a todos les puso la piel de gallina.  

¿Qué podían decir los demás? Nadie sabía que había pasado en realidad, todo fue en un segundo, Husk y Ángel solo escucharon el golpe y saltaron a la acción. Vaggie estaba furiosa y Lucifer estaba en estado de shock.

Fuiste tú ―Alastor no necesitaba ser un genio, el único imbécil que se atrevería a atacar a Lucifer era ese pomposo hijo de puta. A grandes pasos, Alastor llego hasta Adán, ambos estaban enojados, jamás pudieron llevarse bien y dudaba que alguna vez pudieran hacerlo, lo siguiente que vieron todos fue como ambos comenzaron a molerse a puñetazos. 

Sin ninguna pizca de piedad, la agresividad de sus movimientos era una descarga a la tensión que envolvía a ambos.

La forma tan violenta de cada golpe les preocupo a los presentes, era con tal fuerza fuerza que se escuchaban los huesos crujir tras cada encuentro, tratando de lastimarse lo máximo posible. Los movimientos eran rápidos y descontrolados. ¿Cómo podían pararlos? No había forma al menos que alguno fuera un impudente, que estuviera dispuesto a recibir algún mal golpe de ambos. 

―¡Alastor detente! ―Y él imprudente iba a ser nada más y nada menos que Lucifer.

―¡Papá no! ―Pero Charlie fue más rápida, no estaba dispuesta a correr el riesgo que se metiera en el centro de la pelea, ella estaba muy asustada de haberlo visto desplomado sobre la pared, sabía que se necesitaba mucho más para lastimar a su padre, pero no se arriesgaría. Lo abrazo con suficiente fuerza para retenerlo, si quería escapar, tendría que dañarla, solo así Lucifer acepto no intervenir.

La ira y frustración recorrían cada poro del cuerpo de Alastor, aguanto todo lo que su paciencia tenía, pero esto simplemente fue la gota que derramo el vaso, no lo iba a matar, no tenía a la mano alguna arma celestial, pero eso no le iba a impedir dejar lo más adolorido posible.

―Eres un pedazo de mierda insignificante ¡¿Cómo te atreves a ponerle una sola mano encima a mi pareja?! 

―Tú eres el ser insignificante ¡Soy el puto amo de la humanidad! ¡Me debes respeto!

Una patada a la boca del estomago silencio a Adán.

Un golpe al cuello fue la respuesta que recibió Alastor.

Charlie se estaba planteando detenerlos, aunque si lo pensaba bien, Alastor ya se había estado conteniendo durante mucho tiempo, Adán se lo había buscado, no le gustaba la violencia, de ningún tipo, pero lo dejaría pasar esta vez, solo estaba al tanto de que no destrozaran el hotel, no contaban con el poder constructivo de su padre y reparar las paredes tomaría mucho tiempo.

Los tentáculos negros que brotaron de Alastor dejaron inmóvil a Adán, quien con desesperación se movía estrepitosamente para quitarlos de en cima.

Dos patadas al costado de sus cosquillas fueron lo que desequilibrio a Alastor un segundo, antes de responder con un puñetazo en la cara. 

La pelea hubiera seguido, si no fuera por que entraron las dos primeras mujeres a la sala, quienes se sorprendieron por la escena.

―¿Qué esta pasando? 

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