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Me desperté graciaa a una suave brisa que recorrió mi espalda, tenía frío y únicamente tenía una fina tela. No entendía donde estaba ni por qué estaba tan oscuro. Cuando terminé de despertarme, noté que estaba como Dios me trajo al mundo y como si de un reflejo se tratara, me cubrí con las sábanas blancas, intentando adivinar donde estaba.

ㅡ Despertaste, cielo. ㅡ Dijo JooHyun recostada en el marco de la puerta, tenía una salida directa al balcón. Tenía su cigarro en la mano, pero lo apagó en cuanto notó mi presencia. ㅡ Es temprano aún, puedes volver a dormir si gustas.

No respondí, me le quedé viendo fijo, se veía tan hermosa como siempre. Estaba descalza, su espalda apoyada en la puerta y sus ojos puestos en mí.

ㅡ La luna está hermosa hoy, ¿no crees? ㅡ Soltó en un suspiro, viendo hacia arriba y luego a mí, sonriendo.

ㅡ Debo irme, yo... yo no debí venir. ㅡ Iba a levantarme, tenía muchísima vergüenza de mí misma, de lo que había hecho con una mujer. Estaba vulnerable ante ella, mi desnudez era algo que cuidaba mucho, mi cuerpo era algo demasiado privado para mí y me había expuesto ante JooHyun.

ㅡ No sigas con ese papel, por favor. No tomes es camino de víctima. Yo no te obligué a nada, ¿verdad? ㅡ dijo sentándose frente a mí, tomándome por los hombros. Ella tenía una bata de seda blanca, su cabello estaba peinado, el mío estaba hecho un lío. Yo negué ante su pregunta, tenía razón. ㅡ Ya no tienes vuelta atrás, Seul. No sigas luchando contra lo que tu corazón te pide.

JooHyun sabía hablar de sentimientos y sus dulces palabras te hacían derretirte junto a esa sonrisa encantadora de dientes brillantes, labios rosados e hidratados. JooHyun tenía mucho control sobre mí.

ㅡ ¿Cuántas mujeres han dormido aquí contigo? ㅡ Pregunté desviando el tema y ella soltó una risa, arreglando mi cabello detrás de mis orejas mientras yo sostenía fuertemente la sábana contra mi pecho. ㅡ Responde.

ㅡ ¿Celosa? ㅡ Se burló y yo fruncí el ceño. Sí, estaba celosa, celosa de que cualquier mujer tenía posibilidades de estar con ella, que ella fue la primer y única mujer en mi vida, pero yo no, no tenía su exclusividad. ㅡ Tú nada más.

ㅡ ¿Qué? ㅡ Estaba confundida, ladeé mi cabeza demostrándolo. ㅡ No mientas, puras lasfemias.

ㅡ No he tenido sexo con muchas mujeres. ㅡ Confesó sin vergüenza, siendo descarada y sin darle muchas vueltas al asunto. ㅡ No soy una prostituta, te lo he dicho. No te voy a negar que me he besado con un par de mujeres, pero soy una persona sentimental, ¿sabes? Me gusta más lo cursi, estar con alguien que genere alguna emoción en mí, ya sabes, hacer el amor, sentimientos y el romanticismo.

Asentí porque me creí el papel que le pintaban en las calles, sabía que ella estaba siendo sincera y que jamás me mentiría, ella prefería evitar confusiones, afrontar la realidad.

ㅡ ¿Genero alguna emoción en ti? ㅡ Cuestioné.

ㅡ Sacudes mi mundo, SeulGi.

Me miró a los ojos y una mano suya reposó en mis mejillas, quienes ya estaban rojas de pena. Sus labios rozaron los míos, era suave y tierno, era un beso de esos que te dejaban con sabor a más, que te hacían querer quedarte toda una vida allí.

Sus traviesas manos encontraron mi cuerpo bajo la pálida tela, mis muslos fueron su primer objetivo mientras seguía besándome tiernamente. No quería ir más allá, sus caricias eran suaves como el algodón, me debilitaban y me erizaban la piel.

ㅡ No quiero que esto se quede aquí, ¿me entiendes? ㅡ Me dijo en cuanto se separó, su diestra seguía en mi mejilla acariciándola. ㅡ No quiero ser algo de una noche, no quiero que huyas. Si vas a huir, hazlo ahora mismo y no vuelvas, no vengas detrás de mí, pero si quieres quedarte conmigo, házmelo saber.

𝐑𝐄𝐋𝐈𝐆𝐈𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora