La comida había perdido su sabor últimamente, los días pasaban sin sentirse y la fecha del baile se acercaba cada día más como un horrible tormento para Chifuyu. Hina estrelló su charola contra la mesa sacando de su ensoñación al rubio.
—Tienes que comer.
—No tengo hambre.
Hina infló sus mejillas.
—¿Cuál es el problema?
—No hay ningún problema.
—Lo hay solo que no quieres admitirlo, ¿por qué no quieres salir con Baji? ¿Por qué te estas cerrando?
La mirada de los niños del jardín de niños, la mirada de Emma y Mucho la primera vez que comprobaron sus poderes, la mirada de todos los demás estudiantes, su estúpido collar. Era una clara respuesta del por qué Chifuyu no podía relacionarse con alguien. Era peligroso podía lastimar alguien.
—Tu y yo hemos estado mucho tiempo juntos y no me has hecho nada.
—Es diferente, al igual que a mí la gente te solía evitar, sabes lo que siento.
—Pero conocí a Takemichi.
Hina parecía tener todas las respuestas, ¿por qué no solo, lo dejaba en paz?
—No confío en él.
—Bien y si veo su mente.
Chifuyu abrió los ojos.
—Tienes prohibido hacer eso.
—Por ti me metería hasta en la mente del presidente — Hina tomó su mano — ¿Confías en mí?
Los ojos de Hina de un hermoso color melocotón ahora parecía trasparentes.
—Bien — acepto Chifuyu —pero no importa lo que me digas, la decisión final la tomaré yo.
—Sabes que nunca interferiría con eso.
La fecha llegó justo unas horas antes del baile Hinata tocó la puerta de Chifuyu.
—¿Me ayudas con mi cabello?
El rubio asintió y la dejo pasar a su habitación. Hina vestía un vestido rosa pálido con vuelo en la falda que le llegaba arriba de la rodilla. Chifuyu decidió que lo mejor era solo sujetarle el cabello en media cola. Hina lo veía atenta atreves del espejo.
—Sabes lo hice.
Hina rompió el silencio en la habitación.
—¿Qué cosa?
—Vi su mente.
Las manos de Chifuyu se detuvieron un momento.
—No importa no iré.
—Mmm..—Hina dudo un momento, Chifuyu se veía tranquilo, tal vez lo mejor era dejarlo así.
—Terminé.
—Gracias.
Hina se puso de pie lista para irse, pero en el segundo que su mano tocó el pomo de la puerta sabía que tenía que decirlo.
—Le gustas.
Chifuyu la vio desde su cama.
—Y mucho.
El aire en la habitación se detuvo y cuando Hina salió, Chifuyu por fin pudo respirar, se dijo que no importaba, y tomó las sábanas para cubrirse y dormir un poco.
Pero el incesante tictac del reloj de pasillo parecía atravesar la pared de su habitación con más fuerza cada vez.
¿Por qué iría?
Se preguntaba Chifuyu, mientras se consolaba diciendo que no pasaba nada, era solo un baile, era solo un chico. Un chico que gustaba de él sinceramente. Suspiró. La imagen de Baji apareciendo en su mente cada segundo. Su horrible insistencia, su cabello, y su bella sonrisa.
—Cálmate no seas ridículo.
Se había desviado y sonrojado.
Chifuyu se puso de pie para improvisar su propio baile en su habitación. Prendió su pequeño estero y coloco la radio. Pero eso fue como una cachetada del destino, la estación estaba reproduciendo Dancing Queen de ABBA. Apagó la radio y en los siguientes tres segundo lo decidió, se puso sus converse y salió rápido de su habitación con dirección al gimnasio. Cuando llegó abrió la puerta de golpeó que unos cuantos ojos voltearon a verlo.
Hina salto en su lugar, Takemichi junto con los demás lo vieron raro, tal vez por que había salido sin siquiera cambiarse el conjunto deportivo que parecía mas una pijama y usaba solo en su habitación para estar cómodo. Por otro lado la mirada de Baji estaba resplandeciente.
Chifuyu se acercó a su grupo lentamente pues quería evitar los comentarios sobre su atuendo. Que claro llegaron justo en el momento que se poso enfrente de ellos.
—Que acaso no leíste en el anuncio que era un evento formal.
Sanzu no pudo controlar su venenosa lengua. Y Chifuyu tan “amable” como siempre era con él solo le sonrió.
—Yo creo que te ves bien.
Baji rápido salió en su defensa.
—Gracias.
Se quedaron mirando unos minutos, ¿qué más podían hacer?. Para su suerte Hina los tomó de la mano.
—Me encanta esa canción acompañanme a bailar.
—O no, no se bailar.
—No importa solo suelta el cuerpo.
Al final Chifuyu fue arrastrado a la pista por ambos. Al inicio solo movía las manos, para después estar saltando por todo el lugar con los demás. Resultó bueno que llevara esa ropa, pues los trajes parecían molestos.
Como todo cliché la música cambió de un momento a otro y Takemichi tomo a Hina para guiarla en un baile lento. Chifuyu solo se quedó observandolos, para después sentir como el era atraído hacia Baji, sería descortés decirle que no, así que se dejó llevar.
—¿Creó que conozco esa canción?
Baji le hablo tan cercas que se le erizo la piel y estaba seguro que había adquirido un gran sonrojo, pero que podía justificar por su anterior baile.
—No la conozco.
Chifuyu mintió, pues la canción había sonado en la película que ambos había visto y que él se había mostrado según desinteresado, cuando la verdad cuando llegó a casa investigo todo sobre ella.
—Ya se, salió en la película cuando los protagonistas se casan ¿lo recuerdas?
Chifuyu nego con la cabeza.
—Fue cuando se besaron y pareció que los invitados desaparecieron.
—Recuerdas bastante bien la película.
—Claro que lo hago, fue nuestra primera cita y la primera película que vimos.
Chifuyu detuvo sus movimientos, lo sentimientos acumulándose a su alrededor, quería huir era demasiado para él. Baji se dio cuenta de su intensiones y sujeto su mano.
—Espera ven conmigo.
Salieron del gimnasio y no avanzaron más de dos metros cuando Baji uso su teletrasportacion. Chifuyu casi resbala por el brusco movimiento y por encontrarse en suelo disparejo, que más bien era el techo del instituto, unas cuantas tejas cayendo por su repentina aparición.
—Sera mejor que tomemos asiento.
Chifuyu miro hacia abajo. El lugar era bastante alto.
—No me digas que te dan miedo las alturas.
—Para nada, solo pensé que seria vergonzoso caer.
—Eso no pasara, yo te sostengo —Baji le dio un apretó en la mano que aún mantenían unidas.
Tomaron asiento justo en la orilla. Chifuyu abrazando sus rodillas y Baji con los pies colgando.
—Olvide darte algo.
El alfa sólo desapareció un instante fue como un parpadeo, indetectable para un humano, pero Chifuyu lo noto.
Baji alzo la mano y le entrego una pequeña flor de aspecto raro con los pétalos rojos color sangre y el tallo casi negro.
—Este es un pequeño lirio de fuego, aunque parezca difícil de creer crece cercas de suelo volcánico.
Baji se detuvo un momento, su mirada fija en Chifuyu que parecía demasiado entretenido con su información.
—¿Qué más?
Los labios de Chifuyu se entreabrieron para soltar aquella simple pregunta, pero Baji lo tomó como una invitación para invadir su espacio personal un poco más. El rubio ni se inmuto.
—Esta hermosa flor a pesar de que nada esta a su favor decide luchar y vivir. Se podría decir que hace lo imposible.
Era el momento Baji lo sabía, las mejillas sonrojadas de Chifuyu se lo indicaban. Avanzó un poco más sintiendo el calor del otro, notando perfectamente que los ojos de Chifuyu no era color cían como creía, si no de un hermoso verde que parecía fusionarse alrededor con un celeste como si quisiera consumirlo. Un pequeño lunar en la esquina de su labio. Su labio inferior más regordete que el superior. Olía a fresas, pero a la vez al campo abierto, y a tierra mojada, ¿eso era posible?. Una pequeña gota de lluvia cayó sobre su nariz y Chifuyu salto rápido, poniéndose de pie.
Para Chifuyu fue una señal esto no debía pasar. Fue débil. Subió la mano hasta su cuello sintiendo otra vez su realidad, aquel collar que le recordaba que era un peligro, una amenaza para cualquier ser vivo.
—Me tengo que ir.
—Espera.
Otro rápido movimiento y ahora estaban a las orillas del instituto casi adentrándose al bosque.
—Deja de hacer eso.
—Solo una última cosa y te dejare ir y esta vez será para siempre.
Chifuyu miro para atrás, hacia la escuela podía correr y dejar a Baji ahí solo, pero ahora el alfa se encontraba tan vulnerable mojado por la lluvia, que acepto.
—Bien.
Baji volvió a tomar su mano y Chifuyu espero, pero nada el alfa solo lo miraba.
—¿Y bien?
—Pon atención.
Baji parecía demasiado concentrado como si le costara respirar y el apretón en su mano era fuerte y estaba empezando a sudar. Fue ahí cuando Chifuyu lo noto, la lluvia no caía, la lluvia subía.
—¿Qué está pasando?
El omega estiró su mano libre y pudo tocar las gotas de lluvia que se elevaban de vuelta al cielo.
—Estoy retrocediendo.
Baji estaba pálido y la nariz le empezó a sangrar.
—Baji detente.
El alfa negó.
—Por qué no puedes confiar en nosotros, todos te queremos y confiamos en ti.
—Tu no entiendes.
—No, eres tu el que no entiende. Que no te has dado cuanta que sólo somos nosotros contra todo el mundo.
Baji se detuvo y se dejó caer al suelo de rodillas y junto con el la lluvia volvió a caer. El alfa tomando grandes bocanadas de aire.
—Estas loco.
—Tu también.
Y era verdad Chifuyu lo sabia perfectamente. Un par de locos…
Un par de locos enamorados."Sabes, algunas veces tengo pensamientos ridículos que otros ni siquiera podrán adivinar, ahora estamos solos, la noche se siente confidencial. Está conversación nocturna nunca terminará, ya no hay más tiempo, no más matar el ambiente.
Un trailer impresionante con un gran giro argumental. Un psicópata romántico, tendrás que soportarlo todo si tu me quieres de verdad
Ámame, ámame
Apúrate y déjame, déjame.
Cada día, voy matándome y curándome
Pero solo quédate...
La luna se pone esta noche, sí se hace más profunda y los destellos en tus ojos, son más brillantes, y te miro mas profundamente son como las estrella en el cielo. La noche es confidencial, está conversación nocturna seguirá y nos iremos a dormir"-Conversación nocturna.
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Hola aquí abajito les dejare unas imágenes de como me imagino el instituto:)
Y si estas leyendo sin conexión, pues sólo imagínate lo como la escuela de los x-men o hogwarts;)Nos vemos en la próxima actualización ♡♡♡
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WEIRD (Extraños) - [BAJIFUYU]
FanfictionCariño, si esta es la última noche, ¿no puedes aceptar este amor?, mirame directamente a mis ojos y mantén tu cabeza en alto, tu creaste esta espera y esta obsesión, ahora todos mis sentidos están al límite. Probablemente todo comenzó desde que nos...